“Nunca me fijé en la edad de los hombres. ¿Por qué lo haría ahora?” – GENTE Online
 

“Nunca me fijé en la edad de los hombres. ¿Por qué lo haría ahora?”

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Desde el piso 15, los caddies que recorren el Golf Club de Mar del Plata se ven diminutos. Atrás está el Atlántico, y unos barcos navegan hasta el puerto pesquero. Desde el i pod, enchufado a unos parlantes, se escucha un tema de Gustavo Cerati con Café Tacuba. Después viene Julieta Venegas. Los muebles son blancos, y sobre la mesa ratona, Flavia Palmiero (42) ha dejado abierta su MacBook, también blanca. “Princesa, harta de besar sapos, busca príncipe azul que no destiña…”, es su nickname en Facebook. “Es una frase que leí en España. Imagináte las cosas que me han contestado”, acota. Es que, últimamente, dicen que allí encontró a su príncipe azul. “Al argentino le da miedo una mujer que tenga independencia. También tengo claro que es muy difícil acceder a mí”, asegura.

¿El nombre en cuestión? El tenista español Feliciano López (27 años, trigésimo en el ranking de la ATP) que no conoció a Flavia en sus años dorados de La ola verde, aunque comparte generación con sus seguidores. Pero dicen que en noviembre cayó rendido ante los encantos de la actriz y conductora. Las versiones agregan que Flavia y el verdugo de la Argentina en la Copa Davis de Mar del Plata se habrían visto varias veces, que incluso conversaron animadamente en un bar de Palermo, cuando vino a jugar la Copa Argentina de Tenis Peugeot en el Buenos Aires Lawn Tennis. O quizá en el Vilas Club, en cuyo gimnasio, atestado de tenistas, Flavia también va a mantenerse en forma.

–Flavia: Franco Macri te llevaba 35 años. Está claro que con la edad nunca tuviste problemas…
–No, eso siempre estuvo claro. El prejuicio con las edades tiene que ver con que los argentinos son muy estructurados. Pero yo siempre demostré que soy muy amplia en eso. Nunca me fijé... ¿Por qué lo haría ahora?

–Y... se te vincula con un joven modelo 1981. …
–Ja, ja. Qué feo sonó tu denominación: “¡modelo!”.

–Decís que es muy difícil acceder a conocerte. Pero parece que un español tuvo ese privilegio…
–Bueno… Yo no voy a hablar de ese tema, porque soy muy respetuosa y reservada. Soy libre de compromiso, pero no voy a decir nada. Me siento bien así. Se dicen muchas cosas que no son ciertas.

–¿No tenés miedo de que te condenen por el delito de traición a la patria?
–(Ríe) No entiendo por qué. Ellos ganaron la Copa Davis, pero yo juro que jamás traicionaría a mi país. Pasa que una está sola, el otro también, y nacen los rumores.

–Pero vos aparentás diez años menos. Al final, a Feliciano López le llevás cinco, nada más…
–(Ríe) Cada uno encuentra la persona que le gusta y que le puede generar amor, sin importar la edad. Hoy, diez o quince años no es tanto.

–Me dijeron que pasás mucho tiempo en el Facebook...
–¡Mi vida es un Facebook! Desde los 17, todo el mundo sabe lo que hago. A mi Facebook me lo armó una amiga y me quiero matar, porque me re-enganché. Lo bueno es que te vinculás con mucha gente que tenés lejos.

–¿Y a Feliciano lo tenés en el Facebook?
–No te voy a contar a quiénes tengo. Además, no necesito exponerme. Para mí el hombre no es un trofeo.

–En este caso sería una ensaladera de plata…
–Me hacés poner nerviosa... Me como todo el tostado. ¡Así no me va a querer nadie!

AMOR SOBRE RUEDAS. El segmento deportivo de la entrevista llegó a su fin. Ni hablar de pedirle que pose con polleritas tableadas o vinchas… porque la nota corre peligro. Es lógico: ella quiere hablar de su regreso a las tablas. Después de más de 20 años de carrera, por primera vez desembarcó en Mardel, con Taxi 2, junto a Carlos Calvo, Fabián Gianola, Daniela Cardone y Dalma Maradona. “Sé que no es un buen momento para confesarlo, pero yo no tomo taxis: prefiero manejar, no me gusta que me lleven. Soy independiente y libre. Me gusta tener el control de mi vida, aunque a veces me autorizo el descontrol. Así que para mí el taxi es libre”, intenta explicar algo de su personalidad.

–¿Qué tan libre sos? ¿Hiciste el amor en un auto?
–Hummm, la previa, sí. Hacer el amor… no recuerdo. Igual, si me acordara, no lo diría.

–No me digas que ningún hombre te tentó a realizar una contravención con un auto en movimiento…
–En mi adolescencia, seguro. ¡Pero hace tanto...! Si es por soñar, me animaría en una limousine o en un Fiat 600. Igual, tuve todos los approaches que te puedas imaginar, y está bueno que el auto sea el lugar de franela previo, pero sólo eso.

–¿Entonces no considerás el auto como un lugar que te inspire fantasías?
–No pierdo el tiempo en fantasías, prefiero las realidades. No soy de esas personas que tienen una lista de cosas por hacer. Tal vez eso le pase a la gente que tiene relaciones cerradas. Soy libre, y cuando estoy con alguien mi fantasía pasa por estar con el otro.

–¿Sos de provocar a los hombres o dejás que ellos hagan su juego de seducción?
–¡Soy cero provocación! Soy lo menos histérica y lo más antidiva y antisex symbol que existe. Me parece que la espontaneidad y la relajación es lo que hace fluir las cosas. Dejo que la vida me sorprenda. Por eso me gusta que me conquisten. La magia está en una mirada, una onda… Además, si provocás, ahuyentás.

–¿Cuáles son los “no deberías” de un hombre en una cita? ¿“No hables de tu mamá”, por ejemplo?
–(Risas) ¡Ya no me acuerdo de mis primeras citas! A esta altura de mi vida, te conocés, te enganchás… y el resto es una relación que se va dando. Si no tenés ganas, ni te encontrás. No especulo con “no hacer tal cosa” en un primer encuentro. Cuando hacés lo que querés no te arrepentís de nada. Tengo experiencia en la vida y sabiduría, y no me va mal. Sé con quién quiero estar y con quién no. “Soy independiente y libre. Me gusta tener el control de mi vida, aunque a veces me autorizo el descontrol”, reconoce Flavia.

“Soy independiente y libre. Me gusta tener el control de mi vida, aunque a veces me autorizo el descontrol”, reconoce Flavia.

“Si es por soñar, me animaría a hacerlo en una limousine o en un Fiat 600. La vida es larga y faltan tantas cosas por hacer… Igual, tuve todos los approaches que te puedas imaginar”.

“Si es por soñar, me animaría a hacerlo en una limousine o en un Fiat 600. La vida es larga y faltan tantas cosas por hacer… Igual, tuve todos los approaches que te puedas imaginar”.

“A esta altura de mi vida no especulo con ‘no hacer tal cosa’ en un primer encuentro. Cuando hacés lo que querés, no te arrepentís de nada.”

“A esta altura de mi vida no especulo con ‘no hacer tal cosa’ en un primer encuentro. Cuando hacés lo que querés, no te arrepentís de nada.”

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