“Nuestra relación es a prueba de balas” – GENTE Online
 

“Nuestra relación es a prueba de balas”

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ía acorta cualquier distancia que pueda haber entre nosotras”, dice Marina Calabró (39). “Más allá de las diferencias, no nos olvidamos de lo esencial: yo quiero que la familia siga unida”, agrega su hermana Iliana (47). “Igual, nos debemos una charla, un café a solas”, coinciden ambas. Sí, finalmente, tras un mes de desencuentros y declaraciones cruzadas, se reencontraron las hermanas Calabró. El punto de encuentro fue el SUM del moderno edificio ubicado en la calle Ortiz de Ocampo donde vive Marina junto a su hija Mía. ¿La excusa? Ineludible: el cumpleaños número cuatro de la única nieta mujer de Juan Carlos y Coca. “Era el momento justo para reencontrarnos. Iliana no se lo iba a perder. Las cosas de grandes se arreglan entre grandes”, dice Marina que –quizá– vivió el mes más turbulento de su vida en la relación con su hermana.

AMOR FRATERNAL. Mía cumplió cuatro años el sábado 18 de mayo, aunque su mamá decidió festejarlo un día antes. El viernes, la menor de las Calabró le pidió a su hermana que buscara a Mía por el Jardín, porque ella tenía que asistir a los primeros bloques de Infama. Entonces su tía fue la encargada de retirarla, ayudarla a cambiarse y bajar con ella al salón de fiestas. “Con Mía tenemos una relación divina. Todos los años viene conmigo de vacaciones, pero esta vez no pudimos, por la separación de los padres. La extrañaba mucho: este mes, por todo lo que pasó y por las giras, no la pude disfrutar. Fue un día feliz, un día de tías”, cuenta Iliana.

El cumpleaños comenzó a las seis de la tarde y toda la estética de la party giró en torno a las princesas. Castillos, globos, una piñata tipo lámpara de Aladino y todos los amigos de Mía. El gran ausente de la tarde fue el abuelo, Juan Carlos Calabró, que no atraviesa un buen momento en su salud. “Fue muy duro que papá no estuviera en la fiesta. Es la primera vez que no puede venir”, dice la más chica de las hijas del famoso cómico. “Es un cambio de situación que tuvimos que pilotear”, completa la mayor. La abuela Coca llegó junto a Nicolás, el hijo mayor de Iliana y Fabián Rossi, el otro faltante. “No estaba invitado formalmente, y no era el momento para que se reencontrara con mi hermana”, acepta Iliana. Pero, más allá de esas “bajas”, la familia estuvo casi completa, porque hasta el papá de Mía –recién separado de Marina– estuvo desde el principio junto a su hija: “Fue todo muy armónico. Por suerte, con Martín estamos muy bien”, comentó la mamá de la cumpleañera.

TODO SIGUE IGUAL DE BIEN. Hace poco más de un mes, el apellido Calabró volvió a sonar en los medios como en las épocas en que “el Cala” interpretaba al mítico Johnny Tolengo. Claro que esta vez no fue por el éxito de Juan Carlos, sino por la investigación sobre lavado de dinero que realizó Jorge Lanata, donde se involucró a Fabián Rossi. El caso –que se sumó a la separación de Marina y Martín Virasoro y a la salud del pater familiae–, dividió a las hermanas por algunas opiniones periodísticas de la más chica del clan. Finalmente, ambas se reencontraron para el cumpleaños de Mía y fue todo muy natural. “Es la magia de los chicos. Estando ella de por medio, te olvidás de cualquier diferencia o distancia. Y a la larga, nuestra relación es a prueba de balas”, jura la mamá de Mía. “Una cosa son los problemas de los adultos... Las criaturas no tienen la culpa de nuestros errores. Desde ese lugar disfrutamos el cumple, sin poner adelante las otras cosas, que con el tiempo serán habladas”, cerró Iliana.

Las hermanas dieron un gran paso hacia la reconciliación definitiva. Su mamá, Coca, feliz.

Las hermanas dieron un gran paso hacia la reconciliación definitiva. Su mamá, Coca, feliz.

Cerca de las ocho, Rossi buscó a su hijo Nicolás, a su mujer y a su suegra, Coca.

Cerca de las ocho, Rossi buscó a su hijo Nicolás, a su mujer y a su suegra, Coca.

Cuando los chicos fueron abandonando el salón, los grandes se reunieron a tomar un café. En la foto: Martín Virasoro, el hijo de Iliana, Nicolás, junto a su mamá y su asistente, Lourdes. A la derecha, Marina.

Cuando los chicos fueron abandonando el salón, los grandes se reunieron a tomar un café. En la foto: Martín Virasoro, el hijo de Iliana, Nicolás, junto a su mamá y su asistente, Lourdes. A la derecha, Marina.

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