“Nos movemos en bloque para todos lados” – GENTE Online
 

“Nos movemos en bloque para todos lados”

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Es la tierra prometida de las Kardashians. Hay chicas en rollers, curvas para el infarto, y cientos de bolsas urgentes que salen escupidas como lanzapelotas en mega shoppings como The Webster.

Cuando el semáforo se pone en rojo, los autos deportivos más tuneados y con ventanilla baja presumen diversión y alta predisposición para el levante. De los woofers más high tech suenan temas de Diego Torres (43), que suelen pegar con hits de Wisin & Yandel, y el fervor desprejuiciado de los más insólitos remixes de reggaetón. Más precisamente en South Beach, vacacionan –¡y trabajan!– el actor y cantante, su mujer, la modelo y diseñadora Debora Bello (38), y la pequeña Nina (1), que se instalaron en su departamento con espléndida vista al océano.

Es regla para la familia: lo máximo que se separan son veinte días al año. Todo el resto andan “como gitanos, juntos de acá para allá. “Seguimos de gira con la familia. Já. Dejamos Los Angeles camino a Miami y después a Panamá, para cantar en los premios Platino al cine”, twitteó el ex de La banda del Golden Rocket, ese que sigue firmando autógrafos con la leyenda “Buena vida”, al que le gusta “despedir al Sol antes de que se guarde en el horizonte” y que apenas baja a la playa para darse un chapuzón. ¿Sus labores fundamentales? El actor nominado en los Martín Fierro como Protagonista de Ficción Diaria por Vecinos en guerra (compite con Adrián Suar, Nicolás Cabré, Mike Amigorena y Osvaldo Laport), compone las canciones de su nuevo disco, sucesor de Distinto (2010), que posiblemente tenga salida a fin de año.

La enamorada pareja ya lleva diez años juntos –se conocieron en 2004 en una comida en casa de amigos– y todos los compromisos son buenas excusas para subir a un vuelo y disfrutar de encantadores destinos como Aspen, en Colorado, como hicieron en marzo pasado, cuando Nina conoció la nieve, la pareja esquió y el músico sopló las 43 velitas. En Miami la cosa es más casera y un poco más indoors. Se levantan a media mañana, desayunan con mate (es regla, vayan adonde vayan) y cada tanto bajan a las arenas más desiertas de la Florida, donde Nina ensaya sus primeros pasos y juega con el balde y la pala. ¿Más? Disfrutan del mágico mundo de Disney Junior, e incluso la baby girl se sienta al piano con su padre, a quien ayuda con sus acordes; todas postales que terminan compartidas en Twitter, claro.

“Cada vez nos cuesta más separarnos”, confiesa Diego, que el 6 de abril interrumpió el relax en familia para cantar en los Premios Platino, en Panamá, donde tuvo el honor de homenajear a grandes películas, mientras sus chicas lo veían por televisión “muy orgullosas” y tomadas de la mano.

La agenda de Debora no sólo es la de la mamá full time que está pendiente del calendario de vacunas, y cómo evoluciona la criatura en el percentil. Piensa ideas, esboza diseños y chequea “tendencias y telas” para el showroom de Black Dress, tienda que se impone en Palermo Hollywood.

¿Paseos en familia? ¡Casi todos! Como eligen explicar al unísono: “Nos movemos en bloque para todos lados”. Por eso, no faltan las caminatas por Ocean Drive, y stops en los restós favoritos, como Prima Pasta y Baires Grill. “En momentos de relax visitamos a nuestros amigos acá, algo que nos encanta”, cuenta Debora, que revela otras de sus actividades favoritas en tándem: “Salimos a correr y a andar en bici los tres juntos”. ¡Tres no son multitud!

El en sunga, y ella con bikini de Los Ramones y sombrero playero. ¿La criatura? Con traje de baño enterizo y hebillitas sapito en el pelo. Nina, claro, es el centro de atención de papá y mamá.

El en sunga, y ella con bikini de Los Ramones y sombrero playero. ¿La criatura? Con traje de baño enterizo y hebillitas sapito en el pelo. Nina, claro, es el centro de atención de papá y mamá.

“En momentos de relax visitamos a nuestros amigos acá, algo que nos encanta. Cuando podemos, bajamos a la playa y nos metemos con Nina en el mar, algo que la tiene fascinada” (Diego)

“En momentos de relax visitamos a nuestros amigos acá, algo que nos encanta. Cuando podemos, bajamos a la playa y nos metemos con Nina en el mar, algo que la tiene fascinada” (Diego)

Siempre pendientes de Nina, Diego y Debora no la dejan ni un segundo sola. Hasta cuando apila cubos, experimenta con juegos didácticos, o simplemente juega con los clásicos balde y palita.

Siempre pendientes de Nina, Diego y Debora no la dejan ni un segundo sola. Hasta cuando apila cubos, experimenta con juegos didácticos, o simplemente juega con los clásicos balde y palita.

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