Nos fuimos cuatro días de Buenos Aires para disfrutarlos en pareja. Es la primera escapadita romántica desde que nació Malek. Y aunque nos gusta mimarnos, no sabés cómo lo extrañamos…”, confiesa Karina Mazzocco (38), quien fue invitada por Movistar para disfrutar unos días de esquí en San Martín de los Andes junto a su marido, el empresario y automovilista Omar El Bacha (37)... A través de los ventanales de una de las casas de té del cerro, se aprecia una fortísima tormenta de nieve que se descarga sobre el cerro Chapelco. Chocolate por medio, comienza la charla hablando de trabajo.
–¿Volvés a la tele, Karina?
–Sí, empiezo en Vidas robadas, donde voy a interpretar a Isabel, una periodista capaz de cualquier cosa con tal de conseguir su nota. Además, dentro de unas semanas también arranco con la conducción de un programa.
–¿Sobre sexo? ¿En la televisión abierta?
–Por ahora no estoy en condiciones de adelantar más… Sí te puedo decir que en De a 2 hablé y aprendí mucho de sexo; y la gente también, porque lo sigue teniendo bien presente, a pesar de los años. En realidad, en todos mis trabajos aprendí mucho, pero nunca tanto como desde que soy mamá. En estos 21 meses con Malek todo me cambió, porque desde que llegó a mi vida me siento más mujer. Al principio todo giraba alrededor de mi bebé; recién ahora me doy más permisos. Entre otros, regresar a trabajar.
–¿Y no se pone celoso tu marido?
–No, porque con Omar estamos muy enamorados y nuestro hijo, incluso, potenció este gran amor que nos tenemos.
–¿Cómo hacen para poder estar solos y no extrañar a Malek?
–¿Quién te dijo? ¡Lo extrañamos un montón! Por eso llenamos los celulares de fotos y videos de él y llamamos todo el tiempo a la casa de mis padres, para ver cómo está. Es la primera vez que nos organizamos para tener cuatro días –y cuatro noches– a solas, y nos está haciendo muy bien. Con Omar siempre le dimos un lugar muy importante y privado a nuestra relación.
–¿Y no planean casarse?
–Recién hace tres años que estamos juntos, y no pensamos en una boda porque nos encanta seguir siendo novios. Además, creemos que ningún papel es más importante que nuestro hijo, quien realmente nos liga de por vida.
–¿Qué otros cambios te trajo la maternidad?
–Ser mamá me volvió más ambiciosa como persona, me abrió la sensibilidad. En cuanto al físico, durante el embarazo subí 20 kilos, fundamentalmente porque dejé de fumar. Pero ya los bajé. ¿Se nota, no?
–Absolutamente. ¿Lo hiciste para volver al teatro de revistas, donde estuviste hace seis años junto a Cherutti y Artaza?
–No, eso ya fue. Quizá más adelante me anime a subirme a un escenario, pero debo tener una buena propuesta. Mientras, además de la televisión, hay otros proyectos en marcha: estamos por mudarnos a una casa más grande que, como soy diseñadora de interiores, yo misma voy a decorar. No es todo: también estoy planeando entrar al rubro aromaterapia, con una línea de fragancias.
–Revelános tu secreto: ¿cuál es la clave para ser una mamá con todas las letras sin resignar el costado sexy?
–No sé… ¡En serio! Yo creo que me ayuda mucho la meditación, un gran camino para encontrar luz, pese a los escollos que pone la vida. Meditación y ejercicios, los que nunca dejé de hacer, ni siquiera durante el embarazo. Definitivamente, hoy me siento más mujer, más segura y más sexy. No sólo desde la llegada de mi hijo Malek, sino también desde que Omar está a mi lado. Ojalá que nuestro amor dure toda la vida.
En el cerro neuquino, Karina y Omar pasearon en trineo y esquiaron. Claro que cada dos horas llamaban a Buenos Aires para ver cómo estaba el pequeño Malek.
Esquí de a 2 “Durante el embarazo subí 20 kilos. Pero ya los bajé. ¿Se nota, no?!”, pregunta Karina mientras Omar asiente.
“Me ayuda mucho la meditación, un gran camino para encontrar luz, pese a los escollos que pone la vida. Meditación y ejercicios, los que nunca dejé de hacer, ni siquiera durante el embarazo”.
