«No voy a cambiar mi vida por ser popular» – GENTE Online
 

"No voy a cambiar mi vida por ser popular"

Actualidad
Actualidad

"Esto es un delirio, una locura total y no me puedo hacer cargo!”, grita Carla Conte (29) desesperada, mientras esquiva a los fans que la esperan en la puerta de Canal 9 y conduce su auto hasta Aeroparque. El teléfono no para de sonar: lo apaga, lo enciende, maniobra entre el tránsito, lee mensajes de texto, desde otros autos le gritan piropos, llama por teléfono a su novio para que prepare el bolso y contesta las preguntas de GENTE.

Y todo a la velocidad de un cuchillo en vuelo, porque debe viajar a Santa Fe para seguir bailando con su soñador, Guillermo Conforte (39), y juntar más fondos para la escuela Un Mundo Especial, que asiste a chicos con discapacidad psicomotriz. El sueño por el que bailó –y ganó– en ShowMatch, que el jueves 21, día de la final, alcanzó los 33 puntos de promedio. Y en el que recibió, además del pulgar hacia arriba del jurado (que la vio ganadora en dos ritmos –swing y merengue– frente a María Vázquez), el rotundo espaldarazo del público, que la prefirió por el 58 por ciento de los votos, contra 42 de su competidora. Pasaron 16 horas desde su coronación y Carla sigue acelerada, pero a cara lavada y feliz, por supuesto: “¡Nunca imaginé que después de ganar en Bailando por un sueño mi vida iba a cambiar tanto! Todavía no puedo enfrentarlo. Durante la última semana viví con mucho estrés. Lo único que me mantenía viva era que el jueves, después del programa, iba a festejar, ganara o perdiera. Y gané, y entonces festejé hasta las 8 de la mañana. Tenía que ir a lo de Mirtha Legrand, pero después de tres meses de ensayos y trabajo estaba agotada, casi en estado de coma. ¡Si hasta atendí medio dormida a Mirtha cuando me llamó por teléfono para recordarme que estaba invitada! No podía reaccionar”.

–¿Sentís que no podés disfrutar del éxito?
–La verdad, todavía no me pude sentar, ni tomar conciencia de nada. Durante los últimos tres meses estuve a full. Ensayando para Bailando y al mismo tiempo grabando el programa para el 9 (Jugados por amor, cuya temporada ya terminó). Recién hace dos semanas me di cuenta del apoyo que tenía del público.

–¿Por qué creés que ganaste?
–Porque la gente se sintió identificada con nuestra buena onda y el sueño de Guillermo, que era muy tierno. Siempre estuvimos sentenciados con personas muy populares y carismáticas, como La Tigresa Acuña, Luciana Salazar y Laura Fidalgo. Pero me apoyaron porque nunca hice un personaje: siempre fui la misma.

–¿Cuál fue la rival más difícil?
–Laura Fidalgo. En un momento hasta llegué a tenerle miedo, porque siempre me parecieron la mejor pareja a nivel técnico. Pero la gente no elige técnicas de baile.

–Empezaste en Call TV y ahora ganaste por los votos que hicieron quienes llamaron desde su casa. ¿Nace una nueva diva del teléfono?
–(Ríe) No. Me falta energía para ser una diva como Susana o Moria. Ellas viven impecables todo el día, y para mí ir a la peluquería o la manicura es perder el tiempo. Aunque las tengo como modelo y las admiro, no me identifico con ninguna, porque no me siento una diva. Yo tengo mi tiempo para trabajar y después me gusta dedicarme a mis afectos. Además, no me gustaría abrir la puerta de mi casa y encontrarme con un fotógrafo que retrate cada paso que doy.

–Sin embargo, hay productores y gente que dicen que se te subieron los humos…
–No, eso lo dicen porque yo siempre fui muy impuntual. Mis amigas siempre me odiaron por eso, y los que me conocen ahora creen que me hago la estrella, pero no. Soy la misma de siempre, y tengo las mismas amigas de toda la vida. No voy a cambiar mi vida por ser popular. No me interesan los escándalos, ni separarme de Guillermo (Brutto, su novio y coach vocal de Nazarena Vélez en Cantando por un sueño) para ser tapa de una revista. Estoy muy enamorada…

–Algunas participantes no tenían buena onda con sus soñadores, pero todo el mundo hablaba de la gran relación que tenías con Conforte.
–Sí. Por suerte nos llevamos bien desde el primer día. Su historia me conmovió. El fue sargento del Ejército en 2001 y viajó con la OTAN a Kosovo, donde estuvo hasta 2002, y ahora soñaba con brindarle a la escuela Un Mundo Especial, que asiste a chicos con discapacidad psicomotriz, insumos didácticos y elevadores hidráulicos para poder hacer hidroterapia.

–Además de onda, ustedes bailaban muy sexy. ¿Qué decía tu novio?
–El es muy celoso, pero sabe que lo elijo todos los días. Igual yo le gano: soy mucho más celosa. ¡No sabés las escenas que le puedo llegar a hacer! Pero después se me pasa, porque estoy segura de que encontré al hombre de mi vida.

–¿Tu cuerpo se modificó después de tanta danza?
–Si, bajé algunos kilos, se me achicaron las piernas, y con tantos horarios raros comía mal. Soy muy vaga para cocinar: la reina del delivery. Pero durante los tres meses que duró el programa muchas veces no tenía tiempo ni de esperar al delivery: prefería dormir antes que comer. Y eso que soy noctámbula y las mañanas casi no existen para mí.

–Tenés buen cuerpo, bailás bien y la gente te quiere. Es raro que no te hayan ofrecido ser vedette.
–Sí me ofrecieron. Pero no puedo. Tengo contrato para seguir en Canal 9 durante el 2007. Todavía no sé si voy a actuar, bailar o conducir.

–¿Y vos qué querés?
–Seguir bailando, y algún día me gustaría ponerme las plumas y bajar las escaleras de un teatro de revista.

–¿Te dejó algo Bailando por un sueño?
–Sí. Conocí a mucha gente maravillosa, pero lo principal fue que aprendí que ayudar, divertir a la gente y tener rating puede darse solamente en la televisión. Y estoy feliz, además, porque pude demostrar que soy algo más que un lindo cuerpo. No pierde el tiempo yendo a la peluquería ni a la manicura. No le gusta cocinar, pero sí acostarse tarde y levantarse cerca del mediodía.

No pierde el tiempo yendo a la peluquería ni a la manicura. No le gusta cocinar, pero sí acostarse tarde y levantarse cerca del mediodía.

Carla y Guillermo Conforte fueron la pareja más <i>hot</i> de <i>Bailando por un sueño 3</i>. Y lograron, durante las poco más de once semanas que duró el concurso, brindarle a la escuela santafesina <i>Un Mundo Especial</i> –que asiste a chicos con discapacidad psicomotriz– insumos didácticos y elevadores hidráulicos para que sus alumnos puedan hacer hidroterapia.

Carla y Guillermo Conforte fueron la pareja más hot de Bailando por un sueño 3. Y lograron, durante las poco más de once semanas que duró el concurso, brindarle a la escuela santafesina Un Mundo Especial –que asiste a chicos con discapacidad psicomotriz– insumos didácticos y elevadores hidráulicos para que sus alumnos puedan hacer hidroterapia.

“<i>Siempre estuvimos sentenciados con personas muy populares y carismáticas, como La Tigresa Acuña, Luciana Salazar y Laura Fidalgo. Pero la gente me apoyó porque nunca hice un personaje: siempre fui la misma</i>”.

Siempre estuvimos sentenciados con personas muy populares y carismáticas, como La Tigresa Acuña, Luciana Salazar y Laura Fidalgo. Pero la gente me apoyó porque nunca hice un personaje: siempre fui la misma”.

Más información en Gente

   

Vínculo copiado al portapapeles.

3/9

Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipisicing elit.

Ant Sig