Avellaneda. Teatro Colonial (avenida Mitre 141). La fecha más esperada del calendario se resumía en un tweet de Karina Tejeda (26, más conocida como La Princesita) que decía: “¡Llegó el día! Hoy los espero a todos, para que disfrutemos juntos de los temas de Tiempo de cambio”. Y así fue. El viernes pasado, después de unos intensos días de reencuentro con su actual pareja, el delantero del Manchester City Sergio Kun Agüero (24), la cantante se entregó a un público sediento de sus temas, después de una larga ausencia del escenario (su última presentación fue en noviembre en el Luna Park). Un espectáculo que sumó la presión de unos veinte medios (entre gráficos y televisivos), que montaron guardia en la puerta, con prohibición de ingreso a la sala. Presencia que disgustó a la cantante y pareció no tener trascendencia para su novio, acostumbrado a ser centro de atención por la relación con su ex esposa, Gianinna Maradona (23, la hija del Diez, Diego). Por eso, a las siete de la tarde llegaron ambos –a bordo de una camioneta Kia Sorento blanca y sin pisar el freno– al estacionamiento lindante con el teatro. Esta actitud sorprendió a más de uno de sus fans, por considerarlo imprudente ante la presencia de menores en el lugar.
CUMBIA, CUMBIA. Y al rato, sin mucho preámbulo, la cantante de cumbia comenzó su show con una breve explicación a sus seguidores: “Tanto ustedes como nosotros siempre tenemos que enfrentar muchos problemas. Cosas que no nos agradan, dificultades, preocupaciones, dudas. Todos compartimos que esas cosas no tan lindas nos ponen tristes y mal. Me pasaron muchas, a mí y a la gente que me rodea, que está viviendo cosas desagradables. Hay muchos problemas como los míos que dentro de todo se pueden solucionar fácilmente, así que no tengo derecho a victimizarme por lo que me está pasando. Ustedes saben que estoy viviendo un momento donde por ahí soy muy atacada. Muchos no lo entienden, pero no tenemos por qué dar explicaciones a gente que no nos quiere. A los que realmente me quieren los encuentro acá, en los shows. Quiero que sepan que no voy a dejar que nadie opaque este buen momento que estamos viviendo, porque de las cosas malas uno aprende y se hace más fuerte. Nadie me va a derribar, y eso se lo debo al cariño de ustedes, a mi familia, a la gente que me ama y que yo también quiero”. Después empezó a sonar Sin dolor no hay ganador, seguido de una lista de hits con los cuales se hizo conocida, como Mentiroso, Con la misma moneda, Disimula, Engáñame...
Las presentaciones que tenía programadas para esa noche en Pinar de Rocha, Troya de Pilar y Crob –entre otras– fueron suspendidas por una baja de presión que sufrió, lo que llevó a su manager, Pablo Cerrutti, a llamar a una ambulancia que la trasladó al Sanatorio de la Trinidad, de Quilmes.
Inseparable estuvo el Kun durante toda la internación (en la habitación 105), que incluyó extracción de sangre, análisis de orina y una resonancia magnética, entre especulaciones de embarazo. El sábado, recompuesta, Karina recibió el alta médica a las 20:40, con indicaciones específicas referidas a su alimentación (pollo, verduras cocidas y comidas livianas) y se refugió en su casa de los Altos de Hudson. El Kun la acompañó hasta el lunes, cuando concentró en el predio de Ezeiza para continuar con su tratamiento de rehabilitación –de la lesión que sufre en su rodilla–, pensando en el partido del viernes 22 entre Argentina-Venezuela en el estadio de River Plate.
Y TODAVIA TE QUIERO... Mientras la love story sigue su curso, Gianinna Maradona se mantiene al margen. En el programa Intratables, –eligiendo a Santiago del Moro para romper el silencio como ya lo había hecho su hermana mayor Dalma–, confesó: “Con Karina no teníamos una relación de amigas. Hablábamos por mensajes de texto, con buena onda. Yo la escuchaba a ella (...) Intento disfrutar del día a día con mi hijo, Benjamín. Hago yoga, que me hace muy bien, y nada más. Voy a vivir en la Argentina. El miércoles pasado, el nene empezó Jardín y estoy viviendo en la casa que nos compró mi papá. No estoy de novia; sí rehaciendo mi vida”.
A las 3 de la mañana del sábado, una ambulancia de Unidad Coronaria trasladó a la cantante desde el teatro hasta la clínica. ¿El dato curioso? La patente del vehículo era KUN 941...
Después del show, la cantante habría recibido información de la entrevista que concedió Gianinna Maradona a Intratables (por América) y tuvo un pico de estrés.
Fue tan obsesivo el cuidado dentro del sanatorio, que durante el traslado en camilla hacia la habitación 105 le taparon la cara para que nadie la viera. Los padres de ambos (de Karina –Leandro– y de El Kun –Leonel–) acompañando el mal momento. Abajo: Juntos, a la salida del predio de Ezeiza donde el jugador del Seleccionado recibe los tratamientos de rehabilitación de su rodilla.
