Habla, y mucho. Pero además, dispara. Jazmín de Grazia (26) disfruta de patear el tablero. Lo mismo hacía en SuperM 2002, el reality concurso de modelos que la consagró con el tercer puesto cuando tenía 18 años. Hoy, en Animales sueltos –el programa de Ale Fantino, por América– sigue hablando, pero de sexo y con desparpajo. Hasta que un supuesto video porno que había filmado hizo que todos empezaran a hablar de ella.
–Fue una idea de Kygel, la empresa que comercializa un gel íntimo (explica de entrada nomás). Una publicidad bien pensada para un producto difícil de comercializar. Fue brillante. Vendieron una bomba de humo y después, cuando se supo que la bomba no era nada, quedó el gel. Me la propusieron y me gustó la idea. Nadie se iba a esperar una cosa así viniendo de mí, pero...
–¡¿Pero?!
–¡No pasaba nada! Le terminaba haciendo el dobladillo a mi novio. Fueron cuatro días en los que estuve conteniendo a mis viejos, porque los llamaba todo el mundo. Mi mamá me decía: “¡Basta. Se me está cayendo el pelo!”. Yo le contestaba: “Mamá, a vos se te cae el pelo pero yo junto plata”. Además, el supuesto video porno me permitió ver quién tiene mala onda y quién no. Quienes se aprovechan de la supuesta desgracia ajena. Igual en general, cuando todo se develó, vi un gran sentido del humor en la gente. Fueron cuatro días en los que estuve hecha una actriz total. “Se encargan mis abogados”, respondía. De ver tanta tele, aprendí (risas).
–La campaña se sumó a fuertes declaraciones que previamente venías haciendo en la tele.
–¿Declaraciones de sexo?
–De sexo. En Animales sueltos hablás bastante de sexo...
–Bueno, es que el programa te lleva a eso. Por eso me prendo y sigo el juego. Así como estuve en Duro de domar y hablaba de política, me gusta demostrar que acá también puedo hablar de sexo. Está bueno fluctuar entre una cosa y la otra. Tener la ductilidad para hacer una nota en un cabaret y después ir a cubrir una marcha por Ferreyra. No quiero que me encasillen. Aunque hablo tanto que a veces digo: “¡Plis, chicos cállenme!”. No tengo mucho filtro. Hay buen clima de laburo, y el programa funciona porque vamos a divertirnos. Aunque muchas veces se generan situaciones complicadas... (Nota de la Redacción: acaba de discutir fuertísimo con Flavio Mendoza, durante el corte) No estoy de acuerdo con que se ventilen los problemas que puede haber en un programa, así como en una familia o entre cualquier grupo de personas. A mí no me divierten las peleas mediáticas.
–Llama la atención que hable así una chica rubia, fina y educada en un colegio alemán.
–Claro. La gente piensa que si sos rubia y fina no tenés vida sexual. Creen que nací virgen y moriré así. Pero ¡una es normal! Hago lo mismo que todo el mundo.
–Sorprendés. Como el otro día, cuando le dijiste a Natalia Fassi: “¡Vamos! ¿Me vas a decir que no te masturbás?”.
–Es que no tengo pelos en la lengua. Digo: “Si vos nunca..., algo te pasa. Vamos a un médico”. Me doy libertad para decir cosas de ese tipo. Después mi papá me llama: “¡Desubicada!”. Y le aclaro: “Papá... Era un chiste”. Me gusta ser espontánea. Está bueno que no te dé miedo hablar de nada. Se espera que alguien diga algo como un “¡qué horror!” si una vedette cuenta que se masturba. Yo me hago cargo de lo que digo y no tengo nada que ocultar.
–No ocultaste mucho. ¡Hablaste de masturbación!
–Sí, es fuerte. Pero, ¿vos no lo hacés? (risas).
–Pasa que decirlo por televisión...
–Ya sé, hay que tener pudor. Pero la tele es así. En algunos programas casi tienen sexo en cámara. Conté que el tema de la masturbación está bueno porque es cuando quiero, cómo quiero, que se va a dormir cuando yo digo, que no le tengo que llamar un taxi ni tengo que hablarle (risas). Es una realidad, más si estás soltera. Yo estoy sola desde hace un tiempo, y la verdad que muchas veces no tengo ganas de estar con cualquiera.
–¿Qué buscás en los hombres?
–Siempre estuve con tipos más grandes. Empecé a trabajar a los 17 años, me independicé y, bueno, la verdad es que un chico de esa edad todavía seguía viviendo con sus padres. Había una distancia grande. Aunque ahora podría sorprenderme alguien de mi edad. Para muchos hombres es difícil entender este laburo, hay muchas fantasías. Creen que un casting es cualquier cosa.
–Tuviste noviazgos largos.
–Uno de cinco años, entre idas y vueltas. Otro de tres. Lo que pasa es que me pongo de novia y me pongo de novia. Es una cuestión de piel. Me pasó dos veces, no más. Igual, no tengo miedo de estar sola: sé cómo entretenerme.
–Sos selectiva.
–Para ponerme de novia, aclaro. Para otras cosas no (risas). No estoy con cualquiera, pero tampoco espero al amor de mi vida para pasar un buen momento. Me divierto. Algún amigo siempre hay.
–¿Te gustan los deportistas? ¿Tienen un plus?
–En general siempre tienen mejor físico que cualquiera. Eso es indiscutible. Pero... ¿sabés?... No me fijo en eso.
–¿Mujer de avanzar?
–Si encarás te frenan. El hombre argentino pide histeria. ¡Un embole! Ridículo. Siente que, por haber avanzado, lo apabullás y le sacás hombría. Se pierde naturalidad.
–¿Y tenés límites para el sexo?
–Depende con quién. Y ése es un dato. El tema tiene que ver con conocer a la persona, cuánta confianza haya... O quizás cuánta confianza no haya y pensar que no lo ves más (risas). La sexualidad es tan amplia... Me resulta difícil decir “no haría esto o aquello”. Varía mucho en cada persona y en cada relación.
–Para cerrar, con la mano en el corazón... ¿Y si te pasara de verdad lo de la filmación?
–¡No me pasaría! La miro y le prendo fuego al cassette. O los guardo en una caja de seguridad y, si me separo del pibe, me los llevo junto a mis compactos y diez pesos para el taxi.
Disfruta del lío que armó el gel íntimo que promocionó durante cuatro días inexistentes escenas hot de Jazmín. ¿Su próximo desafío? Hacer radio de verano en Mar del Plata, en La Caseta. Programa: Aqua Blondie, de 16 a 19.
“¿Límites para el sexo? Depende con quién. El tema tiene que ver con conocer a la persona, cuánta confianza haya... O quizás cuánta confianza no haya y pensar que no lo ves más (risas)”.
“No estoy con cualquiera, pero tampoco espero al amor de mi vida para pasar un buen momento. Me divierto. Algún amigo siempre hay”.
