«No soy nada tímido, ni en la cama ni en la vida» – GENTE Online
 

"No soy nada tímido, ni en la cama ni en la vida"

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Puede ser un romántico total (como en Muñeca Brava), un salvaje nato (como en Yago, pasión Morena) o un chico duro (como en 099 Central). Puede actuar en televisión, tocar el saxo en un pub, enfrentarse a las olas del Atlántico con tan solo una tabla o tirarse en paracaídas desde 3.000 metros de altura. Puede andar en taxi, camioneta 4x4 o moto. Puede ser serio, también el más divertido. Puede preparar él mismo una cena a la luz de las velas para agasajar a una mujer o saborear un pancho al paso entre amigos. Puede parecer el más formal de los hombres cuando viste un traje oscuro, y también el más atrevido de todos cuando decide desnudarse por completo …a la hora de hablar.

Así es el hombre que hoy, y desde la pantalla del 13, seduce a las argentinas. Así es el hombre que, por vez primera, concede un reportaje sin límites ni concesiones. Facundo Arana, el más lindo y misterioso de la tevé, pide un café y espera…


-¿Te animás a hablar de sexo y mujeres?

-Adelante.

-Elegí: ¿rubias, morenas o pelirrojas?

-Del color que quieran.


-¿Lolas o cola?

-Todo. Con buenas lolas y buena cola, buenísimo. Pero te voy a confesar algo: a mí me gusta todo de la mujer. Ojos, manos, dientes, nariz, panza, pelo, curvas increíbles, rollitos…

-¡¿Los rollitos?!

-¡Claro! Las gorditas son eróticas. ¡Y cómo seducen! Tanto o más que una 90-60-90. Yo creo que a la hora de seducir, es mucho más importante la actitud en una mujer que el aspecto físico. Sí, sin dudas.


-La mujer: ¿un objeto de deseo?

-¿Objeto? Eso nunca. Pero a la mujer se la desea siempre. Tengo mi propia mujer y existen los límites, por supuesto, pero las fantasías están siempre. Pasa que cuando uno ama y respeta, acata los límites que tiene que acatar.

-Tu primera vez en el sexo…

-…Eeeh… 


-¿Tan malo fue?

-No, no es eso. Es que pasó hace mucho tiempo.

-Ahora me vas a decir que ni te acordás.

-Es que ha pasado mucha agua bajo el puente… (Arana ríe).


-Y los caballeros no tienen memoria, ¿cierto?

-(Ríe otra vez). Cierto.


-La última, ¿también fue hace mucho tiempo?

-No. La última fue hace tan poco que me da vergüenza contártela.


-¿El placer tiene límites?

-El único límite en el sexo me lo marca la persona con la que estoy. Pero el límite, para mí, es no permitírmelo.


-Te has definido como un chico tímido. ¿En la cama también lo sos?

-Yo nunca me definí como tímido; la gente me define como tímido. No soy nada tímido, ni en la cama ni en la vida.

-A la hora del sexo, en qué ponés mayor atención: ¿en dar o recibir?

-En ese momento das lo mejor y recibís lo mejor. Esas cosas no se piensan tanto. Y si estás enamorado, menos.


-¿Cuál fue tu mejor promedio en una noche?

-…


-…Si la verdad te avergüenza, un poquito podés mentir.

-No te lo contaría ni en off de record. Es algo íntimo, de dos. Decirlo en una revista, no me parece, la verdad. Además, creo que el que las cuenta no las vive. Y contarlas sería un acto de demagogia.

Y vuelve a reír, revelador. Pide otro café, un vaso con agua y hace silencio. Sigue sonriente, tranquilo, cómodo. Entonces, una pregunta (de esas que resulta preferible guardar) aparece. ¿Estará hablando en serio? Imposible saberlo. Es la primera vez que se presta al juego de las confesiones, a hablar de mujeres, sexo, fidelidad, fantasías, todo. Mejor, entonces, será quedarse con la duda. Quizá con la eterna duda de si el que habla es un nuevo personaje (inventado por él mismo gracias a su training actoral) o el Facundo Arana real.
Le pone azúcar. Revuelve. Y, audaz como nunca, desafía:

-¿Y? Tirá otra.

-¿Pagaste alguna vez?

-Sí, claro. Cuando era chico. Pero no pagué yo, pagó mi tío.

-¿Y al revés? ¿Te ofrecieron dinero a cambio de sexo?

-Sí. No sé por qué será, la televisión tiene esas cosas…


-¿Quiénes: hombres o mujeres?

-Siempre mujeres. 


-¿Hombres nunca?

-No, no. Creo que si un tipo me hciera esa clase de propuesta, me reiría mucho.


-Y con las chicas, ¿aceptaste alguna vez?

-Nunca. 


-Qué seduce más: ¿lencería erótica o cinco gotitas de Chanel?

-Me seduce la lencería. Y… las cinco gotitas de Chanel se las puede guardar perfectamente.


-¿La fama te ayudó a cumplir alguna fantasía?

-No.


-La mayoría de los hombres confiesan que tienen fantasías con dos mujeres. ¿Vos también?

-Todos los hombres tenemos fantasías. Y la fantasía no es patrimonio del hombre, sino del ser humano. Las fantasías siempre están, son algo que no te podés reprimir. Lo podés reprimir de la boca para afuera, pero nada más. Eso de "yo no tengo fantasías" es una mentira. ¿Qué no vas a tener? Tenés fantasías con dos mujeres y con cinco también. 


-¿Y ya te diste el gusto?

-No. Quedará como fantasía.

-En una noche romántica, ¿qué no debe faltar?

-Amor.


-¿Y vale el sexo sin amor?

-Claro que sí. Yo prefiero tenerlo con amor.


-¿Las infidelidades se perdonan o son el the end de una relación? 

-Mmmm. Creo que tendría que vivirlo para contártelo.

-¿Hay que creer en los besos de ficción?

-Sí, claro. Si los besos de ficción no se creen es porque están mal actuados. Los besos de mentira existen. De hecho, yo los doy todo el tiempo. Son besos de cartón, para la cámara. Y la diferencia es a-bis-mal. Además, con el tiempo y el oficio, los besos en cámara son objeto de broma. Y gracias a Dios, yo tuve la suerte de trabajar con excelentes profesionales.

-¡Vamos, no me vas a decir que nunca sentiste nada!

-Jamás, de verdad. Es más, yo creo que si los empezás a sentir, tenés un problema. Bah, nunca se sabe: tenés un problema o tenés una novia.


-Hablando de eso, tu novia, Isabel Macedo, ¿no te cela un poco?

-No, para nada. Hay mucha confianza. 


-¿Y vos a ella, que ahora se besa con Gustavo Bermúdez en Mil millones?

-Esos también son besos de ficción, además Gustavo es un señor. 


-Llevás seis años con la misma chica, ¿te acordás cómo la conquistaste?

-¿Cómo la conquisté? Me parece que con media papa.

-¿Con media qué?

-Papa, la hortaliza.


-Me encantaría escuchar esa historia.

-A Isabel ya la conocía, era amiga de mi hermana. Una noche de lluvia la pasé a buscar con mi viejo Escarabajo. Le toqué el timbre y le dije: "Bajá con media papa". Por supuesto que me preguntó lo mismo que vos: "¿Con media qué?". "Con media papa, porque llueve a cántaros y no me anda el limpiaparabrisas", le aclaré. Creo que en ese momento nos conquistamos mutuamente. La tenías que ver aquella noche, impresionantemente vestida, con la papa en la mano que froté en el limpiaparabrisas para que no se empañe. Ella se divirtió mucho. Y yo me enamoré.


-¿Qué papel juega el sexo en tu vida?

-Y, es el diez. 


-La última: ¿qué puntaje te pondrías como amante?

-Teniendo en cuenta que hago el mejor esfuerzo, como amante me pongo un diez.

Muchas dicen que es el Brad Pitt criollo. Facundo Arana (30 años, actor, culpable de los suspiros argentinos) se anima al juego de la seducción y enseña su costado más íntimo y revelador.

Muchas dicen que es el Brad Pitt criollo. Facundo Arana (30 años, actor, culpable de los suspiros argentinos) se anima al juego de la seducción y enseña su costado más íntimo y revelador.

Las fantasías siempre están. Son algo que no te podes reprimir. Eso de 'yo No tengo fantasías' Es una mentira. ¿que no vas a tener? Tenés fantasías con dos mujeres... Y con cinco también"">

"Las fantasías siempre están. Son algo que no te podes reprimir. Eso de 'yo No tengo fantasías' Es una mentira. ¿que no vas a tener? Tenés fantasías con dos mujeres... Y con cinco también"

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