“No quiero ser conductor por tres meses sino por ¡tres décadas!” – GENTE Online
 

“No quiero ser conductor por tres meses sino por ¡tres décadas!”

Quién lo dijo?, ¿quién lo dijo?: “Me tengo que cuidar más que nunca, porque hay gente que ya está apostando a ver cuándo me voy a caer. Les demostraré que trabajando fuerte y seriamente –yo lo hago 15, 16 horas por día– uno puede mantener el éxito por mucho, mucho tiempo”. Respuesta: Sí, sí, Marcelo Hugo Tinelli. Contexto: su primera tapa en GENTE, allá por el año 1991, cuando todavía era conocido como el “goma” de la TV. “¿Sabés lo que pasa? Soy un goma con buena onda, y este país está lleno de gomas con mala onda”, comentaba por aquel entonces.

Pero el tiempo pasa y nos vamos poniendo viejos, aunque él pareciera que no tanto… Si no, mire, compare, sorpréndase, apenas lanzadas las dos décadas de su emblemático programa, con los cambios de look del número uno de la televisión...

JEAN, CAMISA Y ZAPATOS DE GOMA. “¡Buenas noches Améeeerica!” Con este grito de guerra, iniciaba VideoMatch en 1990. Llegando a picos de 20 puntos de rating en el insólito horario de la medianoche, y a fuerza de bloopers (dícese de momentos y situaciones graciosas del deporte y de la vida cotidiana), el programa ganaba los primeros adeptos.

¿Estilo del conductor? Apariencia informal y cara regordeta. “Me pongo cualquier cosa: camisas, jeans, zapatillas, buzos amplios. Mi secreto está en ser lo más espontáneo posible”, reconocía. Pero en 1994 las exigencias de la pantalla chica comenzaban a persuadir al Cabezón, y antes de iniciar la quinta temporada apuntó a su cuerpo. “Desde hace ocho meses no como carne –contaba–. Ahora me cuido más. Y en estos últimos días, vengo matándome para llegar a los 78 kilos”. Entonces, los jeans y las camisas todavía formaban parte de su uniforme de trabajo.

ME PONGO EL SACO… El ‘97 fue un año de cambio. GENTE lo describió así: “Está fashion, cuidado. Prefiere las camisas oscuras, cuellos mao o cerrados, trajes italianos, anteojos y pelo largo”. Marce respondía: “Y bueno, también tiene que ver conmigo. Me siento comodísimo así”. Además, su matrimonio con Paula Robles lo convertía –ahora de forma legal– en un hombre de familia. Vestido en su boda de pies a cabeza por Mancini, le decía definitivamente “adiós” a los jeans. Mientras tanto, su fanatismo por los maratones lo llevaban a trotar fuerte tanto en Nueva York como en Bolívar, su pueblo, donde en 1999 inauguró la primera carrera, cultivando a partir de allí un cuerpo más de deportista que de estrella de la televisión.

CAMBIO TOTAL, EL EXITO DE SIEMPRE. Y en el 2003, su transformación fue notable. “A Marcelo le gusta la buena pilcha. Es fan de Dolce & Galbana, Gucci y Prada. Ahora eligió la colección de Etiqueta Negra, que le permite variar cada noche”, aseguraba su vestuarista, María Villariño. Luego, su paso por Canal 9 –2005, ya con ShowMatch– y su llegada al 13 –2006– con el mismo alto rating, la misma figura y la misma billetera. “La billetera y el reloj nunca deben cambiarse. La billetera la tengo desde que arranqué con VideoMatch. Da lástima, pero no puedo dejarla”.

2009 lo encontró con una nueva versión: pelo al ras y un tatuaje diseñado por su hija Candelaria en el brazo derecho. “Mis hijas me raparon en Nueva York: me cansé del pelo largo, me veía desprolijo”, declaró desde Punta del Este antes de comenzar a preparar la vigésima temporada de su ciclo, antes de separarse, también, y antes de que volvamos a leer aquella vieja nota de 1991, en GENTE: “Trabajo y me cuido para ser animador no por tres meses, ni tres años. Quiero ser coductor por ¡tres décadas!” El Cabezón llegaba a la pantalla de Telefe en el horario de la medianoche. Su estilo: jeans, camisas y zapatos. “Pensar que hace un año, cuando las cosas no me iban realmente bien, estuve a punto de irme a trabajar a los Estados Unidos”, confesaba.

El Cabezón llegaba a la pantalla de Telefe en el horario de la medianoche. Su estilo: jeans, camisas y zapatos. “Pensar que hace un año, cuando las cosas no me iban realmente bien, estuve a punto de irme a trabajar a los Estados Unidos”, confesaba.

Momento bisagra. Marcelo muestra su costado fashion y cuidado. Prefiere las camisas oscuras, los cuellos mao o cerrados, trajes italianos, anteojos y pelo largo. “Y bueno, también tiene que ver conmigo. Me siento comodísimo así”. Ese año, además, se convertía en esposo de Paula Robles.

Momento bisagra. Marcelo muestra su costado fashion y cuidado. Prefiere las camisas oscuras, los cuellos mao o cerrados, trajes italianos, anteojos y pelo largo. “Y bueno, también tiene que ver conmigo. Me siento comodísimo así”. Ese año, además, se convertía en esposo de Paula Robles.

Cuando sale a “su” cancha –la tele– no hay dudas de que Marce es el gran conductor. Antes de volver al ruedo público, mostró un nuevo look. “Me hice tatuar una reproducción de un dibujo que diseñó mi hija Candelaria, es una Virgen y otras figuras religiosas”, contó antes de grabar en Colonia y al estilo Lost, la apertura de la temporada número veinte de ShowMatch.

Cuando sale a “su” cancha –la tele– no hay dudas de que Marce es el gran conductor. Antes de volver al ruedo público, mostró un nuevo look. “Me hice tatuar una reproducción de un dibujo que diseñó mi hija Candelaria, es una Virgen y otras figuras religiosas”, contó antes de grabar en Colonia y al estilo Lost, la apertura de la temporada número veinte de ShowMatch.

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