Mi hijita, mi hermanita. Parte de mi alma, mi cuerpo y mi corazón están muertos… No puedo explicar el dolor… Me cuesta mucho seguir viviendo. Sólo Dios sabrá cómo darme fuerzas para criar a Gonzalo y a Bárbara. Jaz, me muero del dolor. Jaz, te necesito. Jaz, te amo”, escribió en su muro de Facebook, mientras, en la red social, le llegaban cientos de mensajes de aliento y condolencias. Y sí, porque más lejos que nunca de los escándalos, el circo mediático, las banales peleas de cartel, las lenguas filosas y el estrellato, esta vez, en serio, la tragedia golpeó fuerte a Nazarena Velez: Durante la madrugada del viernes 9, cuando volvía de bailar junto a un grupo de amigos, el auto en el que viajaba su hermana menor, Jazmín, chocó y volcó en la autopista Perito Moreno, a la altura del cruce con Alvarez Jonte, en Liniers. La joven, que iba en el asiento trasero y sin cinturón de seguridad, salió despedida por la luneta y murió en el pavimento. Apenas unos minutos tardó la vedette, acompañada por su pareja, Fabián Rodríguez, en llegar al lugar y enterarse de la terrible noticia. Nazarena (33), embarazada de cuatro meses, debió ser atendida de urgencia después de sufrir una crisis de nervios.
“PARA, QUE NO SOS MI MAMA”. “Siempre la recordaremos como lo que era: un ser lleno de energía. Siempre alegre, con el espíritu inquieto. Muy emprendedora, vivía contenta y con ganas de hacer cosas”, sostienen sus amigos al describir a Jazmín. La menor de los seis hermanos Velez, había decidido medio año atrás dejar Puerto Madryn (ciudad a la que se mudó dos décadas atrás toda la familia, originaria de Quilmes), para mudarse a Buenos Aires y trabajar con la más famosa del clan. ¿Motivos? Parece que, recién separada y con una beba de apenas un año y medio, Bianca, en noviembre del año pasado resolvió venirse a Buenos Aires en busca de la contención de Nazarena y de Bárbara (15) y Gonzalo (9), los hijos de la actriz.
Lo cierto es que apenas se instaló en una casa de San Isidro que le prestó Fabián Rodríguez, Jazmín se puso a trabajar con su hermana. En la temporada de verano, viajó a Carlos Paz junto a ella y se encargó de todo: desde acomodar a los espectadores en las butacas del teatro, oficiar de defensora de Nazarena en sus peleas mediáticas y convertirse en la asistente de confianza de Naza y hasta mano derecha de su pareja. “Era muy madura, se ocupaba de hacer trámites, pelear los sponsors para las obras y demás –ratifica Pablo Cerrutti, amigo de la ex chica Sofovich y organizador de eventos–. Ahora estaba trabajando con su hermana en la producción de Los cuentos de Fontanarrosa”, agrega. “Para Nazarena, más que su hermana, era como una hija. Por edad estaba más cerca de Barbarita que de ella. La cuidaba tanto que, a veces, Jaz, se rebelaba y le decía: ‘Pará, que no sos mi mamá’. Se adoraban, tenían una relación muy linda”, le contó a GENTE alguien cercano que prefirió reservar su identidad.
¿ACCIDENTE, DISTRACCION? El jueves 8 de abril anterior a la trágica madrugada, Jazmín se dedicó a sus actividades habituales. Por al mañana visitó a la hermana en su casa del barrio La Escondida, en Tigre. Luego salió a hacer trámites y por la tarde visitó a uno de sus mejores amigos, Lucho, que cumplía años. Siempre divertida, a la noche fue con un grupo grande de amigos a una fiesta y luego al boliche Goa La France, en el microcentro. “Salimos a las 4.45 AM –comenta un amigo que estuvo en el boliche–. Ella se fue en auto con una amiga (Gisel Vilchez, también de Puerto Madryn) y tres chicos”, agrega refiriéndose al conductor, Martín Amato (17, jugador de la Selección Argentina de handball) y otros dos cuyos nombres no trascendieron. Y después pasó lo que pasó...
Según las primeras versiones, el auto Renault Sandero circulaba por la Perito Moreno, a la altura de Alvarez Jonte, se despistó, dio un trompo e impactó contra el guardarraíl izquierdo de la autopista. Jazmín, que viajaba en el asiento trasero del auto, salió despedida por la luneta trasera y murió, supuestamente, al caer al pavimento. Aún no se pudieron determinar las causa del accidente, aunque en un principio se especuló con que el joven habría perdido el control del auto tras distraerse mirando un accidente anterior. La investigación aún no fue elevada al juzgado correspondiente (al cierre de esta edición continuaba en sede policial). Tampoco se le tomó declaración a los testigos. Sin embargo, la familia de la hermana de Nazarena ya decidió que se presentará como parte querellante en la causa. “Como es normal en los accidentes de tránsito, quieren saber cómo fue el accidente y en qué circunstancias murió su hija”, explicó su abogado, José Vera.
HASTA SIEMPRE, JAZ. El viernes por la noche, los Velez retiró el cuerpo de Jazmín de la Morgue Judicial. El cajón cerrado quedó en una sala velatoria del barrio de Pompeya y, al día siguiente, fue trasladado en un avión de Aerolíneas Argentinas (en el que viajaron todos sus afectos) hacia Trelew. El cuerpo fue sepultado el domingo a la mañana en el cementerio Municipal de Puerto Madryn. Los padres, José y Rosa, los hermanos de Jaz, Sandra, Florencia, Daniela, Nazarena y el único varón, Jesús, rodeados de parientes y amigos, despidieron a la menor de la familia, sumidos en un profundo dolor. 
Viernes por la noche, Naza abraza a su hija Bárbara tras pasar por la sala velatoria de Pompeya y retirarse abatida tras la muerte de Jazmín.
Nazarena junto a Jazmín en una fiesta. Su relación era excelente.
Nazarena junto su mamá, Rosa y su papá, José, durante el sepelio de Jazmín. La acompañó su pareja y el padre del bebé que espera, Fabián.
