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"No pienso en el casamiento"

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Jazmín habla en medio tono. Mide cada palabra y la dice con la certeza de que ésa es la adecuada. Es prolija, medida, relajada y, probablemente, tímida. Da la sensación de que, a sus 27 años, en la vida todo le salió como lo deseaba y tiene previsto que siga como se lo propone. Es directora de cine recibida en la universidad y asegura que sigue preparándose hasta que aparezca aquel buen guión que merezca ser filmado. Entre tanto, es actriz, su vocación más conocida. En lo que ella considera una carrera corta, ya trabajó en tiras tan exitosas como Verano del 98, Los Buscas, 22, el Loco, Kachorra y este año entró en Son amores para ser la ahijada del árbitro Sánchez. De ahora en más Mariano Martínez morirá de amor por ella. En la ficción, claro está. Al punto tal que Martín Marquesi compondrá un bolero para conquistarla. Fuera de la pantalla, Jazmín hace cuatro años que es la novia del periodista y conductor Andy Kusnetzoff (32) y dos que viven juntos.

Descendiente de europeos del norte es bien complicado conocer algo que ella no quiera decir.

-Una mujer muy conocida y de la que se sabe tan poco...
-¡¡Por suerte!! Solo quiero que se sepa que soy actriz, que se vea mi trabajo y nada más. No necesito que me conozca todo el mundo en profundidad.

-A la gente le gusta saber qué hay detrás de la actriz...
-A mí también me pasa con los actores o personas que hacen cosas que me gustan. Quiero saber cómo es su vida detrás de cámaras. Pero que se conozca de mi vida, no.

-Para los que tienen curiosidad, diga algo de su biografía.
-Nací el 14 de febrero del 76. Un año difícil para llegar al mundo. Por suerte fue el Día de los Enamorados. Tengo un hermano, un año menor que yo. Mis padres están separados. Se volvieron a casar y cada uno tiene una hija. Podría decir que tengo dos hermanastras pero las siento mis hermanas... No sé cómo continuar con mi biografía.

-¿Fue buena alumna?
-A pesar de las dificultades con las ciencias exactas, fui muy buena en literatura, historia y las humanísticas en general.

-Y se vino la facultad.
-Estudié Dirección en la Universidad del Cine que fundó Manuel Antín y a los tres años me recibí.

-Así que directora de cine. ¿Y va a dirigir?
-En algún momento... Ocurre que desde los 12 años estudié teatro. Nunca había pensado en la actuación como un trabajo. Lo hacía porque me gustaba. Cuando terminé cine, algo me hizo ¡clic! y me di cuenta de que me fascinaba actuar y quería dedicarme a eso. La dirección puede quedar para más adelante. Actuar me permite aprender cosas muy prácticas de la tarea del director. Al principio fue muy difícil... No podía dejar de pensar que estaba delante de cámara. Una cosa es lo que me piden y otra lo que yo haría. Eso interfería un poco. Algún productor me dijo: "Acá sos actriz, concentrate en eso". Yo venía del cine y sufría por la velocidad con la que se trabajaba. Muchas cosas quedan en el camino. Hasta que terminé por adaptarme.

-¿Y cómo llegó a la televisión?
-A Verano del 98. Cuando me decidí a actuar me prometí solo hacer cine o teatro, pero me llamaron para probarme en un papel. Yo dije que no. Tenía muchos prejuicios con la tele y, sobre todo, con una tira para adolescentes. Me parecía superficial. Pero mi papá me dijo: "Tenés que ir y probar. Pagar un derecho de piso". Quedé el mismo día que me presenté. Tenía ganas de salir corriendo y también una sensación muy linda porque iba a empezar a trabajar en lo que me gustaba. Y papá tenía razón.

-¿Ya vivía sola?
-Desde los 22. Tenía ganas de asumir la responsabilidad de cuidar una casa. Al poco tiempo llegó mi gato Domónico, rescatado de la calle. Y a los dos años empecé a vivir con Andy.

-¿Y qué tal es como ama de casa?
-(Duda un rato). Soy buena, aunque todavía me falta aprender a cocinar bien. Con el orden soy obsesiva.

-¿Y cómo se las arregla con esta personalidad de tan organizada en medio de un país difícil para ordenados?
-Lo padezco mucho. Pero nací en la Argentina y me gusta vivir aquí. Yo quiero trabajar para el público argentino.

-¿Tiene el mismo grupo de amigos de siempre?
-(Por primera vez se sale de sus casillas y responde). No los tengo porque se fueron a vivir al exterior. Los extraño muchísimo y aunque les va muy bien me faltan todos los días. Mi bronca es porque siento que los echaron, que no tenían posibilidades.

-Pero la vida siempre da revancha y pueden volver.
-No lo veo cercano. Por suerte nos escribimos y ellos llaman por teléfono porque desde afuera es más barato.

-¿Qué hace cuando tiene un día libre?
-Aprovecho para dormir un poco más y hago cosas de la casa. Riego las plantas, voy al súper. Paso por lo de mi mamá a tomar unos mates. Me gusta mucho ir a visitar a mi mamá, tenemos una relación genial. Y con mis hermanos nos amamos.

-¿Y en el amor, bien?
-¿En el amor de pareja? Estoy muy bien. Hace cuatro años que Andy y yo estamos juntos.

-¿Se van a casar?
-La verdad es que no pienso mucho en el casamiento. Cuando uno convive... no piensa en eso.

-Salvo cuando se decide tener un hijo.
-Conozco muchas parejas que conviven y tienen hijos y nunca pensaron en casarse.

-¿Cada cual maneja su plata?
-Somos muy independientes. Las parejas se manejan de otra manera. Todo cambió mucho. Ahora, si una mujer tiene treinta años y está sola, no pasa nada; antes era una solterona.

-¿Cuando le ofrecen un trabajo le pide consejos a Andy?
-Consulto con todas las personas que tengo a mi alrededor. Me importa mucho lo que piensen todos, mis familiares, mis amigos y, por supuesto, mi pareja.

-¿Cómo hace para mantenerse al margen de la farándula?
-No es tan difícil. Existe el mito de que si uno trabaja en televisión tiene que integrar la farándula. Si uno está hiperexpuesto es porque lo elige. Cuando se convierte en irreversible o irritante es porque abriste las puertas más de lo debido.

por Teresa Ferrari
producción: Sofía Delger
fotos: Christian Beliera
peinó: Juan Manuel para Roberto Giordano
agradecemos a: Juana de Arco, Lupe y Ricky Sarkani

Aunque estudió cine, su trabajo como actriz le lleva todo su tiempo. A pesar de haber elegido una carrera de alta exposición pública, dice que no le gusta que los demás sepan mucho  sobre ella.

Aunque estudió cine, su trabajo como actriz le lleva todo su tiempo. A pesar de haber elegido una carrera de alta exposición pública, dice que no le gusta que los demás sepan mucho sobre ella.

Jazmín es descendiente de dinamarqueses, alemanes y escoceses. Tiene una cara divina y la discreción europea a la hora de hablar de su vida. Con Andy  Kusnetzoff está de novia hace cuatro años y viven juntos hace dos.

Jazmín es descendiente de dinamarqueses, alemanes y escoceses. Tiene una cara divina y la discreción europea a la hora de hablar de su vida. Con Andy Kusnetzoff está de novia hace cuatro años y viven juntos hace dos.

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