“No me interesan la plata, la fama, ni salvarme económicamente: no soy una botinera” – GENTE Online
 

“No me interesan la plata, la fama, ni salvarme económicamente: no soy una botinera”

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He perdido buenos trabajos por no querer dar un beso en la boca. Y las revistas de España me han ofrecido delirios de plata para que me desnude, pero jamás acepté.

–Te tiento un poquito: ¿no te desnudarías por cincuenta mil euros?
–¡Me ofrecieron mucho más! Soy la novia de Diego Forlán, el goleador del fútbol español. En Europa nos ofrecieron fortunas para confirmar el romance. Nunca vendería esas cosas.

–Perdón, me dijeron que iba a entrevistar a la hermana de Wanda…
–¡Ja, ja! Sí, sí, soy la menor de las Nara. Tengo otro estilo, pero no somos tan distintas…

DIOSA CHAPADA A LA ANTIGUA. Anote: en su metro setenta y dos reparte impecables 90-58-90, pelo lacio y castaño, ojos verdes y mirada pícara. Si fuera por cuestión genética o de árbol genealógico, la primera impresión diría que la menor de las Nara es una femme fatale. Pero en estos días su obsesión pasa por otro lado: “Trabajo para ser una gran ama de casa. Cuando estoy en lo de mi novio y tengo una duda –en Madrid, vale aclarar– la llamo a mamá y soluciono todo”, jura. Y eso que la génesis de Zaira Nara (20) es el mundo del fashion y la publicidad.

Hace quince años era una nena que jugaba al Rey León en una publi de McDonald’s; también hizo una de los postrecitos Shimmy y apareció en Para Ti desfilando de la mano de Carola del Bianco y Carolina Peleritti. Tenía cinco años. En el otro extremo de la pasarela caminaba su hermana mayor, esa nena rubia que una década después demostraría su simpatía por el demonio y se convertiría en una reina… del showbussines, digamos. “Ah, vos sos la hermana de Wanda”, se cansó de escuchar en estos años Zaira, frase que la ponía muy cerca de las placas rojas con letras y formato de escándalo: léase, el calzoncillo de Maradona, el marketing de la virginidad, los botines y varios etcéteras que incluyeron un comentado video íntimo… hasta que a Wanda le llegó el amor, el matrimonio y su primer hijo, y esas explosiones se convirtieron en parte del pasado.

Hay que decir que, misteriosamente, las esquirlas de las bombas de su hermana nunca la alcanzaron, y en estos días la modelo se consolidó en la pantalla chica con una imagen súper familiar. “Al fin encontré mi lugar”, acepta. Ese lugar se llama Justo a tiempo, el tanque que conduce Julián Weich en la pantalla de Telefe. Su victoria es haber llegado al prime time sin escándalos ni necesidad de desnudarse: “Siempre conservé mi perfil y mis principios. Si alguna vez fui la sombra de Wanda, eso quedó atrás. Ya no soy ‘la hermana de…’”.

–¿Te hubieses puesto una prenda íntima del mejor jugador del mundo para ganar una semana de pantalla?
–No, ¡me daría asco! No me pondría el calzoncillo de Maradona ni de nadie. Wanda supo hacer lo justo en el momento exacto. Creo que en la Argentina nadie se manejó mediáticamente como ella.

–Pero los que digitan el mundo de las pasarelas te aconsejaron despegarte de tu hermana. Se ve que entre las modelos lo mediático no tiene mucho glamour que digamos…
–Es cierto. Intentaron freezarme, que no me expusiera. Me da bronca, hay mucha…

–¿…hipocresía?
–Sí, porque muchas modelos que venden una imagen de celebrities impolutas son las mismas que seducen empresarios o salen con casados. ¿Eso nadie lo ve? Mi hermana actuaba para una cámara. Lo de ella era un show y el boxer no era de Maradona… ¡Era suyo!

–Estás defendiendo a la persona que, desde la tapa de GENTE, dijo que todas ustedes son botineras sin papeles…
–¡Ja, ja, ja! En la letra chica debe decir: “Todas menos mi hermana”. Pero no me enojé con Wanda, porque no me siento una botinera: no me interesa la plata, la fama y nunca busqué un futbolista para salvarme económicamente.

–Hablando de botines de oro, ¿es cierto que se te acercó uno de los futbolistas más populares del mundo para seducirte?
–¡Uyyyy…! Sí, fue hace tres años. Estábamos en un boliche en Bariloche y vino un chico y me dijo: “A Lionel Messi le gustaría conocerte. Sabe que sos modelo, que estás trabajando en una producción y le gustás…”. Me cayó mal que mandara un intermediario y no tuviera la fuerza suficiente para hablarle a una mujer. Después vino, pero era tarde.

–¡Qué falta de respeto al resto de las botineras! Te perdiste un pasaporte para viajar por el mundo y no trabajar nunca más…
–Es que nunca me interesó la plata, la fama ni que me mantuvieran. Para mí, salvarme es encontrar al hombre de mi vida, la felicidad con la persona amada y no la felicidad económica.

–¿Nunca fuiste chica de touch and go?
–Nunca. En mi vida sólo besé en la boca a los dos novios que tuve. Ni siquiera he salido a cenar a solas con un chico. Soy medio antigua: no estaría con una persona con la que no veo futuro. Por eso estuve más de dos años para encontrar a alguien. Mi forma de ser debe ser un valor para el hombre que está conmigo. ¿No te parece?

DOS VESTIDOS Y UN AMOR. El 30 de mayo del año pasado, Zaira Nara llamó a su maquillador y a su peluquero de confianza y preparó su mejor vestido. Tenía una primera cita. ¿El hombre? Ojos celestes, rubio platinado –el jura que no se hace reflejos, sino “oscuritos”– y con el poco refinado apodo de Cachavacha, que no es otro que Diego Forlán, el crack de la selección uruguaya y dupla del Kun Agüero en el Atlético de Madrid. Eso convirtió a Zaira en una botinera de luxe. Justo ella, que siempre juró: “No me gustan las botineras; nunca saldría con un futbolista”. Hoy se muerde la lengua, como aquella vez que dijo: “Nunca estaría con un hombre al que le gusten las modelos”, siendo modelo…

–Pregunta de rigor: ¿Diego se banca la mesa de los domingos con la familia Nara?
–Sí, somos muy parecidos. Le encantan los domingos en familia, algo muy importante para mí. La única pelea es la sede en donde se pondrán los platos al mediodía. Ja, ja, ja… Porque él es uruguayo y yo soy argentina.

–Forlán es el goleador de la Liga Española de Fútbol. ¿Podemos hacer un paralelo en la intimidad…?
–Y… te diría que es una persona muy dedicada en todo sentido. En la intimidad es igual que en el fútbol, donde con garra siempre consiguió las metas que quiso. Sabe cuidar su trabajo y sabe cuidar a su mujer.

–Rompamos un mito: ¿tiene mayor rendimiento el deportista de elite que un humilde oficinista de clase media? ¿Verdadero o falso?
–Mirá, no tengo tanta experiencia, pero el rendimiento de Forlán es muy bueno. Lo suficiente para tenerme feliz.

–En la era del cyberespacio y las comunicaciones, ¿se animaron a protagonizar algún video hot?
–¡Ni loca! Soy muy vergonzosa. No me sentiría cómoda en esa situación. Además, en la familia tenemos malas experiencias con “esos temas” y habría que guardarlo bajo siete llaves.

–¿Ni siquiera se pararon frente a su cámara web, él en Madrid y vos en Buenos Aires, para darle calor a una noche solitaria?
–¡Nunca! ¿Cómo se te ocurre? Sé que es difícil mantener una relación a la distancia y tengo claro que una tiene que dar todo. Pero prefiero reservarme para cuando estamos juntos.

–¿Qué dice Forlán cuando te toca hacer una producción muy fuerte y sensual?
–Lo lleva muy bien: directamente no se mete. Pareciera que me hubiese investigado un año antes de conocerme, porque no puede ser que todo lo que hago le encaje tan bien. El tiene muy claro cómo me manejo; entonces, se queda tranquilo. Es celoso como cualquiera, pero está orgulloso, porque sabe que soy totalmente suya.

–Vos decís: “La intimidad la guardo sólo para mi pareja”. Te pareceré lento, pero no entiendo: ¿podés aclarar a qué tipo de intimidad te referís?
–Jamás haría una escena de sexo, ni me desnudaría completamente, ni besaría a una persona… Esas cuestiones las guardo sólo para él. Puedo mostrar una imagen sexy, pero nunca voy a entregar las cosas que una mujer debe preservar para el hombre que ama.

–Sos chapada a la antigua. Imagino que serás una gran ama de casa.
–Me costó bastante ponerme el delantal de ama de casa, porque siempre fui una nena mimada y mamá me esperaba con la comida arriba de la mesa. Pero en Madrid, cuando estuve con Diego, me tuve que poner las pilas: no estaba bueno que él llegara de entrenar y no tuviera qué comer.

–¿Dejarías todo para seguirlo a España?
–Siempre dije que no dejaría mi carrera por un hombre, pero hoy estoy en una situación ambigua: conocí a la persona con la que me gustaría casarme y compartir el resto de mi vida. Los dos estamos disfrutando de nuestros trabajos. Pero más de una vez pienso en dejar todo y apostar definitivamente al amor. “Decidí crear mi estilo y respetar mis principios. Ya no voy a un desfile de veinte chicas. Voy sólo si quieren a Zaira Nara”, afirma.

“Decidí crear mi estilo y respetar mis principios. Ya no voy a un desfile de veinte chicas. Voy sólo si quieren a Zaira Nara”, afirma.

Antes de regresar a su pretemporada en Europa, Forlán se instaló varios días en Buenos Aires. Cada noche, Diego fue a buscarla cuando finalizaba el programa. Y hasta se animó a quedarse en el piso durante una emisión de Justo a tiempo. La pareja pasó el Día del Padre en la casa de los Nara en San Isidro, y el fin de semana siguiente viajó a Uruguay.

Antes de regresar a su pretemporada en Europa, Forlán se instaló varios días en Buenos Aires. Cada noche, Diego fue a buscarla cuando finalizaba el programa. Y hasta se animó a quedarse en el piso durante una emisión de Justo a tiempo. La pareja pasó el Día del Padre en la casa de los Nara en San Isidro, y el fin de semana siguiente viajó a Uruguay.

“No esperen verme desnuda o en topless. Lo juro, aunque me ofrezcan todo el oro del mundo. Guardo la intimidad para mi pareja. Creo que es un valor agregado  en el combo de Zaira”

“No esperen verme desnuda o en topless. Lo juro, aunque me ofrezcan todo el oro del mundo. Guardo la intimidad para mi pareja. Creo que es un valor agregado en el combo de Zaira”

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