«No me interesa ser una veterana de las pasarelas» – GENTE Online
 

"No me interesa ser una veterana de las pasarelas"

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Dice que fue un paréntesis, apenas una pausa.

-Tres años y una hija, María.
-Pero yo siento que nunca me fui, sólo me tomé un recreo.

-¿Su embarazo hizo sonar la campana?
-Sí, dejé de trabajar el mismo día que supe que estaba embarazada. Entonces, decidí quedarme en casa para dedicarme a mi marido y a mi hija. Para disfrutar del primer año de Mia y acompañar a Adolfito en sus viajes alrededor del mundo. Pero ya pasaron tres años y tengo ganas de retomar mi carrera.

María Vázquez continúa con su sesión de make up. Hace una década debutó en el mundo del fashion y conoce la rutina. Su cabeza está cubierta por pinzas y ruleros. "Si vuelvo a mi casa así, mi hija se va a pegar un susto enorme", deduce. Luce bien, aún cubierta de pies a cabeza. Sin pudores, confiesa sus 29 años. Ahora pide café, enciende un cigarrillo y sugiere: "Sigamos…".

-Intuyo que se aburrió de cumplir funciones como Primera Dama del polo…
-Por momentos. Cuando conocí a Adolfito decidí acompañarlo y asumí el rol de "mujer de" o, como decís vos, de Primera Dama del polo. Pero ya pasaron tres años y entendí que necesito mi propio espacio.

-Su espacio en la televisión, imagino…
-Exactamente. Y lo tengo: debuto el viernes 3 de septiembre a las 22. Voy a hacer un programa para MuchMusic que se va a llamar SIO2…

-¿…?
-SI02 es la fórmula química del vidrio. La estética del programa es muy de vanguardia y el estudio está hecho con paneles de vidrio. Toco un vidrio y aparece una nota… Debo reconocer que al principio, sin los efectos de postproducción, me sentí una infradotada (ríe). Pero el resultado final es excelente. El contenido periodístico incluye entrevistas a personajes e informes de arte, gastronomía, música y nuevas tendencias.

-¿Qué opina su marido respecto a este regreso?
-Adolfito está de acuerdo con todas las cosas que hago. Siempre comentamos y discutimos nuestros proyectos. Y él fue el primero en decirme: "Dale para adelante, tenés que hacerlo".

-¿Cómo cambió su vida luego del nacimiento de Mia?
-Fue un cambio radical, absoluto. El embarazo y el parto potencian todos los sentimientos. Los buenos y los malos. ¿Qué cosas malas? Yo soy una persona obsesiva y la maternidad me obsesionó el triple: durante los primeros 18 meses no permití que nadie más que yo o Adolfito bañasen a Mia. Hoy vivo la maternidad más relajada, aunque sigo atenta a todo lo que pasa en casa. Antes de salir a trabajar tengo que tener el cien por cien de garantías de que mi hija va a estar bien.

-¿Acaso ya se convirtió en una madre culposa?
-Quizá en un principio… Pero ya no tengo culpas porque sé que necesito sentirme plena y realizada para darle felicidad a mi hija. La culpa no sirve para nada y trabajé mucho para erradicarla.

-¿Y cómo vivió la transformación de su cuerpo?
-Engordé 15 kilos durante el embarazo. Estaba feliz y perdí noción de cómo era antes de la panza. Por momentos me veía enorme, pero no me hacía mucho drama. Cuando volví a mi peso trataba de ponerme jeans y no pasaban del muslo. El cuerpo te cambia completamente. Recuperar mis curvas me llevó nueve meses, lo mismo que el embarazo. Lo más curioso es que a los tres meses me veía divina y hoy, cuando veo esas fotos, no lo puedo creer… Lo peor son las fotos del bautismo de Mia: ¡Yo creía que estaba divina y ahora me veo como un globo aerostático! De todas formas, lo peor que tiene el embarazo es la revolución de hormonas que afectan al cuerpo y al cerebro.

-Deduzco que suspendió la producción, que no piensa volver a ser madre en lo inmediato…
-No por el momento, pero me encantaría darle hermanitos a Mia. Y Adolfito muere por un hijo varón para enseñarle a montar caballos y a taquear.

-A propósito, ¿es realmente glamoroso el mundo del polo?
-Afuera, la gente se hiper produce para ir a ver los partidos. Son eventos sociales de los que participan príncipes y sultanes. Hay tardes en las que los hombres visten galera y las mujeres sombreros enormes. Hacen picnics alrededor de las tablas. Otras veces hay bandas tocando…

-¿Entiende de chuckers y palenques?
-Lo que más me gusta son los entrenamientos. Yo vivo en las caballerizas de mi casa. Si puedo evitar ir al partido, lo prefiero. Salvo las semifinales y finales de Palermo, claro. Todavía me pongo nerviosa en la cancha, me parece que es un deporte muy peligroso… Adolfito trató de enseñarme a taquear, pero soy un caso perdido.

-¿Qué coincidencias encuentra entre el polo y la televisión?
-Son dos mundos que tienen mucho glamour, en los que sus protagonistas son admirados. Y también comparten la ficción: tanto en el polo como en la tele hay gente que pretende ser lo que no es.

-¿Cuáles son sus medidas hoy, María?
-Te juro que ni siquiera las recuerdo. Pero uso la misma ropa que antes del embarazo. Incluso aquellos jeans que te mencioné…

-¿Y ya no piensa volver a las pasarelas?
-Voy a hacer algunos trabajos muy puntuales, pero no está en mis planes volver a desfilar. Yo hice mis primeros desfiles hace diez años y no me interesa ser una veterana de las pasarelas. Hoy estoy en otro trip.

por Jorge Martínez Carricart
fotos: Santiago Turienzo
producción: Sergio Barbaro
(Maquilló: Poli de Make Up. Peinó: Margarita para Lamensa con productos L'Oreal. Agradecimientos: Class Life, Mai Cassal, Harley-Davidson y www.harley/davidson.com.ar)

…para María en su regreso a la televisión: el debut será el viernes 3 de septiembre. Abandoné todo para acompañar a mi marido y criar a mi hija. Pero ya pasaron tres años y necesito retomar mi carrera", jura ella.">

…para María en su regreso a la televisión: el debut será el viernes 3 de septiembre. "Abandoné todo para acompañar a mi marido y criar a mi hija. Pero ya pasaron tres años y necesito retomar mi carrera", jura ella.

Durante el embarazo engordé 15 kilos. Me veía enorme pero no me hacía mucho drama. Me llevó nueve meses recuperar mis curvas… Lo peor son las fotos del bautismo de Mia: ¡Yo creía que estaba divina y ahora me veo como un globo aerostático!"">

"Durante el embarazo engordé 15 kilos. Me veía enorme pero no me hacía mucho drama. Me llevó nueve meses recuperar mis curvas… Lo peor son las fotos del bautismo de Mia: ¡Yo creía que estaba divina y ahora me veo como un globo aerostático!"

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