Hace un tiempito que a Griselda las cosas le vienen saliendo bien, bastante bien. Después de toda una adolescencia entre la Escuela de Danza, las clases de teatro y las de canto, luego de unos cuantos años girando en el circuito under porteño con obras como Modositas, Hermosura y El rebenque show, un día llegó la televisión con toda su magia y la vida se le convirtió en algo veloz, inesperado.
Una noche Adrián Suar la vio interpretando a una secretaria con algunos problemitas nerviosos en Revista nacional (obra que él mismo producía), y le ofreció seguir haciendo el mismo papel, pero en televisión. Un pequeño cambio. Y ella aceptó. “Me pareció una gran oportunidad, aunque me daba mucho miedo. No sabía cómo se trabajaba en la tele, si me iba a sentir cómoda… Jamás me imaginé que iban a estar tan buenos el personaje y el programa”, explica ella ahora.
Era julio de 2005 y a Siciliani le acababa de cambiar la vida. A las pocas semanas era la secretaria maníaco-obsesiva del señor Nielsen en Sin Código 2, nada menos que en el prime time de Canal 13. A eso le siguió Debbie, la “nena bien” de Sos mi vida, junto a Facundo Arana y Natalia Oreiro. Y de pronto la gente la empezó a mirar por la calle, a reconocerla. Pero con la popularidad también llegaron cosas menos divertidas para ella, como esto de tener a un periodista metido dentro del camarín preguntando por ciertas cosas que, según dice, no les contaría ni a sus amigos. “Cuando leo que alguien dice en una nota: ‘Prefiero no hablar de eso’, pienso: ‘Claro, si uno a gente con la que incluso tiene confianza no le habla de todo, ¿por qué debería hacerlo en una nota?’. Me avergüenza... Me da pudor hablar de ciertas cosas”, dice Griselda.
Ahora, a sus 28, y mientras brilla en el teatro con Florencia Peña en Sweet Charity, le llegó su primer protagónico, junto a Juan Darthés y Laurita Esquivel en Patito Feo. Aunque ya no al lado de Suar, sino de Tinelli e Ideas del Sur.
–Llegó rápido el primer protagónico…
–Sí, medio de sorpresa. Igual, es compartido con Juan Darthés y la cara del programa es Laurita Esquivel, el Patito Feo, así que no es tanta la presión del protagónico. Es simplemente más cantidad de trabajo. Además, creo que el papel era ideal para mí. Supongo que también influyó haber hecho el año pasado un programa exitoso como Sos mi vida.
–¿Te sentís igual de cómoda en el teatro under que en una tira en el horario central de Canal 13?
–Sí. En realidad, el que hace cosas under no quiere ser under, quiere que lo mire todo el mundo. El tema es que la popularidad depende de qué se puede vender y qué no. Por eso está bueno tener las dos cosas, vivir de tu trabajo y hacer algo bueno. Porque dentro de lo popular también hay cosas buenas. Hasta ahora, lo que me tocó hacer fue un verdadero privilegio.
–¿Cómo te imaginás que sigue esto dentro de unos años?
–Como ahora, quizá sin trabajar tanto… pero no sé. Si hace cuatro años me preguntabas qué iba a pasar con mi vida, te iba a decir algo muy distinto de lo que ocurrió después. Así que no sé. Bailando, viajando, haciendo personajes que me gusten, programas que estén buenos…
–¿Sos de mirar tevé?
–Sí, soy re teleadicta. Ahora no tengo mucho tiempo de sentarme frente al televisor, porque a la hora que vuelvo a casa, tipo tres de la mañana, sólo hay noticieros. Así que me alquilo series en DVD; me encantan las sit-com. Hace poco me vi todas las temporadas de 24, y con Lost todavía no empecé. Y si no, unos programas tipo Sprayette que llamás y te comprás la salvación de Dios. ¡Son tremendos! A veces me compro helado y me cuelgo viendo a la madrugada ese tipo de programas…
–¿Sola?
–Sí, sola. Hace un año y medio que vivo sola en un departamento en Colegiales. Todavía estoy terminando de decorarlo, pero no tengo tiempo. ¡Me levanto a las seis y media de la mañana!
–¿Nunca un amor, Siciliani?
–¿Cómo no…? Conviví siete años con un hombre, mi novio, mi pareja. Pero de eso quedamos en que no hablo. ¿Recordás?
–Insistís en preservar tu intimidad, veo...
–Es que no me interesa que cualquier persona sepa con quién duermo.
Hace Sweet Charity en teatro junto a Florencia Peña y, en abril, estrena su primer protagónico en televisión. A los 28, tiene todo para ganar.
En plena grabación de la tira. Será la mamá de Laura Esquivel –Patito Feo– y terminará enamorada del galán. “Creo que el papel era ideal para mí”, dice la bailarina devenida actriz.
“El que hace cosas del under, en el fondo pretende que todo el mundo lo mire Además, dentro de lo popular y lo masivo, también se ven producciones buenas. Hay que terminar con ese mito”
