“No me interesa, como a otras, ser famosa a cualquier precio” – GENTE Online
 

“No me interesa, como a otras, ser famosa a cualquier precio”

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La sobrina del vicepresidente de la Nación corta el aliento. Sí, cuando posa frente a la cámara genera todo tipo de comentarios –y ratones, ¿por qué no?– de los escasos presentes durante la producción fotográfica. Mira a cámara y derrite cuando dice: “Mi fuerte son los rasgos de mi cara. Y mi cuerpo, que no tiene ni cirugías ni colágeno”. Y enseguida, Agostina Scioli (20), dueña de un par de ojos grises y medidas inquietantes –89-62-92 y 1,75 m de estatura– reconoce, como muchas chicas que están en el ambiente, que sufrió de anorexia, aunque al verla al natural cueste bastante creerlo: “Tuve problemas de alimentación, pero los superé. Al principio me asusté, porque me debilité mucho. Sí, tuve anorexia, no le tengo miedo a esa palabra. ¿Para qué lo voy a ocultar?”.

–¿Sufría por los kilos de más o era un capricho y estaba flaca y se veía gorda?
–No, tanto como sufrir no. Nada más intentaba estar mejor, y sin querer lograba estar peor. Es que a los trece ya tenía cuerpo de mujer, y eso de alguna manera me pesó. Pero enseguida pude resolver el problema y mis formas se armonizaron. Por esa época me insistían: “Tenés que ser modelo”. Tanto me insistieron que lo pensé seriamente y me anoté en uno de los tantos concursos que organizaba Pancho Dotto. Me fue muy bien, pero no me gustó nada el ambiente. Me sentía incómoda, no sé cómo explicarlo… Y entonces dejé.

Agostina prefirió terminar la secundaria en el Washington School y recién entonces retomar su vocación sobre las pasarelas. Y volvió a insistir, esta vez en las filas de Ricardo Piñeiro, contando con el apoyo de José, su papá –empresario, hermano de Daniel Scioli–, y Erica, su mamá –artista plástica–. “Soy hija única y, me encanta, la nena mimada de la casa”.

–¿De su tío, el vicepresidente, también?
–Con Daniel tengo una muy buena relación, lo quiero mucho. Le interesa mi carrera y siempre me pregunta cómo me va.

–¿Y alguna vez le dio una ayudita, un poquito de acomodo, digamos?
–Nunca. Es mi tío y cuando nos vemos no hay protocolo. Y menos acomodo. Jamás le pedí ayuda, porque lo que pueda lograr quiero conseguirlo con mi propio talento. Me caen mal las que no tienen escrúpulos para alcanzar el éxito.

–Se metió en un terreno interesante. Cuénteme detalles del ambiente.
–Algunas chicas son de poco nivel. Hay un grupo que quieren ser famosas a cualquier precio, por más alto que sea. A mí eso no me interesa. Y te soy sincera: me duele que nos metan a todas en la misma bolsa.

–Le advierto que está lanzando munición gruesa contra sus colegas. ¿No le preocupa?
–No, y yo no les llamaría colegas, porque no son modelos. Por culpa de ese grupito, se generaliza y nos califican a todas en forma despectiva. Y eso me provoca bronca. El ambiente cambió mucho, para mal, por supuesto…

Tiene su carácter Agostina. Se nota. Está en el último año, cursando Administración de Empresas en la Universidad Católica Argentina, y explica que finalizar sus estudios es prioridad en su vida: “No pierdo la cabeza por ser modelo. Dejé de lado muchos trabajos en Europa por seguir en la facultad, pero no me arrepiento”. Mientras habla con GENTE, Marcelo (24), su novio desde hace un año y compañero de la facultad, espera en el pasillo, cuidando sus espaldas. “¿Si es celoso? Como todos –aclara ella–. Pero tenemos una muy buena relación. Nos queremos y nos cuidamos. Porque el entorno que rodea mi profesión tampoco me agrada”.

–Sigue con los tapones de punta, Agostina...
–Es que siempre sufrí a las que pretenden un status diferente y no tienen con qué.

–¿Qué pretende para su futuro como modelo?
–Ahora que estoy en Multitalent me siento mejor, tengo una atención más personalizada y eso me viene muy bien, por mis horarios. Sueño con ser una profesional de alta costura. Y creo que me va a ir bien. ¿Cuál es mi fuerte? Me elogian mucho mi rostro por ciertos rasgos marcados que tengo.

–¿Y sus curvas?
–También. Soy pulposa, bah, como les gusta a los hombres.

Agostina, 89-62-92, 52 kilos y 1,75 m de estatura, se define sin eufemismos: “<i>Está a la vista. Soy una chica pulposa… Bah, como de verdad les gusta a los hombres</i>”.<br />

Agostina, 89-62-92, 52 kilos y 1,75 m de estatura, se define sin eufemismos: “Está a la vista. Soy una chica pulposa… Bah, como de verdad les gusta a los hombres”.

“<i>Con mi tío Daniel tengo una muy buena relación. Pero jamás le pediría una<br />
ayuda para triunfar en el mundo de las modelos. Todo lo que pueda lograr quiero<br />
conseguirlo con mi propio talento</i>”</p>
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Con mi tío Daniel tengo una muy buena relación. Pero jamás le pediría una
ayuda para triunfar en el mundo de las modelos. Todo lo que pueda lograr quiero
conseguirlo con mi propio talento

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