“No me gusta ni me interesa el conventillo” – GENTE Online
 

“No me gusta ni me interesa el conventillo”

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Ivana Pagés (40) no tiene Twitter ni Facebook para comunicar sus sentimientos, y tampoco lo quiere. “No me interesa hablar ni aclarar nada. Respeto el trabajo del periodismo, pero tengo cosas más importantes de qué ocuparme”, respondió el pasado jueves 3, cuando volvía a su nueva casa de Belgrano C (O’Higgins y Virrey del Pino), adonde se mudó con sus hijos, Tomás (14) y Martina (9).

Ex modelo, dejó la pasarela dispuesta al más absoluto anonimato, y lo mantuvo por años: su nombre era apenas un dato periodístico mínimo en las notas que protagonizaba su notorio marido, Martín Redrado: joven sobresaliente, hijo de Harvard, vicepresidente de un banco norteamericano, uno de los reformadores de la economía boliviana, mano derecha de Domingo Cavallo, y por fin, presidente del Banco Central, cargo que acabó con una polémica y traumática renuncia. Pero –sin quererlo– volvió a la pasarela mediática cuando el romance Redrado-Luli Salazar explotó como una granada. En realidad, ese matrimonio de quince años ya tambaleaba; tanto, que ella se mudó con sus hijos a una casa cercana a la anterior, pero no demasiado: diez cuadras de diferencia. Pero la sorprendente relación Redrado-Salazar puso todo blanco sobre negro... o rojo fuego.

BREVE (Y ARDIENTE) HISTORIA. Luciana (30) apareció en la vida de Martín en abril del año pasado. Los presentó una amiga de ambos, y Luli publicó, vía Twitter y Facebook: “El amor ha tocado a mi puerta nuevamente. ¿Me animaré a abrirla esta vez? ¡Sin reservas!”. Este final está tomado del título del libro que Redrado publicó bajo el sello de Planeta muy poco después de abandonar el sillón del Banco Central... y todo quedó dicho. La mecha del polvorín empezó a correr rumbo a los explosivos.

SEGUNDO ACTO. El 23 de mayo, Ivana irrumpió en el gimnasio Sport Club de Belgrano, donde Luciana ensayaba con el bailarín Pier Fritzche la coreografía que desplegó en Bailando por un sueño 2010, certamen al que renunció –dicen– por exigencia de Redrado, y confirmada por las notas en las que dijo: “Mi novio quiere que me desnude sólo para él”.

PALABRA DE BAILARIN. Según lo que dice hoy Fritzche, “estábamos ensayando y de pronto apareció una morocha, muy bonita y muy bien vestida. Abrió la puerta y se mandó derecho a Luciana. No discutieron: la charla fue muy tranquila. Creo que la mujer de Redrado le planteó los problemas que tenía con sus hijos a raíz de la relación, y le disparó: ‘Me quiere a mí. A vos te dice una cosa, y a mí, otra’. Luciana le respondió: ‘Lo que menos quiero es tener un problema por el tema de tus hijos’. Entonces Ivana llamó a Redrado a su celular, delante de Luciana, y le dijo: ‘A ella le decís que la querés... ¡y a mí también!’. Mientras la morocha hablaba con Redrado, se alteró un poco... Luciana volvió a ensayar, muy nerviosa, mientras su rival seguía hablando por teléfono. Después cortó, saludó, se fue, y al toque empezó a sonar el teléfono de Luciana: era Martín y ella no lo atendió. Estaba muy mal”, finalizó el bailarín de ShowMatch.

PALABRAS DE AMOR. En agosto, Ivana colgó un pasacalle tachonado de corazones: “Martín, te amo, te respeto, sos el mejor en todo sentido, Ivana”. Mensaje público y potenciado por los medios que delataba otro, no escrito. “Sigo luchando para salvar nuestro matrimonio”, aunque ya dormían en camas (y casas) separadas. Luciana, como respuesta, escribió en su Twitter: “¡Si supieran la verdad!”. Un enigma muy poco enigmático.
Y llegaron los idus de octubre; y con ellos, la primera gran pelea Martín-Luli. El se despidió de ella porque partía –dijo– con sus hijos a Disney. Pero también con Ivana, dato clave que omitió. Enterada Luli, decidió cortar la relación con un seco golpe de espada... nada letal: en noviembre, los novios retornaron a sus mieles.

UN FEBRERO CALIENTE. Segundo mes del año, jueves 10. Luciana volvió a montarse en el Twitter: “Amigos, tengo una primicia muy linda para darles... Si en su momento no lo hice no fue para ocultarlo, sino porque había personas que tenían que enterarse antes que se publicara en una revista, pero ahora ya lo saben. Queremos compartir con ustedes nuestro amor”, y agregó una foto decisiva: ella y Martín en las islas Fiji, el paraíso terrenal. Después aceptó una nota en la revista Para Ti: el detonante del polvorín. Ella hablaba del futuro de la pareja, y Redrado, hecho un basilisco, confesó entre amigos que ya la relación no daba para más “porque tenemos proyectos y tiempos distintos: Luciana iba en quinta velocidad y yo en segunda”. Pero Luli también estaba pensando en un adiós: “El me sigue mintiendo. Ya lo perdoné una vez... No va a enfermarme, como lo hizo con su ex mujer”, dijo, anunciando el final.

TERCER ACTO. Entre deprimida y furiosa, el domingo 27 de febrero ella volvió al Twitter : “Es un día muy triste, pero decidí ponerle fin a esta relación con Martín Redrado, porque me desilusionó como hombre y como ser humano”. Usó también una palabra terrible (“perverso”). Su cólera se apoyaba en lo que juzgó como una doble traición: el viaje a Disneyworld omitiendo mencionar a Ivana, y el enojo de su novio luego de leer la nota de Para Ti. Según sus íntimos, dijo llorosa: “¡Martín estaba de acuerdo en dar a conocer la relación! Me había pedido que esperáramos para que sus chicos no se enteraran por los medios... Y ahora se hace el sorprendido. Nunca hice nada sin consultarlo”.
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Ivana hoy. Casa nueva. Con sus hijos y Tomy, un ovejero alemán. Madruga, desayuna y camina hasta el gimnasio Lola Torres. Hace yoga. Después va a FABA (Fundación Argentina para el Bienestar Animal): es la directora. El viernes, cuando salía del gimnasio, habló con GENTE:

–Luciana dice que Martín, a usted, la enfermó. ¿Es cierto?
–Sin comentario.

–¿Se reconcilió con él?
–Preguntáselo a él, que es una persona pública.

–¿Cómo es su vida hoy?
–Me ocupo de mis hijos y de la Fundación que dirijo. Para los medios, lo único importante es nuestras vidas y Gran Hermano. ¡Qué aburrido!

–Lo que pasa es que a veces puede ser entretenido un poco de conventillo, ¿no cree?
–Pero a mí no me gusta ni me interesa el conventillo. No quiero decir nada más. Y por favor, ¡no me traicionen!

–¿Alguna vez la traicionaron?
–Perdoná, pero fin de la entrevista: no soy un personaje público.
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Final. Sin traiciones... Aunque fue modelo y hoy lidera una Fundación en defensa de los animales, no le gusta exponer su vida privada, y mucho menos hablar de Redrado o de Luciana Salazar. En la foto, paseando cerca de su casa de O’Higgins y Virrey del Pino, Belgrano C.

Aunque fue modelo y hoy lidera una Fundación en defensa de los animales, no le gusta exponer su vida privada, y mucho menos hablar de Redrado o de Luciana Salazar. En la foto, paseando cerca de su casa de O’Higgins y Virrey del Pino, Belgrano C.

“Me dedico a criar a mi familia y a trabajar en FABA, la Fundación que manejo. Parece que lo único importante para los medios es nuestras vidas, y Gran Hermano”

“Me dedico a criar a mi familia y a trabajar en FABA, la Fundación que manejo. Parece que lo único importante para los medios es nuestras vidas, y Gran Hermano”

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