No es cualidad del fotógrafo, más allá de su prestigio. Tampoco es mérito del retoque digital, del famoso photoshop. Ni siquiera del equipo de productoras que trabajó en el detrás de escena de esta secuencia de imágenes. Libérese del escepticismo y sépalo: en realidad, Chloé Bello (21) es así. Tal como se la ve en las fotos. Sensual, distinguida y soberbiamente bella. Aquí no hay truco.
Modelo de talla internacional (según apunta su metro ochenta de altura), no parece extraño su notable ascenso en el mundo del fashion mundial. Y aportamos pruebas. Desde que se instaló en Madrid, hace medio año, Bello fue contratada por El Corte Inglés y por Hugo Boss, y encabezó varias campañas publicitarias. Además, desde el espinoso campo del rumor, aseguran que es la nueva chica que conquistó el corazón de Luis Medina, un dandy español de alta alcurnia, hijo de la ex modelo Naty Abascal. Chloé, en tanto, no se da por aludida. “Hay demasiada prensa amarilla… Luis es un amigo, nada más. En Madrid, es EL hombre. Pero estoy sola, y muy feliz”, declama la top mientras enciende el primer cigarrillo –serán seis a lo largo de la nota– y se alista a la espera de las preguntas. Tiene ganas de hablar, se le nota. Y no vamos a desperdiciarlo. “Me tildan de rebelde porque digo lo que pienso. Yo no miento. En este ambiente, muchas arman un personaje, y a mí no me va. No tengo tabú para hablar. Nada es rosa. Hablar está bueno, porque muchas veces ayuda a abrirle los ojos a mucha gente”, se entusiasma.
–¿No sos políticamente correcta?
–Exacto. Y eso puede jugar a favor o en contra. A algunos los vuelvo locos, y a otros les encanta cómo soy. A mí me pone contenta ese mote, aunque me traiga muchos problemas. La mayoría prefiere la falsedad. La verdad es que yo no quería ser modelo. Cuando era adolescente me había picado ir al Actor’s Studio, en Nueva York. Quería instalarme a vivir allá. Pero empezó a aparecer plata en el modelaje… Aparte, quise terminar el secundario, no ser una burra.
–¿Qué imagen tenías de esta profesión?
–La profesión la conocía por mi vieja. A mamá (la ex modelo Nora Portela) la acompañé desde que estaba en cochecito. Era un trabajo natural para mí. Pero antes era mucho más glamoroso. Mujeres de verdad. Hoy están multiplicadas por quinientos. Son todas modelos…
–¿O ninguna…?
–Claro. Para mí, no lo son: sólo quieren ser famosas. La mujer argentina se muere por ser famosa. Sea patinando, bailando o saltando en una soga. Están desesperadas por eso. Y acá hay muchas “modelos de culos”, por ejemplo. ¡El público argentino es camionero! Al tipo normal, al verdulero, no le gusta una chica de un metro ochenta y noventa-sesenta-noventa. Le calienta una mujer, una yegua, con lolas enormes, con una cola gigante. Pero un diseñador no elige eso, ¿entendés?
–Entendido… Y vos, ¿seguís con tu sueño de ser actriz?
–Sí, yo voy a ser actriz. Eso es lo mío. El modelaje es sólo un camino de paso. Me gusta mucho el cine. Me fascina el viejo Hollywood.
–¿Y en la Argentina?
–Si hubiera una buena propuesta, encantada. Pero, por ahora, apunto a otra cosa. Y por un tema económico, también. Acá no rinde el trabajo. Si pudiera elegir, me va el perfil de Cecilia Roth... ¡Quiero ser como ella! Es una mujer que está curtida en la vida.
–Dijiste que estás sola. ¿Tenés ganas de estar en pareja?
–¿La verdad? No, para nada. Estuve mucho tiempo de novia con Conejo (Bourel, ex pareja de Florencia Macri). Y mirá… (señala un tatuaje con la inscripción “conejo” en su muñeca izquierda, que se hizo en pleno enamoramiento y convivencia). ¡Me quedó la marca y todo! Estuve demasiado de novia. Este año me puse las pilas y me focalicé en otras cosas. No me gusta dormir sola, lo admito, pero no quiero el caprichito de estar con alguien porque sí.
–¿Qué debería tener un hombre para hacerte cambiar de opinión?
–Soy insoportable y simple a la vez. No me importa la pinta, aunque Conejo era un bombón… Tiene que tener mi mismo humor, sobre todo, algo difícil de encontrar. Soy bastante ácida. Perros pollerudos, abstenerse. Y que me supere en la personalidad. Que me agarre de los pelos y me diga “nena, vení acá”. ¡Un verdadero macho! Un tipo vivido… Si conocés alguno, presentámelo. 
“¿Volver a la Argentina? Cuando sea una señora de setenta años… Igual, ya me siento mayor, como si hubiera vivido muchas vidas”, describe Chloé, cara y cuerpo de la nueva temporada de la firma Class Life.
“Yo no miento. En este ambiente, muchas arman un personaje, y a mí no me va. No tengo tabú para hablar. Y nada es rosa”
“Necesito un hombre que tenga mi humor y que me supere en la personalidad. Perros pollerudos, abstenerse”
