“No me asusta la soledad: me asusta que no me quieran” – GENTE Online
 

“No me asusta la soledad: me asusta que no me quieran”

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Curitas, golpes y vendas en su cuerpo y en el rostro. Eso es lo que muestra Fabiana Cantilo, a sus 48 años, en la tapa de su nuevo disco, como una metáfora brutalmente honesta sobre los calambres en el alma. Revisando el librito interno y leyendo las letras, todo indica que no la ha pasado muy bien durante el último año. Enganches y recaídas de todo tipo, novios difíciles y enamoramientos intensos, no siempre correspondidos. Sin embargo, se la ve bastante bien en su casa del Tigre, con jardincito, pileta y buenas compañías de amigas y asistentes.

Una de sus mayores satisfacciones y alegrías es el disco en sí, que se llama Hija del rigor y la tiene más que satisfecha. No es para menos: estas canciones lo convierten en uno de los mejores trabajos de una carrera que incluye ocho grabaciones y veintidós años de actividad. Tienen algo que muy pocos compositores logran combinar, que es esa suerte de catarsis confesional con melodías atrapantes y frases que no sólo hablan de ella, sino que cada cual puede llegar a sentir como propias. Y eso es justamente lo que diferencia a una factoría impersonal de éxitos pop de una auténtica actitud rockera, que no es simplemente la capacidad de emborracharse, sino el talento para tocar el inconsciente colectivo de cualquiera que –precisamente– cada tanto siente esos calambres en el alma que alguna vez cantaba Charly García. Del panorama local lo consiguen García, Páez, Calamaro y apenas un puñado más. Y ahora Fabi.

–En el hit La tregua decís que se te acusa de hacer bardo y ser parte del rock and roll. ¿Quién te acusa de eso?
–¡Los vecinos! (risas). En una época, los periodistas me decían eso, también mi familia y algunos novios. No soy la nena buena que toca la guitarra, sino que soy una acelerada. Y si sos una acelerada, no tenés medida de lo que hiciste alrededor. Todos saben que soy sufrida, torpe y que llego tarde. ¡Siempre anduve con vendas y curitas y golpes, porque soy realmente torpe y me caigo todo el tiempo! Los golpes de las fotos vienen a resumir a la hija del rigor, lo representan. Y me divierte salir con una imagen un poquito más punk que otras cantantes.

–¿Cómo estás ahora?
–Según el horóscopo chino, éste fue un año muy caótico a nivel personal para el chancho. Leí lo que decía Ludovica, y me pasó. Ultimamente estoy un poco melancólica, porque me acabo de separar. Punto; no digo más nada. Es la historia que aparece en La tregua. Tal vez estoy triste porque me doy cuenta que siempre repito lo mismo, y soy una mujer que necesita un hombre al lado.

–¿Y cuando estás en pareja la pasás bien o es siempre un esfuerzo cuesta arriba?
–Depende… En general sufro las relaciones. Soy muy desconfiada, y los hombres son terribles, porque son seres infieles por naturaleza.

–¿Es la conclusión de alguien que sospecha o siempre te ha pasado eso?
–Es la conclusión de una mujer grande. Creo que soy una ansiosa por ser amada, y eso es un problema, porque quizás no doy lugar a la espera. Si me llamás y me decís: “Mi amor, te amo”, soy la mujer más linda del planeta, y estoy contando las horas para verte. Pero si me contestás medio raro, te llamo y llamo hasta encontrarte. Y si te hacés el interesante, caigo una y otra vez. En general, me junto con seres con características especiales para hacer eso que a mí no me hace bien. ¡O sea que yo me los busco así! Algunos dicen que uno es adicto de lo que no le gusta.

–Una amiga los define como “dañaditos”…
–¡Eso es muy bueno! Creo que a todos nos pasa lo mismo. Tampoco me quiero autoanalizar, porque todo esto me tiene medio podrida. Y tal vez me encuentre con un alma gemela, que le guste tanto yo que no necesite ser infiel… Puede pasar, ¿no? Por eso, en mis temas, en vez de hablar del amor, me río del amor. Cuando terminé el disco sentí que había logrado decir exactamente lo que quería decir. Que es algo dificilísimo. Lo que mejor salió este año fue el disco. Me parece uno de los mejores trabajos que hice en mi vida.

–No todo es un bajón. En el tema My world pedís: “Sólo quiero cosas buenas”.
–Eso es verdad, porque hago las dos cosas. Estoy luchando para mejorar; me parece que es eso. Igualmente, estoy medio harta… ¡Cómo cansa luchar para mejorar! ¡¡Estoy podrida de luchar para mejorar… pero no me queda otra!! A mí no me asusta la soledad: me asusta que no me quieran. No voy a hablar tanto de mí, porque me engancho y creo que el otro es mi psicoanalista.

–¿Cómo la pasaste durante los últimos dos años, con muchos shows y cantando los temas del muy exitoso Inconsciente colectivo?
–La pasé muy bien y me llevé bárbaro con mi productor, Afo Verde, que me convenció de algo que muchos me habían propuesto antes, que era grabar grandes canciones del rock argentino. Fue genial cantar esos temas, y me dejó elegir temas que no fueran hits obvios. Además, le pedí que por favor ahora no hiciéramos un Inconsciente colectivo II, y lo aceptó.

–¿Querías volver a grabar composiciones propias?
–Sí. A la gente le gusta que uno cante también sobre las cosas que le duelen, y no esa cosa de cantante tipo Shakira, que siempre están espléndidas. ¡No pueden estar espléndidas todo el tiempo, es mentira! También elegí trabajar con letristas como el poeta Fernando Noy, y hay dos temas con letras de mi madre, Silvina Luro.

–¿Por qué te viniste a vivir al Tigre?
–La idea fue salir de los edificios y tener un jardín, que me cambia el estado de ánimo desde el momento mismo en que me despierto. Aquí también tengo un atelier para pintar cuadros, hacer esculturas y componer. Dejé al entrenador y a la psicóloga, porque estoy haciendo muchas cosas y no me da para hacer todo. Acá me queda un año de alquiler, después no sé lo que voy a hacer. Estoy entregada a la incertidumbre.

Este año, Fabi dejó su departamento de la Capital y se alquiló una casa en el Tigre. “<i>Tener un jardín me cambia el estado de ánimo desde el momento mismo en que me despierto</i>”, dice.

Este año, Fabi dejó su departamento de la Capital y se alquiló una casa en el Tigre. “Tener un jardín me cambia el estado de ánimo desde el momento mismo en que me despierto”, dice.

“En general, sufro las relaciones. Soy muy desconfiada, y los hombres son terribles, porque son seres infieles por naturaleza”.

“En general, sufro las relaciones. Soy muy desconfiada, y los hombres son terribles, porque son seres infieles por naturaleza”.

“Ultimamente estoy un poco melancólica, porque me acabo de separar. Punto; no digo más nada. Es la historia que aparece en mi nuevo disco”.

“Ultimamente estoy un poco melancólica, porque me acabo de separar. Punto; no digo más nada. Es la historia que aparece en mi nuevo disco”.

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