Rubia y escultural, Jazmín baila sobre una plataforma que encabeza la primera carroza de la comparsa O´Bahía. Al compás de la murga, enfundada en un traje que marca sus curvas, avanza sobre la pista del Corsódromo de Gualeguaychú. Se mueve, sonríe y encandila a las 30 mil personas que siguen el ritmo desde las plateas, casi desencajadas. Un enamorado desesperado, León, la alcanza a la carrera, se trepa a la carroza y, como corresponde a toda historia romántica, termina besándola. La escena no es más que pura ficción. Sin embargo, los espectadores saben que el mágico beso tuvo mucho de real. Porque la bella rubia no es otra que Soledad Fandiño (25) y el joven que la mira con ternura, Nicolás Cabré (28).
El sábado 23, muy temprano, el equipo de la tira Por amor a vos –se emite por Canal 13 todos los días a las nueve de la noche y promedia 26.1 puntos de rating– emprendió viaje hacia Gualeguaychú, para grabar escenas del Carnaval. El condimento especial, que revolucionó a los más curiosos, era que la historia giraba en torno al romance que protagonizan en la ficción –así como en la realidad– Cabré y Fandiño. Maquilladores, peinadores, camarógrafos y productores de Pol–ka viajaron en ómnibus a Entre Ríos. Mientras tanto, Nicolás y Soledad llegaron solos en el Peugeot 206 blanco, propiedad del actor, pasadas las ocho de la mañana. El team completo ocupó siete habitaciones del Hotel Embajador y la flamante pareja, ya con el romance blanqueado, se alojó en la número 208, una suite matrimonial con cama king size.
No hubo pedidos especiales para los actores, que se movieron continuamente junto a sus compañeros de tira. “Los chicos son súper profesionales. Están muy pendientes del trabajo, nunca hay que llamarlos dos veces, son puntuales, se saben la letra…y son dos personas encantadoras”, confirman quienes trabajan con ellos. Parece que la pareja le cae más que simpática a su entorno laboral y que, hasta el momento, el curso de la relación en nada perturba la marcha de las grabaciones. Incluso los buenos augurios para los tortolitos llegaron al blog del programa, donde los fans ya les dejaron varios mensajes alentadores diciendo que forman una linda pareja, “dentro y fuera de la ficción”.
Se movieron con total naturalidad, sin esconderse de los flashes, aunque dejaron bien en claro que ni en sus planes más remotos tenían previsto hablar sobre su relación. “Digan lo que quieran…”, repitió Nicolás hasta el hartazgo ante los insistentes pedidos de nota. Fandiño, parece, hizo causa común con su chico. Pero a sus íntimas les dijo: “No hay mucho que explicar: estamos muy enamorados”. Sucede que al actor nunca le gustó ventilar cuestiones de su vida privada y parece que, durante su noviazgo con Soledad, seguirá en la misma línea. “Hay cosas que me guardo, que son mías. No tengo nada que decir. No me interesa salir a explicar nada. La gente que tiene que saber las cosas las sabe por mí”, comentó, en obvia alusión a su reciente ruptura con Florencia Torrente (19) y el comienzo de su nuevo amor.
BESOS DE CARNAVAL. La tarde del sábado, la producción se encargó de preparar las escenas que se grabarían por la noche. Tomados de la mano, Cabré y Fandiño recién salieron del hotel cerca de las 17, para reunirse con los miembros de la Comparsa O’Bahía en el galpón de las carrozas, probarse los trajes y coordinar su participación durante el desfile. Fiel a su estilo reo e informal, Cabré arrancó infinidad de suspiros a su paso si bien, aunque con su habitual cara de pocos amigos, aceptó sacarse fotos con algunas admiradoras que se acercaron a saludarlo. “Che… las mujeres se le tiran encima a este chico. ¿No te molesta?”, le preguntó a Fandiño un colaborador ocasional del equipo. “Nooooo, ¡está todo bien! Yo sé que es mío”, retrucó la rubia, muy segura del lugar que hoy ocupa en la vida del actor.
A la tardecita, Nicolás volvió a la escuela de la comparsa para grabar escenas del backstage. Soledad llegó al corsódromo recién a las 21.30. Su novio la esperaba en la puerta de los camarines y la recibió con mimos y besos. Antes de empezar con el trabajo, comieron choripanes y tomaron cerveza. “Se ve que está todo re bien entre ellos. Se la pasaron juntos, abrazados, haciéndose mimos”, contaron quienes tuvieron acceso a la íntima reunión. Poco antes de las 23, Fandiño se metió en el papel de Jazmín y se subió a una plataforma –elevada un metro y medio del piso– ubicada delante de la carroza que inauguró el paso de O’Bahía por la pista de 500 metros del Corsódromo. Un tanto nerviosa por tener la responsabilidad de abrir el carnaval, pero sin dejar de sonreír en ningún momento, Soledad empezó a moverse ante la mirada atenta de Nicolás. La carroza avanzaba y los altoparlantes anunciaban la presencia de las estrellas de Por amor a vos, mientras unas 30 mil personas deliraban con la samba.
León (Cabré) le había podido cumplir el sueño a Jazmín, que desde chica había anhelado bailar en el Carnaval. Durante los cien minutos que duró la pasada, se grabaron cuatro escenas, siempre sin detener la marcha de la comparsa. Para eso, fue necesaria una excelente coordinación entre los organizadores y la producción. “La comparsa no se podía atrasar, porque si no, se le descontaban puntos. Pero salió todo perfecto. Ella es preciosa y se movió muy bien, muy suelta”, dijo, uno de los directivos del Club de Pescadores, al que representaba la carroza. Soledad bailó en forma ininterrumpida, en tanto que Nicolás entró y salió varias veces del circuito. Por supuesto, las escenas se coronaron con un esperadísimo beso. “Se ve que están enamoradísimos…Y en el momento del beso, se notó que fue de verdad. El público reaccionó increíblemente y les dio muchísimo apoyo como pareja”, afirmó uno de los organizadores del evento.
MIMOS & FICCION. Siempre de la mano, abrazados y prodigándose mimos, entre escena y escena, la pareja escuchó con atención las indicaciones de los productores. Sin inhibiciones, combinaron el trabajo con besos, caricias y risas constantes. “Están todo el día así, no se despegan un minuto”, confirman los allegados. Las grabaciones terminaron a las 3 de la mañana y el team regresó agotado al hotel cerca de las cinco. Al día siguiente, la producción salió a almorzar a las 14 pero la pareja se despertó más tarde y se sumó un rato después. En la parrilla Carabelas, se sentaron enfrentados y se mostraron como siempre, felices y divertidos. El equipo de la tira se fue de Gualeguaychú a las cuatro de la tarde. Cabré y Soledad prefirieron encerrarse en su suite y dejaron el hotel pasadas las ocho de la noche. Salieron de la mano y sonrientes. Y dijeron una vez más: “No hay nada que ocultar”. 
León y Jazmín, los personajes de la tira, tuvieron un final romántico. Así lo indicaba el libreto. Pero el beso que se dieron superó la ficción.
El personaje de Soledad siempre había soñado con bailar en una comparsa pero su padre, muy rígido, se lo había impedido. Su enamorado, Cabré, fue el encargado de hacer realidad aquella ilusión. En la escena, León se trepa a la carroza para besar a Jazmín. Ella mostró su escultural cuerpo. El, con su estilo rebelde, arrancó suspiros femeninos. La pareja se divirtió mucho durante la grabación y recibió la aprobación de las 30 mil personas que coparon el Corsódromo.
“Se ve que están muy apasionados… El público reaccionó increíble y les dio muchísimo apoyo como pareja”, dijo uno de los organizadores del evento.
