Pese al tan comentado desmayo, a Florencia Peña (39) se la ve más que saludable. Como ya es habitual, la ex Pechocha (o no tan ex, porque sus medidas lucen contundentes) toma sol en La Reserva, el exclusivo parador que eligen famosos, empresarios y algún que otro millonario para separarse de “la popu”. Sin embargo, casi todos los días la actriz se mezcla con la gente bien cerca de la orilla del mar junto a sus hijos Tomás (10) y Juan (5). Hace unos días, Flor perdió el conocimiento en plena escena de Vale todo. Y claro, los rumores no tardaron en llegar. ¿Embarazo en puerta?
“Fue un sofocón en el día más caluroso del verano. El aire acondicionado del teatro no llegaba al escenario, porque en Mar del Plata nunca hace tanto calor. El tema es que en el cuadro de zapateo americano me mareé y perdí el conocimiento”, cuenta la actriz, que hace un año sufrió un episodio similar, pero en los estudios de El Trece, cuando compartía Dale la tarde con Mariano Iúdica.
Ahora, a diez metros del Atlántico, Florencia termina de despejar las dudas: “Por ahora no estoy embarazada; no hay chances. Insistieron tanto que me hicieron dudar y me voy a hacer un Evatest”.
NO HAY DOS SIN TRES. A principio de temporada, la actriz se mostró muy unida a su pareja, Ramiro Ponce de León, y hasta se animó a manifestar sus ganas de volver a ser mamá. Es que las cosas cambiaron este año en la vida de Flor. Después de un 2013 durísimo, con la aparición de un video íntimo con su ex marido, Mariano Otero, y con algunos proyectos profesionales que no terminaron de conformarla –como el programa con Iúdica–, Florencia arrancó el ’14 con una vibra totalmente distinta.
Se instaló en una casa del country marplatense Rumencó, para subirse todas las noches al escenario del teatro Auditórium, junto a Enrique Pinti y Diego Ramos. Allí se luce actuando, cantando y bailando en Vale todo, una comedia musical con una factura “calidad Broadway”. Eso a la noche. Durante el día trata de no perderse la playa. Este domingo, cuando volvió el buen tiempo, hizo jornada completa en la arena. Durmió más de una hora boca abajo; a las cinco se despertó para el mate y repartió tortas negras a sus hijos Tomás y Juan; y después se metió en el agua, mientras ellos combatían las olas con sus tablas.
Por ahora la vida en MDQ es de a tres, pero dentro de poco quizá sean cuatro. ¿Entonces se viene el bebé? En principio el que llegará de un momento a otro es Ramiro, el novio de Flor. Una buena excusa para empezar a concretar lo que ya se animó a aceptar en voz baja: “Creo que estoy en un buen momento para volver a ser mamá”.
Florencia en el agua junto a su hijo menor, Juan, de cinco años. Hasta el momento, el gurrumín de la familia no tiene competencia.
La familia Peña (los niños son los hijos que tuvo con el músico Mariano Otero) es abonada a las tardes en La Reserva. El domingo volvió el buen tiempo y Florencia hizo playa junto a Tomás (10) y Juan (5). Surf, mate y tortas negras para todos.
En su camarín en el teatro, abrazada por su pareja, el salteño Ramiro Ponce de León.
