En ShowMatch, un poco en chiste –y otro poco en serio–, las bromas sobre los noviazgos de sus princesas siempre fueron algo picante. En ese momento, el más esperado por la audiencia, Marcelo terminaba, en medio de las risas generales, con su cara de malo en primer plano, así, tan papá guardabosque.
Ahora, en la vida real las cosas son muy diferentes, ya que Tinelli (46) está más que feliz con el novio de su hija mayor, Micaela (19): Juan Segundo Fernández Lerda, o Juanse, como lo llama ella. Un chico de San Isidro, con un gustito por el punk rock a pesar de su peinado algo stone, edad 18, al que conoció en el Colegio Nuevo de Las Lomas, donde los dos cursaban el secundario. Están juntos desde hace un año.
Y Juanse encontró en el mandamás de Ideas del Sur un suegro más que agradable. Tanto es el cariño que Marcelo le tiene, que este verano lo invitó a pasar las vacaciones en la chacra familiar en la zona de La Boyita –a cinco kilómetros de José Ignacio–,
en Punta del Este.
OK, vacaciones. Cuando terminen, el plan de Micaela, rubia y flaquísima, es estudiar Diseño de Indumentaria, aquí o en el exterior. Claro, las carteras Chanel son cosa que le encantan. Mientras tanto, Candelaria (16) –la segunda hija que Marcelo tuvo con Soledad Aquino– aún no le presta atención a eso de tener un novio, algo que dio un respiro a su padre, quien suele reflexionar: “Me gustaría que fueran chiquitas siempre”. A Cande, en La Boyita, la acompañó su mejor amiga, con la cual pasó toda la tarde tomando sol y charlando.
El lunes –tras llegar el jueves 28 en vuelo privado, para cerrar un 2006 en donde Marcelo revalidó su chapa de ser el rey supremo de nuestra tele–, toda la familia, incluyendo a Juanse, bajó en cuatriciclo a la playa, una costumbre esteña de la familia. Mica no paró ni por un momento de mimar a su novio. Con una bikini floreada, la mayor de las hijas se divirtió sacándole fotos a Juanita (3), la menor. Mientras tanto, el conductor de ShowMatch –que rompió el rating del prime time en la televisión argentina– jugaba a la pelota con su único hijo varón, Francisco (8). Paula, por su parte, disfrutaba de la lectura bajo el sol, algo que Marcelo imitó.
A las seis de la tarde, antes de regresar a su casa, Juanita le pidió a su papá que la ayude a cavar un gran pozo. Una idea que sedujo tanto al dueño de Ideas del Sur que –a pesar de que la pequeña había perdido el interés– él continuó excavando. Más tarde, en medio de los juegos de arena, Marcelo puso a la pequeña dentro del agujero, cosa que provocó risas. A ella, a mamá y a papá. Aunque la idea de vacaciones era inicialmente otra y muy distinta, ya que Tinelli tenía pensado llevar a todos a la isla de Saint Barth’s, allá por el Caribe, en frente de Saint Marteen, la insistencia de sus hijas mayores por Punta del Este –donde se quedarán hasta el fin de la primera quincena de enero– lo hizo desistir.
Como broche de oro del día, visita de un vecino: Nicolás Repetto, que vive justo al lado de Tinelli y pasó para jugar un picadito y charlar un rato. Lógico, en familia y como siempre, es mucho mejor.
Lunes 1º, día de sol en La Boyita. Junto a Marcelo y Paula, estuvo Juanse (primero a la izquierda) quien entre otras cosas jugó sin parar con la más pequeña de la familia, Juanita. Y, obvio, mimó a su chica.
El amor comenzó mientras Micaela cursaba en el Colegio Nuevo de Las Lomas. El es un año menor que ella, le gusta el rollo punk, y Marcelo lo avala completamente, una postura para nada guardabosque. ¿El futuro para Mica? Estudiar Diseño de Indumentaria.
Juanita, su hija menor, le pidió a Marcelo excavar un pozo en la arena, tarea a la que él se abocó con entusiasmo, ante la mirada de mamá Paula. Después, con su hijo Francisco, fútbol de luxe con Nicolás Repetto, buen vecino esteño.
