Mora es la ganadora del verano. Desde enero, la bailarina la rompe con Bailando Tango Remix en el teatro Colón de Mar del Plata. Le va tan bien que hasta ella misma se muestra asombrada: “Hablaban de una temporada tan complicada que me sorprendí por la respuesta del público. Tanto, que tuvimos que agregar funciones. El espectáculo revienta desde el primer día. Nos íbamos en febrero, pero si llegamos a ganar un Estrella de Mar nos vamos a tener que quedar”, apuesta la morocha, que ya piensa en cancelar los compromisos que tenía en febrero lejos de MDQ.
Pero hay más. Desde hace unos días, se dice que Mora Godoy (43) camina por la playa de la mano de un joven de treinta años. Y por lo visto, no tiene mucho que esconder. Ahora, jueves por la tarde, llega a Club de Mar, el parador de Torres de Manantiales, donde se muestra súper tranquila con su nuevo... ¿Amor? ¿Novio? ¿Sex Toy? A ver, así lo define ella: “¡No! Nunca lo definiría como un sex toy, porque es una persona amorosa. Es un chico encantador; nos divertimos muchísimo. Estamos viviendo algo muy lindo. Tenemos una amistad súper relajada, sin ningún tipo de reclamos”.
¿Quién es el joven que la acompaña? Se llama Hernán Cabanas (30), marplatense, modelo y conductor. En 2015 encontró un mercado más que jugoso del otro lado de la Cordillera. “Lo conocí en un evento en diciembre, por el lanzamiento de la temporada. Empezamos a charlar, nos pasamos los teléfonos, y finalmente salimos a cenar. Tenemos una linda amistad. Yo estuve varios años en pareja y este verano quería pasarla bien. Hernán es un chico ideal para divertirse”, sigue Mora, en una temporada de verano súper relajada.
“¡No! Nunca lo definiría como un sex toy, porque es una persona amorosa. Es un chico encantador; nos divertimos muchísimo. Estamos viviendo algo muy lindo. Tenemos una amistad súper relajada, sin ningún tipo de reclamos”.
“NO TENGO NADA QUE ESCONDER”. Mora Godoy es bailarina, coreógrafa, y, según ella misma define, “empresaria y productora”. Hace ocho años, cuando nació Bianca, decidió ser madre soltera. Es quien la acompaña en su estadía en Torres de Manantiales.
“Al ser hija de una artista y haber crecido conmigo, Bianca es súper independiente. En la playa se mueve sola, va a la pileta y a todas las actividades de Manantiales sin que yo esté encima. Lo único que no puede hacer es ir al mar sola, porque es peligroso. Es una chica muy madura: tiene ocho, aunque parece de catorce”. ¿Ya conoció a su nuevo amigovio? “Sí, lo conoce, como conoce a mucha gente. Yo soy productora; mi vida está rodeada de vestuaristas, de técnicos... Tengo reuniones todo el tiempo y Bianca siempre está ahí. Pero con Hernán pegó una onda distinta; le cayó bárbaro. Le pregunta si tuvo muchas novias, lo interroga mucho”, cuenta Mora, quien prefiere no ponerle rótulos ni definiciones a la relación.
“Es cierto que no voy a la playa con cualquiera, pero yo me manejo de una manera, no me estoy escondiendo. Generalmente, el que más se esconde y genera cierto misterio, es el que más quiere que lo vean. Es una buena estrategia para que te busquen. Soy hija de periodistas; me crié entre editores y fotógrafos. Manejo mi vida con libertad. Siempre y cuando no me falten el respeto y no me lastimen, está todo bien”, termina la morocha, que se da el lujo de mostrar un éxito en Mar del Plata, disfrutar de la playa, de su hija y de tener un amigovio trece años menor. “Realmente, la diferencia de edad no es algo que me preocupe; yo me siento de veinte”, cierra.
Por todo eso, Mora es la ganadora del verano.
La pareja camina por la playa de Club de Mar, el lugar que buscaron para moverse tranquilos. A los 43, Mora luce un cuerpo increíble.
Hace tres semanas que se mueve con soltura junto a su nuevo amigovio de treinta años. De lunes a viernes concurren cada tarde a Club de Mar.
El resto de los días, cuando presenta la obra que llegó hasta China en el teatro Colón de Mar del Plata, Mora descansa en su departamento de Torres de Manantiales.
Un detalle: su hija Bianca ya conoce a Cabanas, “y le cayó muy bien”.
