- Cuarenta? ¡¿Ya cumplí cuarenta?! -exagera la sorpresa.
-Sí, cuarenta. Desde
el 18 de diciembre pasado. ¿Acaso no los festejó?
-¿Se festejan o se padecen los
cuarenta?
-Díganoslo usted.
-Yo digo que los debo festejar. La vida ha sido generosa conmigo. ¿Guardas
alguna duda?
-Ehhh… (rápida recorrida mental por la existencia de William Bradley Pitt: mide
1,78 metro, y luce ojos celestes y cierta facha que emboba a mujeres de cuantos
colores y sabores se le crucen. Rodó 30 películas y prepara Mr. y Mrs. Smith y
La gran estafa II, donde comparte cartel con Angelina Jolie y con Julia Roberts,
Andy García, Matt Damon y Catherine Zeta-Jones, y en cada una de las cuales
cobrará cerca de 20 millones de dólares. Ganó un Globo de Oro. Fue novio de
Gwyneth Paltrow, es marido de Jennifer Aniston, y será mencionado siempre en la
lista de históricos galanes de Hollywood. Cierto: imposible retrucarlo). No, no
hay duda de que la vida le ha sido generosa.
-Entonces, por qué no conversamos de algo más divertido que la edad. Por qué no
conversamos de Troya.
-¿Divertido Troya? Pero si es una tragedia griega.
-(Risas).
-¿Casi como seguir cumpliendo años?
-Casi (nuevas risas). Sin embargo, te aseguro que Troya es una tragedia griega
mucho más divertida que cumplir años. Interpretándola, parecía un chico jugando
en el parque de diversiones.
Entrevistar a don Brad Pitt despeja, del inicio al cierre, del rec al stop, una
doble conclusión, rotunda y determinante. Sí, que eludiendo cualquier tipo de
frase altisonante, respuesta polémica o altanería egocéntrica, al señor no le
interesa nada hablar sobre su privacidad -y lo menciona- y le interesa todo
hablar sobre su último trabajo -y lo reconoce-. Claro que al mismo tiempo
entrega cierta complicidad teñida de pulseada verbal. En rigor, tres lustros de
fama lo han entrenado, y el rubio carilindo que nació en Shawnee, Oklahoma, se
criara en Springfield, Missouri y reside en Beverly Hills, Los Angeles, sabe que
cualquier pregunta laboral puede llegar -sigilosa y punzante- vestida de Caballo
de Troya, hasta apuntar sus flechas hacia la celebridad puertas adentro. Y lo
acepta, quizá debido a su inolvidable matrícula de periodista conseguida en
tiempos de anonimato. Quizá. Aunque nunca deja que nadie avance demasiado.
Incluso, suele adelantarse en razonamientos, para evitar el "no comment" de
rigor ante la ofensiva mediática. "Es la mayor película en la que he estado.
Algo extraordinario -ataca defendiéndose-. El guión de David Benioff pulió y
sintetizó de manera magistral los 15 mil versos originales de La Ilíada. Una
guerra que sigue interesando, porque los humanos no evolucionamos igual que
evoluciona la tecnología. Lidiamos con los mismos problemas de siempre. Buscamos
el poder, el dominio ante el otro", avanza Brad a paso redoblado.
-Arrogante, rebelde, casi invencible, insaciable de fama…
-…Perdón, ¿te refieres a mí? ¿No exageras?
-Nos referíamos al Aquiles que encarna, Pitt. Aquel guerrero que envía el rey
Menelao mediante su hermano (Agamenón), para recuperar a Helena, la esposa,
secuestrada por Paris, el príncipe de Troya.
-(Tercera catarata de risas) Me sentí fascinado por él. Homero hizo una
estupenda tarea describiendo de forma sutil el carácter multifacético del hombre
que capitaneó mil navíos de la Armada Griega para invadir Troya. Crees que
Aquiles es un asesino a sangre fría y, de pronto, Homero le muestra la parte
humana y bondadosa. Una rica y sustancial diferencia.
-¿Y cuál es la sustancial diferencia entre el Pitt ícono de la pantalla y el
Pitt que suele andar, anónimo, sobre su Toyota negro?
-Ultimamente, la minifalda. Para Troya usábamos minifaldas cortísimas. Las
chicas parecían monjas al lado nuestro.
-No obstante, podía exhibir sus fibrosos aductores. ¿Suyos, en verdad?
¿Escuchamos por allí que los primeros planos de las piernas de Aquiles le
pertenecían a un doble?
-Error. Soy yo enterito. Me maté seis meses. Puro ejercicio. Necesité ganar
volumen y peso. El papel exigía enorme destreza física. Luego, desarrollé la
parte de luchas. Hubo una espectacular, fascinante y terrible contra Héctor.
Ahí, Eric Bana y yo ensayamos cuatro horas diarias, ocho semanas. La idea era
que Aquiles peleara a la manera de un boxeador, con la agilidad de una pantera y
la velocidad de un rayo. Pretendíamos sangre, sudor, lágrimas y realismo.
-¿Es cierto que se lesionó el talón en la filmación?
-Hubo situaciones bravas, y no pedí dobles.
-¿Cuál es su verdadero talón de Aquiles, Brad?
-El del resto del universo: mi corazón.
-Respecto al corazón. ¿Qué decisión tomaría Brad Pitt si viviese un episodio
similar al que experimenta en escena frente a su madre Tetis, clave en la
decisión que sellará el destino de Aquiles?
-Tetis es vidente, y le ayuda a resolver su dilema central: si Aquiles no va a
la guerra, entonces tendrá hijos que lo amarán, y también lo amarán los hijos de
sus hijos. Y después, será olvidado. La opción es ir a batallar y morir tras
lograr cosas que se contarán de boca en boca, por los siglos y los milenios.
Ahora, no entiendo qué relación le encuentras conmigo.
-Fácil. ¿Qué sucedería si Jennifer, su mujer, le pide que ambos abandonen sus
carreras, despidiéndose de la gloria y los futuros dólares, a cambio de criar y
ver crecer hijos?
-Ajá (risas finales). No comment.
Troya es una tragedia griega mucho más divertida que cumplir años", compara.">
Las dos caras de Pitt: como Aquiles, en el filme, y como Brad, en Los Angeles. "Troya es una tragedia griega mucho más divertida que cumplir años", compara.
…En el amor y en el trabajo, Brad está casado desde el 2000 con Jennifer Aniston (35), protagonista de Friends, y hoy considerada por People la persona más bella del planeta. Su boda les costó un millón de dólares. La mansión donde viven vale 13,5. El suma 127 millones de cuenta bancaria. Y ella obtuvo 35, sólo en el 2002.
