“Mi novio árabe quería que vivamos en Dubai o París, pero le dije que no” – GENTE Online
 

“Mi novio árabe quería que vivamos en Dubai o París, pero le dije que no”

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Es el número uno de la temporada en todo el país. Su espectáculo, Stravaganza: Estados del tiempo, repite el éxito de su predecesor. Quizás la disciplina espartana de Flavio Mendoza (38) sea uno de los secretos: poco y nada se lo ve en la noche de Carlos Paz. Casi que hace suyo el dogma peronista “de casa al trabajo y del trabajo a casa”. Es cierto: con la casa que alquiló esta temporada –una vista espectacular sobre el lago San Roque, un amplio parque, una pileta soñada, muelle propio– no dan ganas de moverse de allí. Eppur si muove. Y dos horas antes de cada función, en un camarín del Luxor, cumple con la rutina: maquillaje, masajes, concentración. Allí sucedió esta charla.

–Otra vez primero. ¿Tenías miedo de no repetir el éxito de 2012?
–No. Mi preocupación es hacer un show de calidad, eso sí. Mi gran presión es conmigo; tanto, que no dormí bien durante todo el año. Tuve estrés, ataques de pánico, acudí a médicos... Tenía Stravaganza en Buenos Aires, el Bailando, que al final iba siempre en vivo... Los jueves me iba vestido para llegar.

–¿Por qué todo ese sufrimiento?
–Soy muy culposo. Quiero cumplir con todo el mundo. Otros compañeros, como Moria, dijeron “los jueves no puedo” y punto. No iban. Tengo esa personalidad: creo que siempre estoy en deuda.

–¿Toda la vida fuiste así?
–Sí. Pienso por qué no estuve en la posición que tengo hoy para ayudar más a mi viejo, que falleció, o a mi abuela, que terminó en un asilo de ancianos porque todos trabajábamos de un lugar a otro y no teníamos dinero. Y hoy la culpa pasa por tener poco tiempo para mi familia y mis amigos. Entonces, el cuerpo pasa factura. Tengo hernia de disco, lesiones en todo el cuerpo. Hace un tiempo, mi hermana Patricia, que se ocupa de los números, me dijo: “¿Te diste cuenta de la cantidad de gente a la que le das trabajo?”. Son como cuatrocientas personas. Eso me genera demasiada responsabilidad en vez de alegría.

–¿Será que te costó tanto llegar que tenés miedo a perderlo?
–Hmm... A mí me da menos miedo salir de la tele que del teatro. Si no tengo el Bailando no me voy a morir, porque hay ciclos que se deben cumplir, pero no sé qué va a pasar el año que viene.

–Otra consecuencia del éxito son los enemigos. Te acusaron de estar arriba del caballo, de soberbia...
–Siempre que estás arriba te quieren bajar: por eso dicen esas cosas. Yo me quedo con la frase de Cacho Castaña, que ni la plata ni la fama te cambian, te delatan. O con Graciela Borges, que me dice que no estoy soberbio, que estoy con el corazón lleno. O con Moria, que me mensajea “¡hola mi amor, mi Dragone (el creador del Cirque du Soleil) de cabotaje!”. Esa gente, que es grande en serio, no tiene problemas de ego. Sé que tendré un tiempo de esplendor y después vendrán otros, con algo diferente, a ocupar este lugar. Y estoy preparado. No voy a salir a tirarle palos a la temporada por eso.

–Tus peleas de más peso este verano fueron con Flor de la V y Marisa Brel, por tus dichos sobre cómo encararon la maternidad.
–¡Es un error que quiero aclarar! Me preguntaron cómo sería padre, y dije que adoptaría. Lo que haga Flor es su problema. Parece que algunos se ocuparon de cambiar de lugar mis palabras y armaron un escándalo. Y después se sumó la otra señora a tratarme de “ignorante” y otras cosas, y le contesté con carta documento, porque no le voy a dejar pasar a nadie agravios porque sí.

–¿Y para tu paternidad falta mucho?
–Por ahora no pienso adoptar. Si algún día tengo la capacidad para criar a un nene, la prensa será la última en enterarse. Fijate que a mí siempre me están buscando un novio, y yo no expongo a mi pareja. Tampoco cuestiono al que lo hace, eh. Si un día salta, bueno... Pero lo voy a preservar.

–¿Es cierto que comenzaste una relación con un cordobés?
–Bueno... De eso no quiero hablar. Es que todavía no quiero arriesgarme y decir algo. He salido lastimado algunas veces, porque cuando estoy con alguien me entrego por completo.

Leé la nota competa en la última edición de Gente.Flavio y el lago San Roque detrás. Para lograr ese estado físico (producto de su trabajo con el trainer Juanjo Rojas y el kinesiólogo Daniel Clavel) abandonó las gaseosas y el pan. Come sano y hace gym tres veces por semana.

Flavio y el lago San Roque detrás. Para lograr ese estado físico (producto de su trabajo con el trainer Juanjo Rojas y el kinesiólogo Daniel Clavel) abandonó las gaseosas y el pan. Come sano y hace gym tres veces por semana.

El nuevo show recorre los cuatro elementos. Lo acompañan, entre otros, Adabel Guerrero, Belén Pouchan, Federico Molinari y los humoristas de Lo Lumvrise: “Este espectáculo irá a Buenos Aires, al teatro Broadway remodelado, que será una sola sala. El otro Stravaganza hará una gira que empezará en Carlos Paz, y luego se presentará en estadios, con una pileta especialmente construida para giras. El año que viene, uno de los dos estará en Mar del Plata”.

El nuevo show recorre los cuatro elementos. Lo acompañan, entre otros, Adabel Guerrero, Belén Pouchan, Federico Molinari y los humoristas de Lo Lumvrise: “Este espectáculo irá a Buenos Aires, al teatro Broadway remodelado, que será una sola sala. El otro Stravaganza hará una gira que empezará en Carlos Paz, y luego se presentará en estadios, con una pileta especialmente construida para giras. El año que viene, uno de los dos estará en Mar del Plata”.

En su casa de las afueras de Carlos Paz, que tiene la mejor vista de las sierras. Y con su perro Oso, de raza weimaraner, en el muelle privado. La ropa que usa la compra en sus frecuentes viajes.

En su casa de las afueras de Carlos Paz, que tiene la mejor vista de las sierras. Y con su perro Oso, de raza weimaraner, en el muelle privado. La ropa que usa la compra en sus frecuentes viajes.

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