“Me quieren sacar mis aplausos, mi casa y mi auto” – GENTE Online
 

“Me quieren sacar mis aplausos, mi casa y mi auto”

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Es una mujer de mil batallas. Por eso, antes de profundizar en su último round, enumeremos algunos de los escándalos que protagonizó. Primero peleó con Gerardo Sofovich mientras co-conducía La noche de domingo. Metió un bocadillo a destiempo, en medio de una publicidad, e interrumpió otras mil veces. Más tarde, cuando presentó El baile del koala (sí, la canción que tenía como coreografía saltar a la cintura del hombre y mover frenéticamente la pelvis) la acusaron de plagio. El tema, dijeron, tenía demasiadas similitudes con Perreo chacalonero, del cantante peruano Chacalón Jr.

También mostró cintura de púgil cuando peleó con Ricardo Fort en pantalla. ¿El tema del debate? Si “los gatos” eran heterosexuales u homosexuales. La rubia terminó la pelea con una frase contundente: “Ay, Richard, te sale la mariquita de adentro”. Pero, dicen los que saben, ahora enfrenta su peor batalla...

Rocío Marengo (30) habló, y en veinte minutos de aire provocó un sismo en el medio teatral. “Hice un juego de palabras que no supieron entender”, se defiende hoy. Sus dichos desataron la ira de todo el elenco de la revista Fantástica. ¿Qué dijo? En una frase: “Hay gente con adicciones... ¿Cuáles? Primero, adicción al dinero. Hay prostitución. También hay olor a porro, vi botellas de alcohol, hubo actos lésbicos... y no entiendo de dónde sacan la plata para comprarse tantas cosas, si ganan tan poco”.

La respuesta fue inmediata: el productor general la desvinculó de la obra. Y todos sus ex compañeros le salieron al cruce. El genial Santiago Bal, director de la obra, fue al hueso: la acusó de ser “una sinvergüenza”. Disparó con todo: “¡Se terminó!”, dijo. “A Marengo le vamos a sacar hasta el último centavo. Ahora vamos por el auto importado y la casa que tiene en un barrio privado, cerca de nuestra casa de fin de semana, y cuando se lo ganemos vamos a donar todo al Hospital de Niños”. Veinticuatro horas después, más serena, Rocío habló con GENTE y contraatacó...

Dicen que te quieren sacar todo, Rocío.
–¡Sí, con el frío que hace! Hubieran esperado a que llegue el verano... (ríe). Me extraña que personas con tanta trayectoria se fijen en lo que tengo.

Hablaste de drogas, alcohol y prostitución...
–No... ¡Esperá! Dije que había olor a porro, pero no acusé a nadie: el olor pudo venir de afuera. Hablé de alcohol, pero nunca nombré a un “borracho”. En cuanto a lo de lesbianismo, te aseguro que hubo fiestas en las que las chicas hacían juegos eróticos entre ellas. Y lo de la prostitución fue una generalidad. Sólo expresé mi curiosidad, porque son muy bajos sueldos en comparación a los grandes gastos que tienen ciertas chicas del medio. No se explica que ganen 3.200 pesos y tengan casas enormes, con autos último modelo.

Quieren donar tus cosas al Hospital de Niños.
–¡Es fácil donar lo que no es tuyo! ¡Que hagan beneficencia con sus cosas! Me usan para hacer prensa. Quieren mis aplausos, mi casa y mi auto.

Dijiste tener fotos en tu celular que servirían como prueba. ¿Podés mostrárnoslas?
–Las fotos están, las tengo, pero no las voy a mostrar. Varios compañeros del elenco están de mi lado y cada día me mandan más material fotográfico.

¿Tus ex compañeras envidiaban tu carrera?
–¡Obvio! No soportaban verme en las revistas. Incluso, envidiaron mi invitación al programa de Susana Giménez. En la compañía me quisieron marcar lo que yo tenía que decir... ¡No soy lorito de nadie! Lo que tengo lo gané con sacrificio, no me van a sacar mis cosas.

¿Cómo te sentís cuando escuchás todas las críticas que hay hacia vos?
–Me llamaron “gorda”, “mala persona”, “maleducada”... ¡No es un delito tener un kilito o dos de más! ¿Quieren que me internen?

¿Tenés ofertas de trabajo o estás en la búsqueda?
–Por suerte, siempre tuve ofertas. Este cambio es para bien. Si cometí un error, pido disculpas. Si querían verme buscando en los clasificados, están equivocados. Tengo proyectos en teatro y en tele.

“No soy lorito de nadie. Mi vida y mi carrera las manejo como quiero. Lo que tengo lo gané con sacrificio, y no me van a sacar mis cosas. Me quieren dejar en bolas, pero yo me desnudo cuando quiero”, advierte la voluptuosa rubia.

“No soy lorito de nadie. Mi vida y mi carrera las manejo como quiero. Lo que tengo lo gané con sacrificio, y no me van a sacar mis cosas. Me quieren dejar en bolas, pero yo me desnudo cuando quiero”, advierte la voluptuosa rubia.

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