Después de horas y horas de piso y de cámaras y de estudios y de libretos. Después de años y años de más pantalla, de menos pantalla, de elencos, de remar y de volver siempre a empezar. Después de nada, después de todo, María Eugenia Ritó siente que, finalmente, recibió el llamado que quería recibir. "Trabajar en una productora como Pol-ka y en un programa como Son amores es parecido a jugar en la selección", dice quien interpreta a Silvana, una de las porristas que alientan a Martín Marquesi durante sus shows de cumbia. Luego agrega: "No reniego de todo lo que hice hasta ahora, todo lo contrario, estoy muy agradecida. De hecho, si hay que seguir poniéndose las plumas, bienvenido sea, pero tal vez esta sea una buena oportunidad para cambiar mi estilo, para enriquecerme profesionalmente".
El físico, la imponencia del cuerpo, fue la primera apuesta de su carrera. Hoy intenta pegar un volantazo decisivo. "Estoy estudiando teatro. Sé que me falta mucho, sé que tengo todo por aprender, pero también sé que puedo lograrlo. A mí nunca nadie me regaló nada".
"Nada", dice Ritó, una chica del barrio de Flores que tuvo una vida entre la aspereza y la ausencia. Su padre murió de una enfermedad terminal cuando ella tenía 10 años. Su madre, algún tiempo después, también. Sola, o mejor, solas, las hermanas Ritó debieron ponerse a escribir su destino. "Me hice cargo de mi hermanita Marisel. Trabajé detrás del mostrador de una panadería hasta que Hugo Sofovich me dio la primera oportunidad, en Petardos".
Ella dice que tiene 25 años y que recién ahora está totalmente reconciliada con su cuerpo. "Primero me puse lolas. Quería sentirme con todo. Después me saqué. Después me volví a poner, aunque no tanto. Es la única cirugía que me hice. Y no tengo pensado hacerme nada más. Me siento equilibrada como estoy ahora".
Convive con su novio, Marcelo Salinas, un abogado especialista en derecho administrativo, ex secretario de Transporte de la fugaz gestión de Rodríguez Sáa. "Estoy muy enamorada de él y sé que cuento con su apoyo para todo", afirma.
Con un carácter bien sostenido, con el temperamento de quien se hizo a sí misma, Ritó habla de su futuro sabiendo que ella y sólo ella es la encargada de trazarlo. "Siento que mi carrera crece. Es como si de pronto hubiera pegado el estirón".
por Alejandro Seselovsky
fotos: Jorge Luengo
producción: Gabriela Díaz. Peinó: Bruno Salas
Agradecemos a: Kosiuko, Class Life, Ricky Sarkany y a la Reserva Ecológica
Quiero cambiar mi estilo, pero no reniego de las plumas y de mis primeros momentos en la tele".">
"Quiero cambiar mi estilo, pero no reniego de las plumas y de mis primeros momentos en la tele".
Si bien su estatura no supera el metro sesenta, tiene un cuerpo imponente y pulposo.
