“Me parece un milagro haber llegado hasta aquí” – GENTE Online
 

“Me parece un milagro haber llegado hasta aquí”

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XXY, de Lucía Puenzo” se escuchó en la sala repleta del Palacio de Congresos y Exposiciones de Madrid. Y el aplauso fue masivo. Por tercer año consecutivo (antes fueron Iluminados por el fuego y Las manos) una obra argentina había ganado el premio de la Academia de Cine de España a la Mejor Película Extranjera de Habla Hispana. La directora, con un elegante vestido negro de encaje, subió tímidamente al escenario para decir, simplemente: “Me parece un milagro haber llegado hasta aquí”. Un milagro en el que, en verdad, muchos confiaban, porque XXY, su film debut como directora, ya había cosechado distinciones en los festivales de Cannes, Atenas, Bangkok, Edimburgo y Montreal, además de haber sido designada –sin fortuna– como la representante argentina a los Oscar. Con tantos pergaminos en tan poco tiempo, a Lucía Puenzo (31 años, novelista además de cineasta) no parece afectarle el peso del apellido –su padre Luis, con La historia oficial, se llevó el único Oscar de la historia a una película argentina–. Por el contrario, y a pesar de su timidez, la chica pretende abrirse camino con sus propias manos. Y lo cuenta. Minutos después, y todavía con el Goya entre sus brazos, así charló con GENTE:

–Elegiste un tema difícil para tu primera película...
–Sí, pero a la vez, al contar una historia de amor entre dos adolescentes, muchísima gente se conectó con los personajes. Incluso los padres, que siempre están tratando de entender a sus hijos. Son dos de los temas más universales que puedan existir.

–Aunque ya había sido premiada en Cannes, ¿te sorprendió el Goya?
–Más que sorprenderme me halagó, porque significa el apoyo de la gente de la industria. Además, el premio es importante porque la película está en cartel en este momento en España, así que esperemos que el público vaya al cine. Bienvenido sea si el Goya genera que más españoles elijan XXY.

–¿Cómo lo vas a festejar?
–Tengo muchos amigos que viven aquí, en Madrid. Nos iremos a festejar juntos por allí.

–¿Cómo vivís este éxito con una opera prima?
–Estoy muy embarcada en la próxima, El niño pez, basada en mi primera novela. En tres días empiezo la previa, y la filmación en un mes. Es muy bueno estar metida de cabeza en otro proyecto. Hace que la ansiedad esté canalizada hacia el trabajo.

–¿Una nueva historia de amor?
–Sí, entre dos chicas que cometieron un crimen y tienen que huir. Es una película de género, que se filmará en Buenos Aires y en Paraguay. Veremos qué pasa.

–Entrás al mercado español por la puerta grande: Mejor Película Hispanoamericana.
–Sí, veremos... Tuve el respaldo de los mejores productores que podría tener acá, José María y Miguel Morales, porque se apasionan con cada proyecto y eso es oro en polvo. Pero, bueno, XXY hizo un largo recorrido y ya podemos dejarla descansar.

LOS GOYA POR DENTRO. Fue una competencia con resultados imprevistos para los cinéfilos, especialmente en el caso de La soledad, segundo film de Jaime Rosales, que consiguió tres premios sobre tres candidaturas: Mejor Película, Mejor Director y Actor Revelación (José Luis Torrijos). “Estoy feliz, pero además siento que es un momento histórico, porque es una película pequeña que sin embargo conectó emocionalmente con los académicos”, afirmó a GENTE su director.

Sin embargo, la gran estrella de la noche fue la madrileña Maribel Verdú. Después de cuatro ediciones en las que se fue con las manos vacías, le llegó el turno de ser la Mejor Actriz por su papel en Siete mesas (de billar francés). Abrazada a su premio y sin parar de sonreír comentó entusiasmada su inminente viaje a la Argentina:

–¿Esperabas este premio, Maribel?
–Mucho. Ha sido una película muy importante para mi carrera y también a nivel personal. Y me apetecía particularmente obtener el Goya por esta película.

–¿Emocionada?
–Sí, en el escenario me contuve, eh. Pero apenas salí me puse a llorar a más no poder.

–¿Lista para filmar Tetro, el largometraje que Francis Ford Coppola rodará en la Argentina?
–Absolutamente. La próxima semana estaré en Buenos Aires. ¡Espérenme! Tengo muy buenas expectativas. Será como cumplir un sueño. Otro más…

EL LOOK DE LA GRAN NOCHE. Los Goya, como cualquier gala de su tipo, quiso ser una vidriera. De películas, de actores, de directores y… de vestidos. El plateado fue el tono preferido por las figuras femeninas en la alfombra verde, y les trajo suerte: lo usaron Maribel Verdú (Mejor Actriz) y Manuela Velasco (Actriz Revelación por REC) –ambas también se hicieron un tratamiento cosmético con una crema con polvo de diamantes–, además de la actriz y modelo Goya Toledo (by Elie Saab). Belén Rueda eligió un rojo intensísimo de Carolina Herrera, mientras que Mónica Cruz apostó a un strapless negro de Dolce & Gabbana. Las más bellas, a juzgar por las miradas indiscriminadas que recibieron, fueron la cantante y actriz Najwa Nimri, con un vestido blanco de Dior, y Elsa Pataky, con un diseño con cola de Versace. La modelo y actriz –novia del galán de Hollywood Adrien Brody–, aunque no estaba nominada y concurrió como presentadora, atrapó todas las miradas con su vestido color salmón. Miguel Abellán, con esmoquin de Hugo Boss y coleta con dejos de torero, acompañaba a la argentina Natalia Verbeke, espléndida en un bustier Dolce & Gabbana rojo.

DESILUSIONES. Fracasó Las trece rosas: competía en catorce categorías, pero sólo obtuvo cuatro menores (Actor de Reparto, Fotografía, Música Original y Diseño de Vestuario). Y dolió la silla vacía del actor Javier Bardem (se rumoreaba que podría asistir con Penélope Cruz), hoy por hoy el español más exitoso en el mercado cinematográfico internacional. También se sintieron las ausencias de Pedro Almodóvar y de José Luis Garci, ironizadas con videos en los que supuestamente los fueron a buscar en taxi a sus casas. No faltó el humor ácido en plena campaña electoral española: “Veo que hay más políticos que otros años. Sucede cada cuatrienio”, dijo Corbacho, el emblemático presentador.

¿Romances? También los hubo. O casi. Manuela Velasco recibió tres kilos y medio de Goya de las manos de Hugo Silva y Alejo Saura y les dio besos de infarto. “Es que me tocaron los más guapos”, se excusó después. Aunque el beso apasionado lo recibió del conductor de la gala, emulando al que Adrien Brody le dio a Halle Berry cuando el actor recibió un Oscar.

El mundo del cine español puede felicitarse por transformar una ceremonia de entrega de premios en un excelente espectáculo.

Noche de fiesta para la debutante directora y para todos los argentinos. “Bienvenido sea si el Goya genera que más españoles elijan ver XXY”, dijo Lucía al recibir su premio.

Noche de fiesta para la debutante directora y para todos los argentinos. “Bienvenido sea si el Goya genera que más españoles elijan ver XXY”, dijo Lucía al recibir su premio.

Ernesto Alterio (hijo de Héctor, quien recibió el Goya de Honor en 2004) y su mujer aplaudieron el triunfo de XXY.

Ernesto Alterio (hijo de Héctor, quien recibió el Goya de Honor en 2004) y su mujer aplaudieron el triunfo de XXY.

Lucía Puenzo en la alfombra verde del Palacio de Congresos y Exposiciones de Madrid.

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