Abre un bolso y muestra sus tesoros, los que lleva a todas partes. Un rosario de madera, una Biblia pequeña de tapa azul, que llegó a sus manos por azar y le reveló todo en lo que ahora cree fervorosamente, y dos piedras pequeñas, una con una inscripción de una cruz y otra con una estrella de David, que simbolizan la integración de sus dos identidades, la judía de nacimiento y la cristiana por conversión. Jimena Cyrulnik (28 años, conductora de televisión de profesión) está revolucionada. Su pelo luce cortísimo y usa una gorra porque no se acostumbra a su nueva imagen, dice. Acaba de volver de un viaje por Israel, donde visitó el Santo Sepulcro y confirmó su sentimiento religioso. Ese que empezó hace dos meses cuando se rapó porque quería purificarse, se tatuó el nombre de Jesús en hebreo y se convirtió al cristianismo.
-¿Te pegaron demasiado duro por contar tu experiencia religiosa?
-Sabía que iban a hablar pero nunca pensé que iban a mentir. Yo siempre fui con la verdad. No tengo miedo de mostrarme vulnerable, exponer mis virtudes y mis debilidades.
-¿En qué mintieron?
-Llegaron a pagarle a personas para que dijeran que estaba en una secta. Hicieron horas de programas de televisión con mentiras.
-¿Cómo reaccionó tu familia?
-Pasé una semana explicándoles cómo eran las cosas. Mis hermanos (Sebastián de 32, Federico de 20 y Solana de 19) me ven bien y me respetan. Están abriendo su alma, y ellos, que como yo nacieron en una familia judía, empiezan de a poco a aceptar a Jesús. En cambio mi abuela Rosa, el primer día, me dijo: "¡No! ¡Jesús no!" Pero sé que de a poco ella también va a encontrar la salvación en Cristo.
-¿Tenés una relación muy cercana con ella?
-Ella me crió. Ahora tiene 92 años y es la persona más importante para mí. Estoy a punto de convencerla de que se mude conmigo. Mientras estaba en Israel, falleció mi otra abuela, Telma. Me alegra saber que le llegué a leer el Nuevo Testamento, siento que se fue en paz.
-¿Ahora ves la muerte de otra manera?
-En mi estado mental, la muerte no es algo tan terrible, no le tengo miedo ni me entristece. Siento que mi abuela atravesó una puerta. Allá todo es lindo, no se sufre, no hay dolor.
por María Noel Alvarez
fotos: Maximiliano Vernazza
producción: Sergio Barbaro
maquilló: Valeria Pulido con productos Trucco
(Agradecemos a India Style y Reserva Ecológica de Buenos Aires)
Usa gorros y pañuelos porque prefiere no mostrar su pelo cortísimo. Hace sólo dos meses contó a GENTE que se había enamorado de Jesús y que se había pelado para purificar su alma.
Usa un rosario, una pulsera con imágenes de la Virgen y lleva a todas partes una pequeña Biblia de color azul. "Leyendo estos evangelios, conocí a Jesús y lo acepté", cuenta.
