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“Me morí con vos”

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Junto al cuerpo ahorcado se encontraron varias botellas de alcohol y pastillas. El edificio, paradójicamente luminoso, quedó para siempre signado por la oscuridad. Ahí, en el piso 23º departamento B de Uriarte 2363, el aire se volvió espeso para siempre. Sebastián Arcos, empleado de Jaz Producciones –que funcionaba allí–, fue quien encontró sin vida el cuerpo de Fabián Rodríguez ese lunes 24 de marzo de 2014. Arcos recibió un mensaje de texto a las 22:01 horas que decía: “Me mandé una cagada, llamá al 911 y mandalos a Uriarte 2363 piso 23b, Capital”. Un rato antes, Nazarena Vélez, en Miami y minutos antes de regresar a la Argentina, recibía de su marido un mail premonitorio: “Me quiero ir con mi papá. Voy a hacer una locura. Tengo una enfermedad incurable que les hace mal a todos”. Asustada, llamó a su celular, sin obtener respuesta. Alertó a su hija, Barbarita, que también había recibido un mensaje de texto preocupante, para que fuera a Jaz.

El empleado llegó primero. No pudo entrar con su llave, porque del otro lado Fabián había dejado puesta la propia. Se desesperó, golpeó la puerta, intentó abrirla a la fuerza. Como no podía, le tocó el timbre al vecino. Le pidió por favor entrar por su balcón, que continúa al de la oficina. Desde allí, Sebastián vio el cuerpo colgado de Fabián Rodríguez. El vecino –Christian Giménez, actor de comedia musical– prefirió no mirar siquiera la imagen. La desesperación hizo que Arcos no midiera los riesgos: los balcones están separados por una mampara rígida, y cruzó suspendiéndose en el vacío, a 23 pisos del suelo. Entró al departamento y abrió desde adentro. Barbarita ya estaba abajo, esperando novedades. Pocas horas después, la fatal noticia llegó a los medios. Rodríguez tenía 46 años y tres hijos.

AQUELLOS DIAS FELICES. “Es la tercera y última vez que me caso”, supo decir Nazarena, lista para zambullirse en una nueva aventura amorosa. Ya con 38 años, más madura y consciente del gran paso, le dijo que sí a la propuesta de Fabián Rodríguez.

El empresario le había pedido casamiento en marzo de 2012, durante un hermoso viaje a Salvador, Brasil, que la rubia también compartió con sus tres hijos: Gonzalo, Barbarita y Thiago (éste, fruto de su relación con Fabián, nacido el 23 de septiembre de 2010). En el marco de un paisaje paradisíaco, ella aceptó de buen gusto. Se habían puesto de novios el 9 de abril de 2009 y, a la par, disfrutaron de las buenas (éxitos de taquilla en Carlos Paz, vacaciones de ensueño en Punta Cana) y soportaron las malas (la muerte en un accidente de Jazmín, la hermana de Naza, y la pérdida de un embarazo).

Fue así como el 3 de agosto de 2012, ante apenas 35 invitados y con alianzas de Bulgari, Nazarena y Fabián rubricaron su compromiso en el Registro Civil de Tigre. “Ya no soy la misma, tengo más arrugas, me han pasado muchas cosas. Fabián es mi compañero y lo elegí para siempre. Me trajo paz”, decía la actriz, plena de felicidad. El “sí” de Rodríguez le salió tan bajito que lo tuvo que repetir ante el juez. “Es que estaba muy emocionado”, se excusó. Hubo luna de miel de siete días en un resort de Playa del Carmen y, el 5 de octubre, una gran fiesta en Pilar. Naza, vestida con un precioso vestido color champagne de Claudio Cosano, tuvo su noche soñada. No duró para siempre.

Después de muchos rumores de separación, en noviembre de 2013 Nazarena mandó hacer una revisión de los números de la empresa. Algo se había roto entre los dos, pero la relación siguió adelante: durante todo el verano estuvieron juntos en Carlos Paz.

EL FINAL. El martes 25 de marzo, Nazarena Vélez llegó al país desde Miami, con la peor noticia a cuestas. Pocas horas después enfrentó a la prensa, cuando se presentó en la Comisaría 23ª (ubicada en Santa Fe y Gurruchaga). Ahí escuchó el relato completo y luego, devastada, fue, acompañada por su hija, su padre y el abogado Rafael Cúneo Libarona, hasta la Morgue judicial. Los médicos forenses acercaron una camilla con el cuerpo desnudo de Fabián Rodríguez. Nazarena se arrojó sobre él. Le habló, lo besó, le preguntó por qué. Y volvió a su casa en estado de shock.

La casa a la que vuelve es la famosa “nueva casa” de la que tanto se habló en los medios. Allí se mudaron sin terminar de pagarla, aunque estaba todo previsto para firmar la escritura al regreso de Nazarena de Miami. La misma se encuentra en el barrio La Damasia, de San Fernando. Es una construcción moderna, de dos pisos y un amplio jardín, un gimnasio completo en la planta baja y las habitaciones en el segundo piso. Allí vive Nazarena con sus tres hijos: Bárbara (19), Gonzalo (14) y Thiago (3). Según trascendió, faltaría pagar unos 30 mil dólares, que desaparecieron de una caja fuerte antes del viaje y que Rodríguez prometió reintegrar. Ese faltante, según contaron allegados, Fabián dijo haberlo usado para pagar deudas. Fue uno de los disparadores de la última pelea de la pareja, el motivo por el cual él no viajó a Miami, y que ella le pidiera que, a su regreso de Estados Unidos, él ya hubiera abandonado la casa.

OTOÑO TRISTE. Luego del trágico deselnace, Nazarena todavía no decidió dónde vivirá, pero todo indicaría que seguiría allí, adonde se mudó este año. Durante toda esta semana, sin embargo, no estuvo sola. Además de amigos, los padres de Nazarena (José y Rosa Ana) estuvieron casi todos los días con ella.

El miércoles 26 fue tal vez el día más duro. Junto a toda su familia y la de Fabián, Nazarena fue primero al velatorio organizado en la calle Malabia, el cual recién se decidió realizar a último momento. Desde allí salieron a la una de la tarde rumbo al Jardín de Paz. Primero hubo una pequeña ceremonia en la capilla y luego enterraron los restos de Fabián.

“Te amo, te amo. No hacía falta que hagas eso”, decía Nazarena mientras avanzaba el cortejo de amigos y familiares. Los tuits de ella reflejaron el momento por el que está pasando. “Besé tus labios y estaban helados, todo tu cuerpo estaba frío. Sentí el mismo amor, aunque entendí q ya no estabas ahí”, escribió en la red social.

El jueves, la actriz publicó un video de despedida, que mandó armar con fotos de su relación y una canción especialmente elegida. “Me fui con vos”, dice la imagen inicial, que da entrada a la letra de la canción: “Yo te extrañaré, tenlo por seguro... Fueron tantos bellos y malos momentos que vivimos juntos”.

El viernes, cerca del mediodía, Nazarena salió junto a su padre rumbo a la oficina de Uriarte 2363. Después de tres días, la Justicia retiró la faja de clausura y ella pudo entrar por primera vez a la escena del suicidio. Estuvo cerca de dos horas y al salir se dirigió a Callao y Santa Fe a hacer un trámite. Luego, alrededor de las seis de la tarde, volvió a su casa. No lo hizo con las manos vacías: al bajar del auto llevaba en los brazos una pila gigantesca de papeles. Las cuentas de la empresa no estarían nada cerca de la prolijidad: se habla de deudas por más de 500 mil pesos. Los detalles, por el momento, quedan en la intimidad de la productora.

El sábado por la mañana, Nazarena salió con su madre camino al cementerio. Llevó flores y se acostó, desconsolada, junto a la tumba de Fabián. A media mañana volvió a su casa y se internó en el gimnasio. No volvió a salir.

El domingo, luego de un largo día de lluvia, Nazarena llamó a sus peluqueros de confianza y se retocó el color del pelo en la galería de su casa. Enfundada en un sencillo vestido rojo, se la veía animosa a pesar de todo. Sin embargo, después del retoque se recluyó. Despidió a los estilistas y se quedó descansando junto a sus hijos. Barbarita, la única de ellos con edad para conducir, salió por la tarde. Está ocupada con las grabaciones de Somos familia, la tira de Telefe, recuperando el ritmo habitual de su vida.

El lunes, la madre volvió de visita a la casa y estuvieron juntas toda la tarde, pero a Nazarena no se la vio salir. Por supuesto, se mantuvo en silencio. Su vida, más que la de nadie, ha sido atravesada por escándalos mediáticos. Esto, sin embargo, como también la muerte de su hermana Jazmín, trasciende cualquier declaración que pueda dar. Sólo el tiempo, y nada más que el tiempo, podrá decir qué sigue en la vida de Nazarena Vélez. O su cuenta de WhatsApp, donde deja entrever sus estados de ánimo. El último tiene una foto de Thiago y una frase definitoria: “Viviré para cuidarte a vos y a tus hermanos, te lo juro por Dios”.

El viernes, cerca de las seis de la tarde, Nazarena Vélez regresó a su hogar en el country La Damasia con los papeles de Jaz Producciones. En esa casa, luego de que faltaran 30 mil dólares, comenzó la pelea final de la pareja.

El viernes, cerca de las seis de la tarde, Nazarena Vélez regresó a su hogar en el country La Damasia con los papeles de Jaz Producciones. En esa casa, luego de que faltaran 30 mil dólares, comenzó la pelea final de la pareja.

El 3 de agosto de 2012, Fabián Rodríguez y Nazarena Vélez se casaron en una ceremonia íntima. Se habían conocido tres años antes. Para él fue el segundo matrimonio, y para ella, el tercero. El 23 de septiembre de 2010, en el sanatorio Anchorena, nació Thiago, el único hijo en común.

El 3 de agosto de 2012, Fabián Rodríguez y Nazarena Vélez se casaron en una ceremonia íntima. Se habían conocido tres años antes. Para él fue el segundo matrimonio, y para ella, el tercero. El 23 de septiembre de 2010, en el sanatorio Anchorena, nació Thiago, el único hijo en común.

Eran una feliz familia ensamblada. Fabián adoraba a Barbarita y Gonzalo, los otros hijos de la actriz. Aquí, con la chica y Thiago en Carlos Paz.

Eran una feliz familia ensamblada. Fabián adoraba a Barbarita y Gonzalo, los otros hijos de la actriz. Aquí, con la chica y Thiago en Carlos Paz.

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