Perdón, ¿me darías fuego?”, pide en la puerta del Hotel Four Seasons, en el Barrio Norte porteño, y empieza a caminar. Muchos que pasan a su lado giran para mirarlo, pero pocos creen que sea quien “parece” que es. Hasta que dice: “Sí, sí. Soy yo, el Dr. Luca Kovac, de ER, de Warner Channel”, ríe el protagonista de una de las series norteamericanas más importantes y resonantes de la televisión mundial, con trece temporadas al aire y una decimocuarta que arrancará durante noviembre próximo.
Pero no sólo eso: Goran Visnjic (34), hace ocho años que es el reemplazante del Dr. Doug Ross, interpretado por… George Clooney. “¿Una carga? No, al contrario. Admito que fue difícil ocupar su lugar. Pero me gustaba el desafío de participar en un programa tan fuerte. Mi mayor miedo era el idioma, aunque después de algunas clases particulares, me sentí a gusto. Por fortuna, cuando se fue George e ingresé yo, aparecieron nuevas historias, y eso lo mantuvo en todo su potencial. Podría decirse que la suerte estuvo de mi lado”, cuenta el actor nacido el 9 de septiembre de 1972 en Sibenik –entonces Yugoslavia, hoy Croacia–, en la costa del Mar Adriático–. Y ya es hora de presentarlo.
Por ejemplo, contar que apenas cumplió nueve años supo que quería ser actor, algo que sus padres Zeljko y Milka al principio tomaron a la ligera. “Mi pueblo cuenta con una fuerte tradición teatral. Cuando era chico había una escuela de teatro infantil a la que yo iba por diversión. Mis familiares me preferían ahí antes que vagueando por la calle. Incluso, yo no consideraba a la actuación una profesión, hasta que un maestro me dijo que podía combinar lo que más me divertía con el trabajo, y decidí por esta ruta”, explica entusiasmado quien ha sido reconocido por la revista People como uno de los actores más atractivos de la televisión.
Pronto alcanzó su adolescencia y profundizó su pasión en la Academia de Artes Dramáticas de Zagreb –capital de su país– mientras cumplía con sus deberes de soldado. Su debut en cine lo hizo en 1988, cuando interpretó a un joven extremista en Braca po materi. Aunque recién en 1997 su nombre saltó a la fama gracias al filme Bienvenidos a Sarajevo. “Todos querían que viajara a los Estados Unidos. Me llegaron muchas ofertas de trabajo… Dije: ‘¿Por qué no?’, y viajé”, informa el esposo de la escultora Ivana Vrdoljak, con quien en abril último adoptó un bebé, Tin. “A mi mujer la ayudo en todo lo que puedo. Eso sí: no me pidas que haga trabajos de electricidad: cuando chico vi a mi hermano meter los dedos en el enchufe y quedé traumado. Del resto, me animo a las compras, saco la basura, como cualquier hombre. Mientras tanto, ella hace la comida”, cuenta el dueño de tres perros (Luigi, Romo y Bugsy) que lo inspiran a luchar por los derechos de los animales.
–¿Había visitado antes la Argentina?
–No, es la primera vez que viajo. En el colegio estudié sobre Evita y Perón. Sé del nivel del fútbol argentino y de Maradona. Siempre quise conocer tu país. El único problema es la distancia. Muchas horas de vuelo, con mi 1,93 de altura, se complica. Apenas llegué recorrí el centro y, a la noche, disfruté un show de tango. Me encanta el movimiento de los cuerpos y la cadencia de su música. Monté a caballo, ordeñé vacas, ¡fui un gaucho! Ahhh, me olvidaba, el vino. Tengo pensado llevarme un montón de botellas. La excusa de promocionar ER me calzó como anillo al dedo para darme el gusto de pisar tu tierra.
–A propósito de su serie, ¿no es mucho ocho años seguidos calzándose el delantal de Kovac?
–Para nada. Es imposible aburrirse con la calidad de los guionistas y del equipo. Al contrario, las temporadas se me pasaron volando. Lo que viví en este tiempo fue una experiencia inolvidable. Mis mejores amigos son mis compañeros de trabajo. Aparte, en ER tuve la libertad de poder hablar en mi idioma natal, y me hizo bien para el papel. En mi camarín tengo una foto enorme de mi pueblo. Respecto a los tiempos de grabación, hay semanas que trabajo tres días y descanso cuatro, y otras en las que me exigen más. Durante las vacaciones trato de participar en otros programas, o rodar películas. Es una forma de despegarme del personaje, de enfrentar nuevos desafíos.
–Por ejemplo, ¿convertirse en James Bond?
–Todos me lo preguntan. Incluso lo leí en internet. ¡Pero yo nunca me enteré! Igual, me gustaría, buscándole un perfil relacionado a mí, claro. Si tuviera que definirlo en pocas palabras, te diría que me maravilla la carrera de George Clooney, pero yo quiero hacer mi propio camino.
–Una duda personal: cuando un familiar suyo se enferma…
–(Risas)…No sigas: aprendí mucha teoría y algunas cosas que nunca antes había escuchado pero, te aseguro, si un familiar se enferma, llamo a un doctor verdadero. 
De paseo por la placita de la 9 de Julio y Posadas. Logró prestigio con Bienvenidos a Sarajevo. “Todos querían que viajara a los Estados Unidos. ‘¿Por qué no?’, dije, y viajé”, cuenta el galán.
“En ER tuve la libertad de hablar en mi idioma natal, y eso me hizo bien para el papel. En mi camarín tengo una foto enorme de Sibenik, mi pueblo en la costa del Mar Adriático”.
Visnjic le da vida al Dr. Luca Kovac desde 1999, por Warner Channel. Si bien debió tomar cursos intensivos de inglés, su acento lo ayudó a conquistar a los millones de espectadores de ER Emergencias. Mientras se rumorea que George Clooney podría volver a la serie, con apariciones especiales, Goran disfruta su mejor momento.
