“Me gustaría trabajar en televisión, pero antes quiero estar bien preparada” – GENTE Online
 

“Me gustaría trabajar en televisión, pero antes quiero estar bien preparada”

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Lucrecia, tigresa. A la chica le sale naturalmente. Claro, tiene con qué, lo que llamaríamos en el barrio un lomo importante, y actitud. Directo de La Lucila, partido de Vicente López, con el acento propio de la zona, a Kico, un restaurant en Palermo Hollywood, donde hacía de recepcionista, o los estudios de Relaciones Públicas en la UADE –los cuales largó, pero anda con ganas de retomar–, y de ahí a Multitalent Agency, con su 90-60-88, que tienen una ligera ayuda del señor bisturí. Pero el resto es todo ella, todo Lucrecia (21), que sin duda alguna, ha visto mundo: París, Roma, Mykonos, Santorini y otras islas griegas. En el verano, fue una de las Chicas del verano de GENTE en Punta del Este. Y todo esto en poco más de un año de buen ascenso. En apenas unas horas, arma valija otra vez, a destinos más glamorosos, cosa que a ella le encanta.

–La primera pregunta de cualquier filósofo es: ¿quién sos?
–Mmm… gran pregunta. A ver... Una chica muy pero muy familiera. Mi afectos son todo, cable a tierra total. Mamá Karina, que es azafata, y mi hermano menor, Robertino, que tiene once años. Soy muy sincera, tal vez demasiado. No tengo amigas en este laburo. Es un ambiente muy falso, muy hipócrita. Están los que te saludan con la mejor onda, los que se te cuelgan porque les conviene, y el día de mañana si caíste, te cortan el rostro. Y yo tengo muchos falsos a mi alrededor.

–Te olvidaste de tu padre...
–Es que no me hablo con él. Se llama Héctor, vive en el edificio de enfrente del mío. Pero nada... Mis viejos se separaron cuando tenía tres años, estaba todo mal. Qué sé yo, por temas de juicio entre mi mamá y él, ni nos hablamos. Me gustaría recuperarlo.

–¿Colegio?
–Fui al Nightingale, en San Isidro, bilingüe, con un poquito de francés. Muy lindo, allí no eras un número. La pasé muy bien. Hasta me fui de viaje de egresados a Cancún.

–¿La nena ya era sexy para ese entonces?
–Es que siempre me gustó seducir. Vamos, ¿a quién no le gusta? Llamar la atención, todo eso. Con mi mejor amiga de chiquitas nos vestíamos, desfilábamos en casa. A los 15, 16, empecé a mostrar un poco. Me encanta estar sexy. Pero no pasa por una mini y tacos. Es cuestión de personalidad.

–¿Cómo es la tuya?
–Soy muy divertida, compañera, con muchos amigos hombres.

–Bueno, se dice que la amistad entre el hombre y la mujer es un mito…
–Eso no es verdad en mi caso. Mientras haya reglas claras, está todo bien.

–Cuando te encaran en un boliche, ¿qué hacés?
–A los chamuyeros que me encaran, los rajo de una. No me van los babosos, ese verso barato de: “Qué hacés rubia”. Tienen que venir con buena onda, el humor es la clave. Si un hombre quiere estar conmigo, debe tener personalidad, ser divertido, emprendedor, que se haga notar. Y que me trate como a una reina. Un buen look no está mal: bien masculino, no un nenita.

–Has viajado, muchacha...
–Con mi trabajo, bastante. Venecia, las islas griegas, Roma, París… Y en unos días, Miami, Los Angeles, otra vez París, y de ahí al Festival de Cannes. ¡Mucho glamour!

–¿Te gusta esa vida?
–Me va la vida glamorosa. Viajes, eventos, fiestas, todo eso. De todas formas, no hago bandera de la vida vip. Antes de ser modelo, también entraba a donde quería.

–¿Cuál es tu fuerte como modelo?
–Tengo mucha actitud y puedo dar varios perfiles. Soy consciente de que lo fuerte, obvio, vende más. Es la mirada, la postura, la ropa que me ponen. Cuanto más mostrás, mejor, pero también está bueno insinuar. De mi cuerpo, me gustan mi cola y mis piernas largas.

–¿Y eso que se ve de frente? ¿Todo tuyo?
–Las lolas las tengo operadas. Ojo, siempre tuve delantera, pero cuando me hice la cirugía, me agregué un poquito. En cierto momento adelgacé, y se me fueron. Tengo un cuerpo proporcionado.

–¿Cómo se convive con tanta sensualidad?
–¿Sabés? No me acostumbro a todo esto. Me llega más por los amiguitos de mi hermano, que lo hinchan con que “entregue” a la hermana. En la calle me gritan cosas, pero nada muy zarpado.

–Y de amor, ¿cómo andamos?
–Mmmm, podés poner que hay alguien. Con los hombres no soy una histérica. A los papeles y punto. Yo hago lo que siento. Me equivoqué unas cuantas veces, pero es así.

–¿Sos ambiciosa?
–Quiero llegar hasta donde pueda, hasta donde sea. Me quedan por aprender muchas cosas. Me gustaría trabajar en televisión, pero antes quiero estar bien preparada. No me veo al frente de un programa de un día para otro. Sé que hay que empezar de abajo.

Lucrecia dice 
que sus piernas y su cola son las partes que más quiere de su cuerpo. Pero 
–una lástima– sostiene que no está sola: “Podés poner que hay alguien en mi vida”.

Lucrecia dice
que sus piernas y su cola son las partes que más quiere de su cuerpo. Pero
–una lástima– sostiene que no está sola: “Podés poner que hay alguien en mi vida”.

"Si un hombre quiere estar conmigo, tiene que tener personalidad, ser divertido, emprendedor, que se haga notar. Y que me trate como a una reina"

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