Connie, digamos, es una chica complicada. Paradojas le sobran. Chimentera, sí, para Intrusos en la noche -lunes a viernes, a las 23, por América-, junto a Jorge Rial, para meterse de espía en el cuero del show business criollo. Lo suyo es un haya paz. Nunca la munición gruesa del escándalo. Cosa rara. ¿No era tarea del chimentero tirar a matar? Sexy, también. Buenas curvas a lo largo de su cuerpo no le faltan, pero no sabe sus medidas. Mucho no le interesa.
¿Lista de créditos? A ver. Su afamada -o infame- columna, Cool y para el cool, donde alaba o destroza las pilchas de los famosos en Paparazzi. Luego, repite con Rial cada tarde en Fiebre de radio -lunes a viernes, de 14 a 17, por Radio 10-. Pero hay algo brutalmente cierto en esta nena bien de 30 años de edad, egresada del exclusivo Washington School, allá por Belgrano, casada hace dos años con el actor y escritor Willy Van Broock (actualmente, conductor de Zona…mos, por Canal 7). No se hace drama por nada. Y de nada reniega. Las cartas sobre la mesa, y punto. Entonces, a eso vamos.
-Antes que nada, definite.
-¿Por qué me tengo que definir? No me gusta, ni quiero. Me limita. Lo que a mí me gusta es el descontrol de la sorpresa. Si te digo que soy de tal manera, vas a esperar que siempre sea así. Yo soy yo, pero depende mi contexto.
-En este caso, tu contexto es la tele.
-Yo esto lo tengo muy claro. La tele es un show, es entretener, y uso lo que tengo para hacerlo. Lo que vos ves en pantalla es lo que soy yo. No es un personaje, no es falso. Me gusta reírme, divertirme y dar justamente eso: un buen show.
-Yo digo: "Connie Ansaldi, chimentera sexy". ¿Vos qué decís?
-Chimentera, obvio que sí. Pero no veo que me consideren sexy. Por ahí, algunos hombres. Yo no vengo de eso, ni debe estar en mí. No soy una comehombres, no me sale. Y si me hiciera la loba, no sería verdadero. Ni me hace falta. Soy una mina muy auténtica, visceral. Me encantan mis lolas, pero no son mi herramienta de trabajo. Lo mío es la simpatía. La gente me ve y dice eso: "¡Qué simpática es esta chica!"
-¿Te suena bien el rótulo de chimentera? Parece medio bastardo.
-No me molesta. Lo disfruto. Al no ser periodista, no me limito. Me gusta mucho mi trabajo. Hoy por hoy, es lo que soy. Mañana me tocará hacer otra cosa. Qué sé yo, por ahí, cubrir deportes.
-Ah, ¿te ves en un vestuario lleno de jugadores en slip?
-¡Ja, ja, ja! ¡No está mal la idea! Bah, en realidad, mucho no me atrae. Como te decía, no me molesta que la gente piense que ser chimentera en la tele es algo malo. No tengo por qué hacerme cargo de los mambos ajenos. Yo sé cómo trato la información.
-¿Y cómo la tratás?
-Con fundamento. En cámara, cuando opino sobre algo, lo fundamento. Y hablo del trabajo del personaje. No califico a la persona en sí. Ni soy tan egocéntrica de sostener que tengo la verdad absoluta. Me encanta anunciar embarazos, nuevas parejas… Eso es lindo.
-¿Y la bomba de tus sueños?
-Que se embarace… ¡Marcelo Tinelli! ¡Ja, ja, ja! Nah, eso es imposible. Hoy, la gran bomba sería, no sé, el nuevo novio de Susana.
-Me decías de la parte linda de tu trabajo. Es lícito creer que tiene su lado oscuro.
-Nunca me tocó dar una información jodida. Pero es más lo que se guarda que lo que sale al aire, te lo aseguro. Qué sé yo, no me gusta tirar infidelidades, enfermedades. O hablar de la sexualidad de un famoso.
-Huele a piedad. Cosa que en tu línea laboral no sirve.
-¡A mí me cargan por eso! Me acusan de andar defendiendo a los personajes… Bah, yo me pongo en el lugar del otro. Sé que no es bueno para mi laburo, pero no me gusta tirar puñales por la espalda.
-Siguiendo con tu trabajo, ¿podés tener amigos famosos? Es decir, algún puñal tendrás que lanzar.
-No tengo enemigos, que eso es mucho decir.
-Decías hace un rato que no te hacía falta hacerte la sexy…
-¡Tal cual! ¿Te imaginás si aparezco en el programa con pezoneras y conchero? ¡No daría ni ahí! Todo lo que es posado, falso, no me gusta. No necesito hacerme la sexy. Además, la gente me compró como soy.
-Vos criticás vestimenta ajena. ¿Y cuando pifiás con la tuya? ¿Qué hacemos?
-Fácil. Si me tiran un palo, me lo aguanto. De hecho, ya me los aguanté. Yo, que critico, si no me bancase las críticas, sería una esquizofrénica.
-A ver, los mejores y peores vestidos del show business local.
-¿Los mejores? Alan Faena y Dolores Barreiro. Jamás patinan. Son originales. Y sin estridencias. Para mí, eso es cool. Ser auténtico.
-Me debés los peores.
-¡Ay! ¡No puedo decírtelo! ¿Ves? Es lo que te decía. No me gusta matar ni escrachar a nadie.
-Podríamos decir que sos una chica un tanto… concheta. Oriunda de Belgrano, escuela bilingüe, y toda tu batería de mohínes avalan la teoría.
-Eso lo decís vos. Por ahí, aparece Amalita Fortabat y dice: "Esta chica es una grasa". Además, ¿concheta según quién?
-Según un buen porcentaje de la Argentina, cuyo bolsillo dista bastante de Amalita Fortabat.
-Ya fue eso de la chica bien. Ese concepto me parece démodé. Yo estoy bien de la cabeza y del corazón. Podés ser una persona bien, o una persona mal.
-Y vos, ¿qué sos?
-Pibe, yo soy una profesional.
por Federico Fahsbender
fotos: Santiago Turienzo
producción: Sergio Barbaro
maquilló: Sebastián Estrada con productos L'Oreal Paris. Peinó: Luis Tagliani
agradecemos a Boutique Teatro Maipo, Ricky Sarkany, EMME, Tienda Tres y Spoon
Para más datos, nació Constanza y estudió publicidad. Ahora, lo suyo es el espionaje del espectáculo. El gran Maxwell Smart la cambiaría gustoso por la 99.
¿Cuál sería la gran bomba en el mundo del espectáculo? Y, sin dudas, el nuevo novio de Susana…" ">
"¿Cuál sería la gran bomba en el mundo del espectáculo? Y, sin dudas, el nuevo novio de Susana…"
