El viernes 7, mientras casi dieciocho millones de personas escuchaban la transmisión en simultáneo del nuevo tema de Charly García, Deberías saber por qué, tanto en la mayoría de las radios argentinas como en varios canales de América latina y España, Nancy Dupláa (39) tenía otras cosas que hacer. Cuestiones que, en un año donde la actriz se encuentra alejada de la maraña mediática y de los grandes proyectos de la tele, son de suma prioridad para ella: ocuparse de sus hijos, Luca (9) y Morena (5), de manera full time y sin restricciones.
¿AMA DE CASA DESESPERADA? Aunque el público y los foros de los seguidores de Nancy reclamen su regreso al prime time de la pantalla chica, por ahora no hay señales de retorno de la mujer de Pablo Echarri (39). ¿Los motivos? El matrimonio suele “turnarse” para trabajar, y así no descuidar a la familia. Entonces, durante la primera parte del año, la morocha estuvo haciéndole el aguante a Echarri, que finalizó hace pocas semanas el rodaje de Las viudas de los jueves, la película basada en la novela de Claudia Piñeiro. Pero cuando tenía casi cerrada su incorporación a Un año para recordar, el nuevo proyecto de Underground, la productora de Sebastián Ortega selló acuerdo con Florencia Peña (que ya tenía contrato) y con Celeste Cid (a quien ya se la había comprometido de palabra para la tira). Ergo, Nancy quedó fuera del elenco estelar. Pablo Echarri, en cambio, analiza un libro teatral que lo regresaría a los escenarios en 2010, después de su exitoso The Pillowman, al tiempo que le acercaron otra interesante propuesta cinematográfica.
Sin embargo, Dupláa se toma con mucha calma este impasse laboral, y espera que alguna propuesta –lo suficientemente atractiva– la devuelva a la pantalla de Telefe. Pero sin prisa: “Siento que se terminó un ciclo en mi trabajo y quiero ver para dónde voy a ir de ahora en más..Todo es tan superficial que me asqueó. Veo tanto glamour impostado…”, se posicionó Nancy en una entrevista para Viva el último domingo. Hoy por hoy, se ocupa tiempo completo de su casa. En eso, justamente, andaba el viernes en horas del mediodía cuando salió de su hogar, en Colegiales, para pasear a su perra boxer.
Con cautela, Nancy gambeteó los desarreglos callejeros por obras públicas y se preocupó de que su mascota no hiciera “de las suyas” en plena vereda, llevándola a cada arbolito que encontraba en su camino. Vuelta a la manzana y ¿misión cumplida? ¡Nada de eso! A los pocos minutos salió acompañada por sus hijos, para llevarlos caminando al colegio. “El papel que mejor sé hacer es estar en familia. Por eso asumo sin culpas eso de parar y resguardarme”, confió Dupláa. Y a las pruebas nos remitimos… 
Siempre acompañada por Ezequiel, su secretario y mano derecha de la familia, Nancy llevó primero a pasear a su perrita, y luego caminó con sus chicos hasta la puerta del colegio, un instituto laico y bilingüe, no tradicional, que pone el acento en el desarrollo individual de cada alumno.
