“Me caso con la primera y única pareja con la que conviví” – GENTE Online
 

“Me caso con la primera y única pareja con la que conviví”

Actualidad
Actualidad

Nació el 2 de marzo de 1976 como Roberto Carlos Trinidad. Pero en 1994, al cumplir los 18, se puso lolas… ¡y nació Florencia! Hoy, otra vez en su gran camarín del recuperado teatro Tabarís (alguna vez célebre boite, luego templo evangélico), donde debutó hace más de una década, habla de todo: años difíciles, amor, boda, éxito (Bailando por un sueño, próximo jurado en Patinando con las estrellas, cantante de la banda de rock Los Pinochos, y cabeza de El champagne las pone mimosas). A corazón abierto…

–Mejor, imposible. ¿O no tanto?
–Estoy muy feliz, sí. Pero la gente que cree que mi vida fue un cuento de hadas, que siempre fui divertida y glamorosa… ¡se equivoca!

–¿Recuerda mucho los días negros?
–No demasiado… Pero a veces, cuando me saco el maquillaje, hago un flash back de mi vida, y aparecen la tristeza y la soledad…

–¿Pablo (Goycochea, 36, odontólogo) fue el hombre providencial?
–Cuando lo conocí estaba sola y sin trabajo, pero él me contuvo. Siempre estuvimos juntos. En las buenas y en las malas…

–¿Por eso se casan, aunque no haya Civil ni iglesia?
–Por eso, y porque todo el mundo quiere vernos casados. Es lo que sentimos, realmente…

–¿Siempre soñó con el vestido blanco, de boda?
–No… Cuando era chica, a mis diez años. Pero después se me pasó. Es que fui cambiando de opinión sobre el casamiento y la religión.

–¿Hoy no es religiosa?
–Poco. La religión ocupa un lugar muy chiquito en mi vida. Antes era más fantasiosa: quería ponerme un vestido blanco y suntuoso como el de Lady Di, o tener una fiesta en el Alvear como la de Susana. Pero ya no…

–Sin embargo, se dice que van a tirar la casa por la ventana…
–No tanto. Será una celebración muy tranquila. Un modo simbólico de coronar nuestro amor.

–¿Cómo se imagina ese día?
–Primero, al atardecer, una bendición íntima, rodeado de los amigos que más quiero. Nada de invitar a gente que sólo quiere comer…, y que después me critica. Luego, sí, una gran fiesta.

–¿Cómo y cuándo Pablo le propuso casamiento?
–En París, hace tres años.

–¿El “Sí” fue inmediato?
–No. Sentí que no estaba preparada para afrontarlo.

–¿Por razones íntimas?
–No, no… Sólo porque tenía mucho trabajo.

–Bueno, ahora también…
–Es cierto, pero llegó el momento. Ahora siento que nuestro amor merece una celebración.

–¿Por qué no se casan por Civil?
–Porque sólo queremos hacer un festejo, celebrar la vida, que fue muy generosa conmigo. No necesitamos nada más.

–Pero la vida no siempre fue tan generosa con usted. ¿O sí?
–No. Fue muy complicada. Creí que no había nacido para el amor. Pero Pablo me enseñó que todo el mundo tiene derecho a amar, a pesar de lo que uno sea y de la condición sexual que tenga.

–¿Cómo se conocieron?
–Fue en Gualeguaychú, el 10 de diciembre del 97. Fui a hacer un show en El Angel, un boliche, y Pablo estaba allí. Después hablamos por teléfono y arreglamos un encuentro… La primera cita fue en Los sospechosos de siempre. ¡Comimos pizza y bailamos cumbia!

–¿Cómo estaba usted cuando apareció Pablo?
–Muy mal. Me sentía muy sola (lágrimas…). Pero él fue muy compañero, muy contenedor. Pasamos por todas las situaciones que atraviesan las parejas. Cuando lo conocí, yo había terminado de grabar la tira Margaritas, que fue un fracaso, pero también un gran aprendizaje. Poco a poco empecé a crecer, y él me ayudó a sentirme cada vez más fuerte.

–¿Había convivido con otra persona, Florencia?
–No. Me voy a casar con la primera y única pareja con la que conviví. Pero antes de Pablo tuve una relación muy tormentosa con alguien que me dejó muy lastimada. Tanto, que dejé de creer en el amor. Jamás me imaginé que estaría tantos años con una pareja.

–¿Cómo se imagina el futuro con Pablo?
–Me imagino con él… ¡para siempre! Antes, yo era muy egoísta, pero él me curó. Es que no me gusta hacer planes… Sin embargo hoy me veo con Pablo para toda la vida. Porque vamos por el mismo camino.

–¿Cómo se lleva con los hijos de Pablo?
–Muy bien. Pero en las notas periodísticas prefiero no hablar de ellos. Si bien son parte mi vida, quiero preservarlos. Ellos pertenecen al pasado de Pablo, y la figura pública soy yo. Ellos aceptan nuestra relación, pero no sé si lo que digo puede molestarlos.

–Al enamorarse de Pablo, ¿tuvo temor por la reacción de los hijos?
–Nunca lo pensé. Me enamoré, me aceptó, lo acepté. Punto. Nuestro amor nació sin querer, y jamás quisimos lastimar a nadie. Pablo me dio tanta estabilidad emocional que jamás volví a necesitar la compañía de otro hombre. Jamás…

–¿Quiere adoptar un hijo?
–En algún momento soñé con adoptar, sí. Pero ahora estoy lejos de ese deseo. Tener hijos ya no es una frustración en mi vida. Por suerte, Pablo tiene hijos, y eso me hace muy feliz. En mi caso, no es una cuenta pendiente. Además, estoy acompañada por Cayetano y García, nuestros perros... Ellos no piden explicaciones ni hacen reproches: siempre mueven la cola y te regalan alegría.

–¿Ya empezó a preparar la ceremonia?
–No tuve tiempo. Lo único que sé es que el vestido no será blanco puro… porque no soy virgen. Y lo va a diseñar Jorge Ibáñez.

–¿Padrinos?
–Gerardo Sofovich, seguro. Los otros, no sé. Y me gustaría que en la fiesta estuvieran el Puma Rodríguez y Raffaela Carrá. ¡Quiero una fiesta muy alegre! (Empieza a cantar el tema del Puma, Agarrensé de las manos…). Pero en las mesas, nada de souvenirs ni fotos, y en la pista, nada de vals de los novios…

–¿Es buena ama de casa?
–Sí. Cuando llego a casa me olvido de que soy una figura popular, me vuelvo transparente… No pierdo el humor, pero soy más vulnerable. No me gusta ver sufrir a la persona que tengo a mi lado. Trato de cuidar los detalles. Soy prolija y ordenada. ¿Qué más se puede pedir?

–¿Piensa hacer algún tratamiento de belleza previo a la fiesta?
–Si después de Bailando por un sueño no me pongo a punto… ¡me tengo que matar! Otra que el tratamiento de Ravenna… El año pasado bajé seis kilos, y ahora, cada vez que ensayo, largo tantas endorfinas y tan buen humor, ¡que no te cuento! Además, me gustaría ayudar a Martín, mi soñador, que quiere abrir una ONG para la gente que sufre de abuso y maltrato.

–¿Usted sufrió maltrato?
–Sí. Cuando era chica, mi papá me golpeaba mucho. Pero no se lo reprocho, porque era ignorante y no sabía que uno no elige nacer como quiere… Yo nací homosexual y pude cambiar de género porque fui fuerte. Nadie merece que lo agredan ni le falten el respeto por ser diferente…

–¿Qué cuenta pendiente tienen con Pablo?
–Al principio estábamos uno muy encima del otro, pero en esta etapa estamos aprendiendo un montón de cosas. Nos respetamos mucho en todo sentido.

“<i>No será una boda por Civil: sólo una ceremonia íntima, y luego una súper fiesta. Me gustaría que vinieranel Puma Rodríguez y  Raffaela Carrá</i>”, dice.

No será una boda por Civil: sólo una ceremonia íntima, y luego una súper fiesta. Me gustaría que vinieranel Puma Rodríguez y Raffaela Carrá”, dice.

“<i>Antes era más fantasiosa: quería un vestido blanco, como Lady Di, y una fiesta en el Alvear, como Susana... Pero hoy quiero algo más íntimo</i>”.

Antes era más fantasiosa: quería un vestido blanco, como Lady Di, y una fiesta en el Alvear, como Susana... Pero hoy quiero algo más íntimo”.

“<i>Tuve una vida muy difícil. Creí que no había nacido para el amor. Pero Pablo me enseñó el derecho a amar, más allá de mi condición sexual</i>”.

Tuve una vida muy difícil. Creí que no había nacido para el amor. Pero Pablo me enseñó el derecho a amar, más allá de mi condición sexual”.

Más información en Gente

 

Más Revista Gente

 

Vínculo copiado al portapapeles.

3/9

Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipisicing elit.

Ant Sig