Tres y media de la madrugada. Si hubiera un rating que mida la concurrencia a las discos de Buenos Aires, ése sería el horario que señala el pico de popularidad, cuando los DJs reservan sus mejores temas para copar las pistas, y ellos y ellas ultiman la romántica cacería...
En la madrugada del sábado 25, precisamente cuando las agujas apuntaban aquella hora de esplendor bolichero, Gonzalo Valenzuela (30), separado desde hace cinco meses de Juana Viale (25), combatió su flamante soledad en la disco Esperanto, en Palermo, donde irrumpió solo, para sorpresa de ellos… y beneplácito de ellas.
Al ritmo del punchi punchi, el chileno no se demoró en socializar con varias morochas. Y con alguna rubia también. Charlas al oído, presentaciones de ocasión, varios brindis con fernet (la bebida predilecta del actor) y algunos pasos de salsa y reggaeton impregnaron la noche de soltero de Manguera.
Luego de cuatro años en pareja con la nieta de Mirtha Legrand (tuvieron a Silvestre, hoy de un año y seis meses), Gonzalo corona así su regreso a las pistas de la conquista.De todos modos, las cosas están claras entre los ex. A Juana, por caso, se la vio semanas atrás muy bien custodiada por Gastón Gato Gaudio.
Pero regresemos a la madrugada del sábado que, para Gonzalo, acabó con el sol de la mañana del domingo, cuando se retiró de la disco sin compañía a la vista… ni confesión de parte. A esa altura del partido, ya estaba todo dicho. 
Valenzuela, matador en Esperanto. Socializó rápido con varias señoritas.
Más tarde, bailó y arrinconó contra la pared a una morocha.
“Compartimos el tiempo con Silvestre en un 50 y 50, y nos resulta bastante bien”, dijo el actor.
