La actriz de Multitalent presenta a las mascotas que comparte con su novio Rodrigo Pérez, guitarrista de la banda Ciro y los Persas. La decisión de mudarse por ellas a una casa más grande, el ritual antes de salir –“para que no les falte nada”– y cómo la afectaron ciertas “feas” experiencias de la infancia con sus animales, que hoy la llevan a decir: “Los perros son nuestros maestros”.
Mientras la maquillan y la peinan, Maca Paz (28) no pierde de vista a sus “hijas” Nala y Loli, de 5 y 9. De hecho, como la menor ya se escapó varias veces en medio de los paseos, lleva puestas dos correas: una con pretal y otra con collar. “Nala es la más alborotada, y Loli, como hermana mayor, es quien la pone en su lugar. Hasta le ladra como diciéndole ‘calmate’”, cuenta la actriz de Multitalent que meses atrás cautivara como Marie en Argentina, tierra de amor y venganza (eltrece). “Tenemos historial de líos con Nala. Cuando era chiquita me ha hecho llorar y plantearme: ‘¿Qué hago? No puedo más...’. Rompía todo. Una vez se subió a la mesada de la cocina, tiró una fuente con comida ¡y se comió hasta los vidrios! Así que con mi novio (Rodrigo Pérez, 36 años, guitarrista de la banda Ciro y los Persas) salimos corriendo a la veterinaria. Y así varias veces. Hoy lo cuento riendo, pero en ese momento nos poníamos muy nerviosos”, agrega.
–¿Ahora ya no?
–Todo nos da miedo, pero yo trato de que no me paralice. Y eso nos va nutriendo mutuamente. Somos sobreprotectores. Creo que mi novio más que yo (risas).
–¿Cómo hacés para lidiar con esos miedos?
–Nala y Loli me enseñan todos los días a enfrentar mis temores. De chica tuve dos experiencias feas de perros que se nos escaparon. A uno lo pisó un auto. Algo muy doloroso. Creo que de ahí vienen mis miedos. Haberlas traído a la producción fue todo un avance... Los perros son nuestros maestros.
“Me acabo de dar cuenta de que ni Loli ni Nala fueron nombres elegidos por nosotros”, dispara de pronto Maca. Y agrega: “Mi mamá adoptó a Loli apenas nació, así que se lo puso ella. Cuando se mudó nos la dio para que la cuidáramos hasta acomodarse. Pasa que con Ro nos encariñamos y nos la quedamos. Y Nala ya se llamaba así cuando la adoptamos”, comenta quien al momento de las fotos había desplegado una gran cantidad de juguetes, dos platitos con agua y un par de peluches. “Soy virginiana, pienso en todo”, explica simpática.
–¿Cómo se refleja esa organización en el día a día?
–Los cuatro pasamos en casa todo el tiempo posible. Y cuando salimos en pareja, chequeamos que esté todo cerrado, les dejamos abierta la puerta del patio, el ventilador prendido y música de meditación para perritos.
–¿Y cuáles son sus cuidados diarios?
–Comen alimento balanceado, o les cocinamos pollo con arroz. Los días de calor las mojamos un poco. Cada tanto las mandamos afuera para que las bañen y les corten las uñas. Son las reinas de la casa.
–¿Ya tomaron vacaciones los cuatro juntos?
–(Se muerde el labio) No... Tememos que les pase algo. Yo hablaba de “enfrentar los miedos”... Y sí, hay que hacerlo. Ellas me enseñaron la responsabilidad de cuidar a alguien y la importancia de la comunicación afectiva. Puedo asegurarte que hoy son mis guardianas, en el sentido más espiritual.
Fotos: Christian Beliera. Styling: Gigi Viappiani. Maquilló: Luli Ruiz Make Up. Peinó: Yvana Cella para Estudio Cella. Agradecemos a Something Else, Macarena Álzaga, Compañía de Sombreros, Luciano Marra y Growlers Belgrano.
