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¡Luz verde al amor!

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Ella luce radiante: los luminosos pantalones verdes deportivos que florecen debajo de su abrigo la dejan en evidencia. “¡Offside clarito!”, diría un juez de línea, si se nos permite la expresión futbolera. Pero claro, como estamos en época de Mundial, cualquier tipo de pantalón o jogging fluorescente está permitido... Incluso para la glamorosa Griselda Siciliani (32).

Unos pasos atrás aparece su novio, el ancho de espadas de Pol-ka, Adrián Suar (42), en jean, suéter, campera de cuero y anteojos negros: un look al mejor estilo Gabriel Nielsen, el viejo protagonista de Sin código, la serie televisiva que cruzó a ambos allá por el 2004.

Pero volviendo a la cuestión que nos compete: son las cuatro de la tarde del sábado. Mientras los argentinos se pasan la hora del té discutiendo y conjeturando sobre Maradona y sus muchachos, Suar y Siciliani ingresan a la confitería Nucha, en Armenia 1540, Palermo Soho, con el objetivo de tomar la merienda. Sin embargo, la ceremonia es corta: entran, consumen, miran la vidriera de tortas para una próxima visita y se retiran a la hora exacta de haber ingresado.

¿De qué hablaron? Casi imposible de determinar. Si tuviésemos que adivinar, seguramente nada que involucre al trabajo. Ni sobre el unitario que protagonizará Adrián en 2011 junto con Guillermo Francella y Oscar Martínez, y mucho menos sobre la escena erótica que representaron Male y Laura (Celeste Cid y Martina Gusman) el miércoles 16 en Para vestir santos, serie que también encabeza Griselda. ¿Acaso llevaron el Mundial a su mesa? Si apuesta que sí, gana. Los dos son muy futboleros (Boca, con domingos de cancha incluídos) y amigos íntimos de Diego Maradona. “Además, estamos seguros de que Argentina trae la Copa”, agregan antes de partir, y despejan todas las dudas.

Los actores entraron a Nucha, en Armenia 1540.

Los actores entraron a Nucha, en Armenia 1540.

Después de consumir, observaron la vidriera de tortas y volvieron a su casa.

Después de consumir, observaron la vidriera de tortas y volvieron a su casa.

Ella, de verde intenso. Él, como en <i>Sin código</i>.

Ella, de verde intenso. Él, como en Sin código.

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