Parece ser un trabajo especial para el equipo el Dr. Cal Lightman, el experto en detectar mentiras que personifica Tim Roth en Lie to me, la serie boom de Fox. Porque aunque Güido Francardi (18) jure y asegure que “no me intimidan ni la mamá, ni el papá, que es una masa, ni la abuela… ¡en serio!”, una mueca de respeto en él parece decir absolutamente lo contrario.
Es comprensible: entrar a la vida de Mercedes Sarrabayrouse, Eduardo Celasco y –por ende– de la gran diva argentina Susana Giménez, no debe ser una empresa sencilla. Y menos si nuestro muchacho –flamante modelo de la agencia de Ricardo Piñeiro, estudiante de Administración de Empresas en la Universidad del CEMA (Centro de Estudios Macroeconómicos de la Argentina) y deportista ejemplar– ingresó en ese selecto círculo como el novio de “la nena”, Lucía Celasco, la hija de Mecha, que con sólo 16 años ya muestra pasta de estrella a fuerza de rebeldía e imponente personalidad. Aunque Güido no es ajeno a la fama –su mamá es la diseñadora Leticia Carosella–, fue con su reciente romance con Lucía cuando tuvo su estampida mediática, accidental explosión que se dio en paralelo a su debut en la pasarela. Y en ese marco, nos aventuramos a presentarlo y conocerlo.
–¿Cómo se conocieron con Lucía. Güido?
–Ella es la mejor amiga de la ex de un amigo. Nos conocimos por Internet, hace cinco meses. Me agregó a su Facebook y la acepté como amiga. Después supe quién es su familia, pero a mí eso no me importa.
–Después llegó el encuentro cara a cara...
–Recién hace un mes y medio. Es todo muy reciente, pero sí te puedo decir que tenemos mucha onda en común. Te diría que somos muy parecidos, tenemos familias similares, nos gusta la misma música, bailar, divertirnos… ¡y somos medio vagos los dos!
–¿Cómo vivís esta fama repentina como “el novio de Lucía Celasco”?
–Fue loco y nada buscado. Yo subí unas fotos con Lucía en Facebook, y unas fans de Casi Angeles la sacaron y la terminaron subiendo a una página… y bueh, ¡ahí se pudrió todo! Yo me morí de risa, pero mi mamá temblaba.
–¿Vos no te enojaste?
–Nah… No hay nada malo. Somos pibes, la pasamos bien…
–¿Son novios?
–Todavía no. Nos queremos y nos hicimos muy amigos.
–¿Amigos…?
–Amigos con derecho a besos, ja ja ja.
describirías a Lucía?
–Me encanta su personalidad, es avasallante. Te diría que tiene demasiada personalidad, y no parece ni un poco la edad que tiene. Es divertida e inteligente, tiene ojos hermosos, y una belleza especial… Pero vaga para el cole, ¡se lleva un montón de materias! Por eso, casi no podemos salir. Sigue en penitencia, no la dejan salir.
–Así que la visitas vos en su casa…
–Sí, sí…
–¿Y que tal el recibimiento de la familia de Susana?
–Trato de no cruzarme mucho, la verdad. Pero buena onda. Sobre todo el viejo (Eduardo Celasco), que es una masa, me escribió un email recopado porque estaba preocupado. Me preguntó un par de cosas, y yo le respondí. El papá me banca, me favorece.
–¿Y Mercedes?
–Y… la mamá no quiere saber nada con nadie, es más protectora…. Es lógico ¿no? Igual, yo soy buena influencia. Trato de que aprenda el equilibrio entre estudiar y el tiempo libre. Estudio Administración de Empresas y me va bastante bien. Es una universidad muy sanjorgeana (hace referencia al exclusivo Colegio Saint George).También jugué rugby en San Andrés, y practico surf.
–Suena a yerno ideal…
–No lo podría decir yo. Pero sí se pueden quedar tranquilos que sé cómo cuidarla.
–¿Y sos celoso de Peter Lanzani? Se dijo que tuvo un pequeño romance con Lucía…
–No, esa fue una historia anterior. Aparte, no hay compromisos: si no sos mi novia, si no tenés mi sello, no puedo hacerte escenas de celos. Con Lucía somos muy buenos amigos, nada más…
-¿Qué dijo Lucía cuando salió publicada su relación?
–Se moría de risa: ella se ríe del mundo. Es más viva que nadie.
PALABRA DE DIVA. No es novedad que en el bloque de La abuela, en su programa (Telefe, domingo a las 21.30) Susana se anima a pasar revista por todos los temas de su vida, respaldada en el humor del extraordinario personaje de Antonio Gasalla. Cuando Lucía copó los titulares por su juvenil romance, la blonda aprovechó para despacharse sobre “la nena” en el famoso living de las confesiones. “Me llevo muy bien con ella, tenemos muchas cosas en común y siempre que tengo que contar algo, a ella es a la primera a la que se lo cuento”, admitió, sin ocultar su orgullo.
Divertida con la sana rebeldía de Lucía, se animó a bromear sobre el rápido cambio de novio de la joven, quien habría dejado a Peter Lanzani, estrella de Casi Angeles, por el modelo de Ricardo Piñeiro: “En eso salió a mí”, simplificó, restándole importancia. El que sabe, sabe… como dirían en el barrio. Y nadie duda de que cuando termine la escuela secundaria, sea la propia Susana quien amadrine su presentación en los medios. Eso sí: tiempo al tiempo. “Es chica todavía”, cerró la diva. Guido, en tanto, se anima a soñar un futuro un poco más formal con su amigovia. “Todavía es muy pronto para decir que estamos enamorados. Aunque no está en la mira tener una relación formal por el momento, todo puede pasar.... El único plan que tenemos es divertirnos”.
–¿Y ves el programa de Susana?
–Sólo las entrevistas importantes. Cuando la visitó Travolta no me lo perdí.
–Proyectándonos un poco en tu carrera de modelo… ¿te imaginas visitándola en su living como famoso?
–¡Uh, qué difícil! Hay que juntar mucho huevo para eso.
Lucía tiene 16 años (el 23 de noviembre cumple 17, Sagitario a full) y cursa cuarto año en el San Martín de Tours, un colegio súper exclusivo. A pesar de su corta edad, ya deslumbra.
¿Cómo conquistó a Lucía? Güido cuenta su secreto: “Voy al frente, y tengo dos recursos que no fallan: primero la mirada, que dice más que mil palabras. Y después, el trabajo lo hace la labia. Me defiendo mucho ahí”.
A fines de 2008, Susana –Kika, como la llama Lucía– le regaló un viaje a París para celebrar sus 15 años. “Lucía es muy canchera, la más parecida a mí de la familia”, dijo siempre la diva. Juntas, se alojaron nueve noches en el Hotel Ritz, y recorrieron las lujosas calles de Avenue Montaigne.
