La camioneta del candidato devora kilómetros por la ruta 7. Luis Patti
almuerza dos mandarinas mientras repasa y corrige los nombres de sus aliados en
Lincoln y Junín, donde se encontrará con los vecinos. Por la ventanilla pasan
hectáreas de campos inundados a raíz de las crecidas del Salado. También el
cartel que indica los 12 kilómetros del desvío a Baigorrita, su pueblo natal. El
tiempo urge, y la marcha continúa. Sin embargo, en cada ciudad el intendente de
Escobar volvió a sus raíces. En Lincoln se encontró con el comisario mayor Jorge
García, quien lo hizo entrar a la policía a los 16 años. "Fue mi ejemplo", dice Patti. "No me falló Patito", responde el jubilado uniformado. Más tarde, en
Junín, los encuentros se multiplican. Está Oscar Magallanes, profesor de
mecánica en la Escuela Profesional Nº 1 de Baigorrita. "Era travieso, pero buena
persona…", cuenta el hombre. "Un alumno del montón", admite el candidato. Para
el final quedó el reencuentro con su madre, María, de 83 años, y sus hermanas
Sara y Zuni. En el televisor, justo, aparece un spot de Felipe Solá. Miran y
ríen, los Patti. Pero doña María, más seria, no arriesga un resultado de la
elección. Para la vuelta, a la comitiva se suma Guillermo Alchourrón, candidato
a diputado. Y mientras el mate pasa de mano en mano, comienza la charla.
"Estamos bien, a cinco o seis puntos de Solá. Pero hay un 12 por ciento de
indecisos, y la tendencia es que no votan al oficialismo, aunque hoy, los
punteros políticos tienen sus casas inundadas de comida para cambiarla por
votos. Eso es impunidad y corrupción…".
-Esta semana sucedió un hecho que sacudió la campaña. ¿Lo golpeó mucho la
decisión del juez Claudio Bonadío de procesarlo a usted por el encubrimiento de
Jorge Granada, a quien acusa por la desaparición de montoneros?
-Lo esperábamos, aunque penalmente no hay ningún elemento para hacerlo. Fue una
decisión política. Qué lástima… Ganaron una elección diciendo que no iban a usar
al Poder Judicial para hacer política, y ya lo están haciendo. No se olvide que
Bonadío iba a ser el ministro de Justicia de Solá hace dos meses y medio…
-¿Usted lo conoce a Jorge Granada?
-Desde hace 20 años. Es un vecino de Escobar que siempre estuvo en su casa,
nunca se fue. Iba a hacer los mandados, al Círculo Militar… Se manejó
normalmente y nadie lo fue a buscar nunca.
-Bonadío dice que usted lo protegió.
-Lo recibí veinte mil veces, me llamó por teléfono mil veces, lo atendí y lo voy
a seguir haciendo. No sé cuál es la causa, pero creo que es política.
-Ahora, el gobierno español dice que no extraditará a los militares detenidos…
-Ya lo sabíamos… Es una actitud demagógica más de las que nos tiene
acostumbrados este joven gobierno. La verdad es que le están haciendo daño al
país.
-Vamos a la provincia. ¿Mejoró la situación de seguridad con los controles a
desarmaderos?
-Depende... El hurto de automotores con llave, o ganzúa, puede ser que haya
bajado. Pero el asalto a mano armada crece, igual que el homicidio en ocasión de
robo. Este año el delito va a crecer un 40 por ciento, o más, porque la gente ya
no hace denuncias. Fíjese que se habla de los desarmaderos, pero detuvieron a
los porteros, no a los dueños ni a quienes los protegen. ¿Dónde están? Engañan a
la gente.
-¿Qué harán ustedes?
-Es básico que se cumpla y respete la ley. Si terminamos con la impunidad, el
delito baja, si no, seguirá por más patrulleros que ponga en la calle. Hoy no
existe una política de seguridad, sino una pantalla para las elecciones.
-Usted habló a favor de la pena de muerte sobre ciertos delitos, entre ellos la
violación seguida de muerte. Ahora hay un proyecto de capar a los violadores.
¿Está de acuerdo?
-No. Porque cuando salga de la cárcel sería más peligroso aún… Si hubiera pena
de muerte para esos casos, a mí no se me movería un pelo, siempre y cuando haya
muchas instancias de juzgamiento, no una o dos.
-Otra prioridad es el trabajo. ¿Cuál es su plan para dar empleo?
-Terminar con el clientelismo político. Así, cientos de millones se ahorrarían
para volcarlos al consumo interno de la provincia. Sin eso, no hay crecimiento y
no bajará la desocupación, al menos en forma genuina. Plata hay, pero sobra
demagogia. Los ñoquis, el clientelismo y los aparatos generan corrupción en la
provincia, y eso cuesta millones de pesos.
-¿Mantendrá los planes Jefas y Jefes de Hogar?
-El cincuenta por ciento de los planes sociales quedan en manos de los
políticos. A esos los vamos a erradicar. Al otro cincuenta por ciento los vamos
a mandar a cadenas de producción o a pequeñas y medianas empresas.
-¿Qué hará con los cortes de rutas y puentes?
-Nuestra idea es que podemos generar empleo para terminar con los piqueteros. Y
los cabecillas, que son un grupo político, bueno, si cortan rutas habrá que
meterlos presos.
-Luis D'Elía, candidato a gobernador y líder piquetero, dijo que defendería al
Presidente con las armas si fuera necesario. ¿Están armados esos grupos?
-No sé… Creo que lo dijo metafóricamente. No lo veo a D'Elía empuñando un fusil
y combatiendo, sinceramente. Lo tomé como una broma.
-Usted lleva a Silvia Barreiro, una maestra, como candidata a vicegobernadora.
¿Por qué?
-Tenemos como prioridad la educación, entonces el maestro tiene que estar muy
presente. La escuela eficiente fue la que apostaba al lápiz, a la matemática, a
las manualidades para que los chicos generaran desarrollo motriz, a la
disciplina, al respeto al maestro, y al que se lo falte una sanción. Hay que
erradicar el segundo y tercer turno, gastar mucha plata en los sueldos docentes,
porque su responsabilidad es enorme. No sólo deben educar, sino tutelar, porque
la familia está en una crisis muy severa y el Estado tiene que ocuparse. Costará
plata al principio, pero a la larga vamos a ganar en menor desnutrición y
delitos.
-Una queja recurrente en muchas zonas de la provincia son las inundaciones.
¿Cuál será su plan de obras públicas para evitarlas?
-Este flagelo está costando 850 millones de dólares. Para esto, De la Rúa aplicó
un impuesto a los combustibles. Hace dos años y medio que se cobra, se
recaudaron cientos de millones, pero Solá no los reclama. Si soy gobernador, voy
a exigir que nos gire ese dinero para saneamiento hidráulico. Por otro lado,
Kirchner y Solá anuncian obras, pero Lavagna dice que no hay plata. Ni entre
ellos se entienden…
-Fue muy duro al calificar a los homosexuales al decir que "no son normales" .
¿Tendría uno en sus listas?
-No sólo en mi lista hay, también en mi municipio. Son buenas personas y
trabajan muy bien. No soy enemigo de ellos, pero sí de la apología que se hace
de la homosexualidad. En la vida privada que cada uno haga lo que quiera.
-¿Permitiría una Ley de Unión Civil como en la Capital?
-No lo aceptaría. Con ese tipo de cosas, los están usando.
-¿Qué puntaje le pondría al gobierno de Solá?
-Mire, el presupuesto de la provincia era de 11 mil millones de pesos, en dos
años la deuda se fue a 23 mil millones. Hay desnutrición y los hospitales no
funcionan. El 98 por ciento de los hechos delictivos no se esclarecen. Obras
públicas no hacen… Sí manejan algunos medios de comunicación, y engañan a la
gente. Y tienen, además, una gran soberbia. No le pongo más de cuatro puntos.
Patti en la ruta 7, camino a Lincoln, con el fondo de un campo inundado. Dice que Solá no le reclama a Kirchner el dinero del impuesto a los combustibles para solucionar ese problema.
En Junín, frente al televisor con un spot de su rival Felipe Solá, Patti sonríe flanqueado por su madre, María (83) y su hermana Zuni. El candidato se casó el año pasado con Elizabeth Ferraro Mansur, 19 años menor.
