Extraña Buenos Aires. No lo puede evitar. Anabel Cherubito -31 años, chilena para la ley, argentina por adopción y españolísima para el mundo- armó valijas hace nueve meses. "La crisis", dice ella. Recaló con sus curvas en Barcelona, ciudad de su infancia. Se sintió una extraña. Luego, mudó sus petates y a su novio -Adrián Rey, 30 años, actor y argentino- a pleno centro de Madrid. Borrón y cuenta nueva. Proyectos: tevé, cine, su propia productora. Y su status de sex symbol, que mantiene a puro ratoneo desde los días de movilera ardiente en el programa Atorrantes, allá por el 97. Se fue -se nos fue-. Hace rato no se escucha su sensual acento. Y se la extraña.
-Anabel, ¿por qué te fuiste?
-La Argentina era un caos. No había mucho trabajo. Y me vine aquí, para buscar un nuevo rumbo.
-¿No te arrepentís?
-¡Sabes que sí! Allá en la Argentina, me cargaban por mi acento español. Aquí, por mi acento porteño. Y me llaman para actuar de "argentina". Me convocaron para una película de televisión toda de argentinos en Barcelona. Por otra parte, estoy armando mi propia productora. Claro que en el fondo quiero volver. Un tiempo aquí, un tiempo allá.
-¿Te sentís en el exilio?
-Vi mi barrio en Barcelona, el Valle de Ebrón, donde crecí y me crié, y me sentí una extranjera. Tal vez mi vida sea un exilio.
-¿Qué extrañás de nuestro país?
-El humor. La dulzura de la gente…
-Y los hombres.
-Tengo un argentino a mi lado. Conocí a Adrián hace dos años en Madrid. Volvimos a Buenos Aires, y ahí empezó el idilio que tiene todos los ingrediente de un culebrón.
-Comparemos, Anabel. ¿Quiénes son más calientes, los argentinos o los españoles?
-Los argentinos son más fogosos que los españoles. Tienen el chamuyo, el romance, son más caballeros. En cambio el español es más frontal. Quiere ir directo a los bifes. Y sin chamuyo no hay amor.
-Punto a favor nuestro. Decías que llevás dos años de novia, y aquí te conocimos varios amores. Alejandro Lerner, Juan Ponce de León…
-Hay que encontrar a la persona apropiada. Me sentía sola en pareja. Era muy cerrada.
-¿Dos años de absoluta fidelidad? ¿No te tientan tus demonios?
-Nunca fui infiel mientras estuve seriamente en pareja. En Adrián encontré a mi hombre, y me quedo con él.
-Hay amor por lo visto. ¿Casamiento? ¿Hijos?
-Con él puedo ser yo misma, absolutamente. Casarme no me interesa. Me tatué su nombre. ¿Qué más quiero? Y con Adrián, puedo creer en los hijos. Los niños me encantan. Y él me lo pide.
-Rematemos. ¿Te aburre hacer el amor con el mismo hombre?
-Con mi novio nunca nos aburrimos en la cama. Siempre es como la primera vez. O mejor...
Los españoles van directo a los bifes. No tienen el chamuyo argentino. Y sin chamuyo, no hay amor".">
Sin pelos en la lengua, afirma: "Los españoles van directo a los bifes. No tienen el chamuyo argentino. Y sin chamuyo, no hay amor".
Allá, me cargaban por mi acento español. Aquí, por mi tonada porteña. Si hasta me llamaron para actuar de 'argentina' en una película"">
"Allá, me cargaban por mi acento español. Aquí, por mi tonada porteña. Si hasta me llamaron para actuar de 'argentina' en una película"
