Cuando terminó el colegio, primero probó suerte con Diseño de indumentaria y después con Relaciones Públicas, pero ambas carreras quedaron truncas. Su destino se torció cuando fue interceptada por Multitalent Agency en un bar donde trabajaba de recepcionista. Y como en un cuento de hadas, Lucrecia se convirtió en modelo. Y llegaron las fotos, las campañas y los viajes a Europa. "Pero no todo fue de un día para otro. Estuve a prueba un tiempo", explica Lucrecia, mientras toma de a poco su café.
-¿Qué le sedujo de ser modelo?
-Esta profesión tiene cosas muy lindas como conocerse a uno mismo y ver cómo uno va creciendo en lo profesional. También hay cosas divertidas, como trabajar con animales. En Mykonos hice unas fotos increíbles, rodeada de pelícanos.
-¿Cuáles son los aspectos negativos de esta profesión?
-Hay mucha competencia, feroz. Siempre le estás quitando el lugar a otra. Aún no he tenido choques y roces con ninguna en especial, pero comentarios, un montón. Al principio, me sentía muy vulnerable pero ya no me angustio más. Entré en el juego y ahora me divierte lo que antes me hacía mal. Volviendo al trabajo, hice fotos para Dior en París, y estoy en un proyecto que aún no puedo contar, muy importante.
-¿Qué conoció de París?
-Fue mi primera vez en París y presencié muchos shows, fui a espectáculos, conocí gente, las calles. Estuve en el Lido…
-Su vida cambió rotundamente de la noche a la mañana.
-Sí, fue todo de golpe y creo que lo manejé muy bien.
-¿Cómo está su corazón?
-Soy muy sensible y, en el amor, bastante vulnerable. Por ahora estoy sola. Pero ojo, no digo que estoy cerrada a enamorarme. Estar de novia es un temita, hay que ocuparse.
-¿Cuáles son las mujeres preferidas de los hombres?
-Los argentinos prefieren las rubias pulposas. Ciento por ciento. Las flacas no gustan para nada. Los hombres quieren curvas y paradójicamente hay muchas anoréxicas en este medio.
-¿Está a favor de la cirugía plástica?
-A mí no me gustan las mujeres todas reconstruidas. Pero no estoy en contra de las operaciones cuando hay complejos. Una persona muy operada pierde la esencia. Y además van quedando todas iguales, la boca, la nariz…
-¿Las mujeres son competitivas?
-Muy competitivas. Yo tengo más amigos hombres porque son más sinceros, más fieles. Las mujeres son demasiado complicadas.
-¿Es coqueta?
-Siempre fui muy coqueta, no de ahora. Nunca fui de esas chicas dejadas. Me gusta tener las manos hechas y el pelo impecable…
-¿Llega a combinar la bombacha con el corpiño?
-Sí, soy una fanática.
-¿Dice siempre la verdad?
-Sí. Soy transparente, sincera, honesta y cariñosa. Detesto la gente falsa y en este medio hay mucha gente falsa. Hay que ser muy diplomática para subsistir. No creo en "corazón que no ve, corazón que no siente".
Sexy y con curvas impresionantes. Lucrecia cuenta que se entrenó durante seis meses para estar divina en la playa. Es fanática de las cremas, los
perfumes y la ropa.
En las playas de Punta, Lucrecia encabeza el ranking de las más miradas.
