"Nadie nunca posee su juventud ni a las mujeres que ama" (Pedro
Almodóvar)
La frase le sienta bien a Fito Páez. El músico argentino que también coquetea
con el cine, que siempre le rindió culto a sus mujeres, y que a los 41 años ya
puede mirar con sabia distancia su más tremenda juventud, celebró en septiembre
sus 20 años con la música con un emotivo recital en Rosario, su ciudad natal. Y
ahora presenta su última creación artística, Mi vida con ellas, un disco doble
que recopila rarezas en vivo de sus mejores canciones y en el cual homenajea a
sus mujeres. "Así como Almodóvar tiene sus chicas, yo tengo las mías",
asegura. Sus chicas, explica, son las letras, las noches, las borracheras, pero
también las de carne y hueso, que en total suman dieciséis beldades: Romina
Ricci (la actual), Jorgela Argañaras (la jefa de prensa), Divina Gloria (la
amiga eterna), Romina Cohn (la dj), Fernando Noy (el poeta), Charito (la tía),
Marcova (el transformista), Anita Alvarez de Toledo (la corista), Rosario
Delgado (la modelo), Macarena Amarante (la asistente perfecta), Nora Lezano (la
fotógrafa), Fabiana Cantilo (la primera), Claudia Puyó (la otra corista),
Dolores Fonzi (la actriz), Sonia Lifchitz (la vestuarista), y Cecilia Roth (o
tan sólo, Cecilia).
A todas ellas convocó para hacer una glamorosa producción de fotos para la
tapa del disco. La sesión se hizo en un estudio de San Telmo y estuvo a cargo de
Nora Lezano y Sebastián Arpesella. Por motivos prácticos -cualquier otra
suposición maliciosa se reserva a la mente del lector- las mujeres de Fito
fueron convocadas en dos grupos de ocho y en dos días diferentes. Como en un
juego preciosista, el encargado del vestuario, Gustavo Roth, las disfrazó de
tules, plumas y encajes. Dos maquilladoras se encargaron de completar el
hechizo. Hubo música, café con leche y medialunas, cerveza y risas. "¿Acaso
no todas las mujeres fantasean con las plumas?", les decía el anfitrión. Y
todas coincidieron: "Fue una fiesta, un juego, una fantasía, un placer. Algo
de lo que no nos vamos a olvidar nunca". "Todas son hadas buenas, aunque
en algún momento pueden ser terribles", las presenta el señor Páez.
SUS MUSAS. "Lo qué más he disfrutado con las mujeres es el sexo",
dijo alguna vez. Si de intensidad se trata, su amor con Fabiana Cantilo
coincidió con la etapa más agitada de su vida. Eran buenos tiempos para el rock
nacional. La relación comenzó en 1985, cuando la carrera de ambos estaba en
ascenso. Pero el 7 de noviembre de 1986, ocurrió la tragedia que marcaría su
vida: su abuela Delia Zulema Ramírez y su tía abuela Josefa Páez fueron
asesinadas en su casa de Rosario. A Fabiana le tocó acompañarlo en ese oscuro
trance. Pero en 1989, se separaron. La canción Fue amor, del disco
Tercer Mundo, fue dedicada a quien ya no era su amor, pero empezaba a ser su
mejor amiga. De ella, dice: "Nos junta el rollazo de la vida. Hay algo en
nosotros que supera nuestras mezquindades y nuestras generosidades. Nos unen las
canciones, la risa y la vida misma".
En los noventa, Cecilia Roth y Fito Páez fueron más una leyenda que una
simple pareja. Ella ya era una chica Almodóvar: bella y desmesuradamente
talentosa. El se perfilaba como un grande, y el batacazo de El amor después del
amor estaba a la vuelta de la esquina. Se conocieron en el verano de 1990 en una
fiesta de disfraces en José Ignacio, Uruguay. Se amaron, se casaron, adoptaron
un hijo (Martín, de 5), filmaron juntos Vidas Privadas y, finalmente, se
separaron. Hoy, el músico dice: "Cecilia es un sol. Es la mujer que me hizo
comprender que se puede ser feliz".
La vida le deparaba un nuevo gran amor: la joven actriz Romina Ricci (26).
Los presentaron en una disco de moda hace dos años. Se conocieron, se enamoraron
y en abril de este año tuvieron una hija y la nombraron Margarita, como la mamá
de Fito, que murió cuando él era un bebé. ¿Es su hija Margarita con sólo seis
meses de vida la nueva gran mujer en la vida del músico? Sin dudas. Tan pequeña
y tan grande como las otras.
Como su tía Charito, la única familia que le queda viva y de quien dice: "Esa
que escucha un nuevo tema y te dice: `Esta es la canción que nos va a gustar a
todos´. Posee una mirada ancestral, de madre". De ella también admira su
relación de pareja de más de 40 años con su tío Eduardo Carrizo. "La recuerdo
bailándole a Carrizo, haciéndole una escena medio erótica. ¡Tienen un amor tan
genuino! ¡Qué emocionante verlos!", cuenta.
Como sus colegas, como sus amigas, como cada uno de esos seres femeninos a
quienes mima, adora, venera, y envuelve en glam. "¿Si son mis musas?
Todas las mujeres que he tenido han sido musas extraordinarias en el sentido de
que me han inspirado desde su inteligencia. La musa va a decirte que esto está
bien y que esto no, que no seas bobo, que no seas tan negro porque la vida
también tiene risa. Pueden ser tremendas, paralizantes, pero las adoro. Jamás
podré ponerme en el lugar del hombre misógino. Son tantas las cosas que me
gustan de las mujeres...".
Flacas, gordas, jóvenes, grandes, pequeñas, rubias, morochas, y terriblemente
encantadoras. Como Almodóvar y Charly, Fito también está custodiado por ángeles.
Anita Alvarez de Toledo, Romina Ricci, Jorgela Argañaras, la tía Charito, Macarena Amarante, Divina Gloria, Fabiana Cantilo, Fernando Noy, Sonia Lifchitz, Claudia Puyó, Romina Cohn (acostada), Cecilia Roth, Nora Lezano, Dolores Fonzi, Rosario Delgado y Marcova.
Su nuevo amor también es actriz, tiene sólo 26 años y una hija de una relación anterior. Con ella, Fito formó una nueva familia, y en abril nació su hija Margarita, a quien bautizó con el nombre de su mamá.
