Yo pesé 50 kilos toda mi vida y era maravillosa. Era lindísima, era
flaquísima y me moría de hambre. Estaba histérica. Hasta que un día me embaracé
de Victoria, a los 35 ó 36 años, y me dije: 'Voy a comer'. Y descubrí que parte
de mi felicidad en la vida era comer lo que quiero. Y decidí que ya no más, que
ya había sido linda. Pero el hecho de que mi imagen hoy sea de gorda no va a
conseguir que yo siga siendo gorda sólo para sostener una imagen. Si tengo ganas
de adelgazar, lo voy a hacer del mismo modo que engordé cuando tenía ganas de
engordar". (Elisa Carrió, febrero de 2001)
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Llegó a pesar 112 kilos. Llevaba su pelo descuidado, mal teñido y apenas
recogido en cola de caballo con una bandita elástica. Lucía, como única joya,
una cruz enorme sobre su pecho. Vestía luto y vociferaba sus denuncias siempre a
cara lavada. "Las críticas de mis detractores sólo apuntan a mi fe y a que
estoy gorda. ¿Qué puedo decirles? Hago adoración al Santísimo. Y, es cierto, me
gustan las chuletas de cerdo…", se defendía entonces Elisa Carrió. Sentía un
profundo rechazo a la belleza y se refugiaba en su asombrosa inteligencia. Sin
embargo, todavía sobrevivían en su interior algunos arrestos de coquetería que
se disparaban de forma casi inconsciente, como actos reflejos. Durante su
primera diputación, solía posar frente a cámara con una mano en la barbilla. El
gesto, que pretendía recrear una imagen reflexiva, no tenía otro fin que
disimular su prominente barbilla. Incluso hay fotógrafos que recuerdan que antes
de cada producción solía entalcar sus cabellos para opacar su seborrea y engañar
los flashes. Aún cuando la acompañaba gran parte del electorado
argentino, estaba sola. Sin un amor terrenal, más allá del de sus tres hijos.
Ella confesaba, sin pudores: "Estoy separada, pero puedo comulgar cada día
porque cumplo con la abstinencia". Pese a su figura excedida en kilos, el
país insistía en llamarla por el mismo diminutivo que la acompañó desde la
infancia: Lilita.
Una vez Lilita Carrió llegó a La Posada del Qenti -un health resort
cordobés vecino a Villa Carlos Paz cuyo Libro de Oro está firmado por
celebrities de la talla de Andrea Frigerio, Soledad Silveyra y Beatriz
Salomón- en diciembre de 2003, por recomendación de un amigo. Desde entonces
comenzó a ir una vez por mes. El resultado: ya adelgazó más de 45 kilos y
disminuyó en siete talles su vestuario. Su anfitrión fue el ingeniero Miguel
Cané, director general del establecimiento.
-¿Cómo es el tratamiento que sigue la ex diputada Carrió, ingeniero?
-Personalizado. Parte del programa Qenti Star que se apoya en tres
pilares: actividad física, ingesta de calidad y reducción del nivel de estrés.
Su trabajo físico es de tres horas diarias y tiene como base las caminatas y
mucha tarea en la piscina, porque ella fue una gran nadadora.
-¿Cuál es la dieta que generó el milagro?
-Es un régimen ideado para ella que no apunta sólo a la cantidad de calorías
consumidas sino a la calidad de la ingesta. Tiene prohibidos conservantes,
colorantes y saborizantes. Los argentinos agasajamos a nuestros invitados
comiendo o bebiendo. Entonces imaginemos la vida de Lilita recorriendo el país.
Ella está muy expuesta… Hoy, adoptó la cultura de cuidarse. Encontró su propio
límite.
-¿Cómo definiría su estado actual?
-Muy bueno. Ya bajó 45 kilos, pero para nosotros lo más importante es darle
calidad a sus kilos. En realidad, Lilita bajó muchos kilos más de grasa pero
adquirió otros de masa muscular. Eso afina sus contornos y disminuye
notablemente sus medidas.
-Al mismo tiempo, comenzó a cuidar su imagen: ahora usa maquillaje y lleva
su pelo prolijo…
-Es evidente que a partir de este cambio externo, su autoestima aumentó
notablemente.
-¿Cuál es el objetivo final del tratamiento? ¿Cuántos kilos más deberá
bajar Carrió?
-Le falta muy poco para alcanzar el punto de equilibrio. Y, desde ahí, su
trabajo será sostenerlo. Vaticino que, en breve, Lilita va a estar mucho mejor
todavía. Entonces se va a sentir bien física y psíquicamente. Ella seguirá
asistiendo mientras se sienta bien y contenta. Una semana por mes, como hizo
hasta ahora. Creo que todavía puede estar mucho mejor, y eso que ya está muy
agradable…
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El programa es a puertas abiertas. Durante cada una de sus estadías, Lilita
atiende sus actividades por teléfono. Y recibe también visitas de amigos y
líderes políticos. No paga su tratamiento. "Es mi invitada, por amistad y por
el enorme respeto que le tengo… No se trata de un plan de promoción, aunque
entiendo que su plan tuvo una gran repercusión en la gente", insiste Cané.
Combate el estrés con masajes relajantes, reflexología, baños de vapor y de
sauna. Adora nadar en la piscina climatizada. Jura que, de adolescente, fue una
eximia nadadora. Durante sus ejercicios de aquagym reza el rosario. Y
disfruta del paisaje desde la galería, adonde pasa horas. Todos en Córdoba
resaltan su fuerza de voluntad, su tenacidad. En cada viaje, realiza visitas al
convento de las Hermanas Benedictinas. Y, en sus últimas estadías, camina los
cuatro kilómetros que separan Icho Cruz de San Antonio. El equipo de veintiséis
profesionales de La Posada del Qenti aún no consiguió que deje el
cigarrillo. "Pero no nos dimos por vencidos", aseguran.
El cambio pronto imprimió en las encuestas como una fórmula matemática: menos
peso hoy parece sinónimo de mayor aceptación entre el electorado. Un sondeo
realizado por Jorge Giacobbe & Asociados asegura que Lilita Carrió, hoy, es el
político que capta la mayor intención de voto, con el 21,1 por ciento del
electorado porteño. El sondeo apunta a las elecciones para diputados del año
2005 en Buenos Aires y plantea un escenario que incluye a Cristina Fernández de
Kirchner y Mauricio Macri como candidatos. Apenas dos detalles: Lilita es la
preferida por las mujeres y arrasa entre los mayores de 35 años.
Elisa Carrió cambió la pesada cruz que llevaba sobre el pecho por una dorada
de menor tamaño. De todos modos, sigue asistiendo a su misa diaria. Y se
permite, como bijou, collares de perlas y una pulsera con imágenes de vírgenes
(N. de la R.: la misma que usa Jimena Cyrulnik luego de haberse convertido al
catolicismo).
Hoy lleva su pelo cuidado, perfectamente teñido al rubio. Atrás quedaron sus
afirmaciones, categóricas, que resaltaban su dejadez: "Producirme es una
tortura. No estoy dispuesta a tolerar media hora de peluquería, así me cueste la
posibilidad de ser presidente", solía decir. Usa escotes generosos y cambió
aquellos faldones informes por pantalones algo más sugerentes. "Tengo las
piernas como a los veinte años…", repite. Distintas voces del gobierno
nacional hicieron una nueva interpretación de su cambio de imagen: "Lilita
está enamorada", aseguran. Son pocos los que se animan a citar el nombre de
su supuesta conquista. "Quizá sea un político del Chaco…", arriesgan
algunos. Aunque los más audaces no tienen reparos en decir que la líder del ARI
estaría enamorada de un diputado nacional de su partido, divorciado y padre de
tres hijos.
Carrió prefiere mantenerse ajena a discusiones fútiles. Hoy gasta un nuevo
latiguillo: "Antes, las críticas de mis detractores apuntaban a mi gordura.
Hoy, ni siquiera tienen ese costado para pegarme".
Hay un auto-aniquilamiento por parte del mismo gobierno por falta de capacidad de pensar y para proyectar".">
Si bien su cambio es radical, Carrió asume su papel de principal opositora y no es light cuando dispara sus críticas: "Hay un auto-aniquilamiento por parte del mismo gobierno por falta de capacidad de pensar y para proyectar".
Lo que propone el gobierno es un conjunto de medidas desordenadas que van camino a provocar el caos" ">
El plan de seguridad: "Lo que propone el gobierno es un conjunto de medidas desordenadas que van camino a provocar el caos"
