Peligrosa por donde se la mire, Soledad Solaro (nacida hace 24 años en la provincia de La Pampa) no sólo sabe a dónde apunta sino también cómo hacerlo para no fallar. Así fue a los quince, cuando decidió despedirse de su familia para vivir en Buenos Aires. Ocupó uno de los departamentos que le cedió su manager, Pancho Dotto, para que probara suerte en el mundo fashion y "desde entonces, me mantengo sola. Nunca le pedí nada a nadie. Soy de las que invitan a su pareja a cenar y sacan la billetera para pagar, soy de ir siempre de frente sin medir mucho las consecuencias. Creo que pasa por la edad. Las mujeres de mi generación nos atrevemos a todo…", asegura.
-¿A todo…?
-Sí. Sabemos qué queremos. En eso soy osada, lo que me propongo lo consigo. Por ejemplo, con el programa que creamos con los hermanos García Navarro, Willy (su ex novio) y Paul hace tres años, logramos todos los objetivos: lo mantuvimos en el aire durante la peor crisis argentina y ahora pudimos llevarlo a Fashion TV.
-¿Y cómo te resulta eso de trabajar con tu ex novio?
-Bárbaro. Igual, como Willy está más en la parte comercial, no tengo un trato diario con él. Pero creo que si uno es buena gente, puede llevarse bien siempre.
-¿Ahora estás en pareja?
-Estoy muy bien, muy tranquila.
-¿Pero sola o en pareja?
-Estoy conociendo a alguien. Pero no es del ambiente. Eso está bueno, porque hace de cable a tierra. Es importante tener amigos, familia que se dedique a otra cosa: ellos son los que se encargan de no permitir que la fama o la popularidad te mareen.
-¿Te pasó?
-Creo que no. Además, mis ambiciones son muy terrenales. Vivo de la frivolidad, sí, pero mi máxima aspiración es poder formar una familia y tener la posibilidad de criar a mis hijos con disciplina y libertad al mismo tiempo. Ese es el sueño de toda mujer, no importa de la generación que sea…
Esta escorpiana de curvas peligrosas (88-60-89 son sus medidas y -"sin ayuda del bisturí", asegura ella-) reconoce que se sacrifica para mantener sus formas. Todos los días entrena durante una hora y media con Daniel López, su personal trainer. Además, tiene un nutricionista que le dice cuánto y qué comer. "Hay que ponerse este trajecito", dice mientas se enfunda en un catsuit de vinílico negro.
-¿Te agota tener que verte siempre perfecta…?
-A veces, sí. Hay días en que no tenés ganas de ir a un gimnasio y debés hacerlo igual. Para verte bien, tenés que transpirar te guste o no: fierros, aeróbica; la gimnasia es algo irremplazable. Además, yo no soy perfecta. Siempre me retan porque no tengo uñas, me las como todo el tiempo. Y como sufro de mala circulación sanguínea, debo usar una crema especial para la celulitis. También, para mantener bien mis piernas, hago mesoterapia y drenaje linfático. No necesité del bisturí, pero sí de sudar la gota con gym.
-Decime, las chicas de tu generación, ¿respetan los límites?
-Obvio. Tengo mis límites. Me encanta jugar con ellos, pero lo justo y necesario. Aunque no lo creas, en el fondo soy una chica tímida.
por Mariana Montini
fotos: Santiago Turienzo
producción: Gabriela Díaz y Sergio Bárbaro
peinó: Esteban Colombo para Estudio H con productos Alfa Parf.
(agradecemos a Arlequín, El Carpincho, Ricky Sarkany, Class Life y Orbital)
Empezó a trabajar hace nueve años en la agencia de Pancho Dotto. Hoy, se puede decir que es una top.
Mis ambiciones son muy terrenales. Vivo de la frivolidad, sí, pero mi máxima aspiración es poder formar una familia"">
"Mis ambiciones son muy terrenales. Vivo de la frivolidad, sí, pero mi máxima aspiración es poder formar una familia"
