Del otro lado del teléfono se escucha a Mauro Icardi (21), su innamorato, parlando en italiano, antes de partir para el entrenamiento. Mientras, Wanda Nara (27), instaladísima en el amplio living de su piso en Milán, donde luce un cuadro con el retrato de ambos enamoradísimos (ella misma se ocupa de decorarlo y sube fotos a Facebook y Twitter como muestra de esa tarea del hogar), cuenta que se repone de emociones fuertes: la mayor, la confesión de su hijo Valentino (5), que le contó que ya no tiene novia: “Y bué, todos tenemos una o un ex”, reflexiona con humor la modelo, y de inmediato habla del gol que convirtió Maurito –así lo llaman todos en el Internazionale– frente al Atalanta, quien terminó agitando una remera con la inscripción “Wan te amo”, que vio el mundo entero por televisión.
“La verdad es que no me lo esperaba. Fue totalmente espontáneo. Me sorprendió, como todo lo que hace. El es así, auténtico, real, para nada fingido, puro sentimiento”, revela antes de partir en su Lamborghini para pasar a buscar al referido Valentino, que ya tiene otra pequeña festejante, y a sus otros dos hijos, Constantino (3) y Benedicto (2) –sin amores a la vista–, por el jardín de infantes inglés al que concurren. También brinda detalles del comercial que acaba de filmar en un par de jornadas de trabajo para Pepsi, donde ambos serán la imagen de la marca en la Argentina, preparado especialmente para exhibirlo durante el Mundial de Fútbol de Brasil. “El protagonista es Mauro”, aclara la modelo, y agrega: “Está hecho a la medida de él. Habrá un video interactivo, audios para radio, imágenes para gráfica, diálogos imperdibles... Para ambos es importantísimo que nos hayan convocado, porque todo lo que transmite Pepsi es muy familiar. Hasta cantamos en español...”, remata y lanza una tímida carcajada.
–¿Y quién entona mejor?
–Mauro, sin dudas. Yo estoy lejos, ja, ja.
–El slogan de Pepsi para el Mundial es algo así como “Viví ahora”. ¿Sentís que te diste otra oportunidad de volver a ser feliz después de una separación traumática?
–Digamos que las cosas se fueron dando. Fue inesperado, nada premeditado. Yo insisto en que la vida me dio otra oportunidad de ser feliz, de formar una familia, gracias a Dios.
–Es muy particular lo que pasó entre ustedes, porque Mauro era amigo de Maxi López, tu ex.
–Es verdad. Formaba parte de nuestro grupo de amigos. Siempre se comportó como tal: súper respetuoso, buena gente...
–¿Nunca avanzó antes de tu separación?
–Por supuesto que no. Respetó nuestra amistad. Nos conocemos a cara lavada, en el día a día. Cuando empezó todo con Mauro fue algo serio; yo ya estaba sola. Y las cosas fueron tomando otra velocidad. Siempre vi y sentí que es un buen tipo, humilde, normal... Con esa tonadita rosarina no se puede ser malo sino gente buena, muy buena. Lo percibía y no me equivoqué. Lo amo con todo.
–¿Te ves envejeciendo junto a él?
–Ojalá sea para siempre. Me imagino eso, por supuesto. Estamos haciendo todo para que nos vaya muy bien como familia y como pareja. El siempre apostó a la verdad y me la dijo, más allá de los prejuicios de los demás.
–¿Es caballero, detallista?
–El mejor. Por algo lo elegí. Con una personalidad especial, respetuoso, muy de familia, como lo criaron sus padres.
–¿Los conocés?
–Sí. Tiene una familia muy linda.
–Se viene la boda con gran fiesta gran para junio en el palacio Sans Souci, ¿verdad?
–No quiero dar más detalles, porque ya se dijo mucho al respecto. Prefiero guardar un poco nuestra intimidad. Falta. Ni siquiera tenemos todavía los pasajes para volver a la Argentina.
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Wanda y Mauro posan sonrientes en las calles de la ciudad de la moda, mientras protagonizan el comercial de Pepsi especial para la Argentina durante el Mundial de Brasil. “Nos gustó porque la marca tiene una imagen familiar”, explicaron.
Enamoradísimos y en pleno rodaje, Wanda y Mauro juegan y bromean ante la cámara. Además habrá audios para la radio, imágenes para gráfica y juntos interpretarán un tema en español.
La modelo y el player pasean por las calles de Milán junto a Nora, la mamá de Wanda. La familia se agrandó con la llegada de Mila Icardi, como bautizaron a la pequeña Chihuahua que comparten. Fiel a su majestuoso estilo de vida, Wanda ambientó una insólita habitación con espejos para su mascota, rodeada de carteras Louis Vuitton y hasta su propia cama con puntillas. Tiene una correa brillosa color rosa de Swarovski y un collar muy llamativo.
