«La vida me dio mucho más de lo que yo soñé» – GENTE Online
 

"La vida me dio mucho más de lo que yo soñé"

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Se la ve completamente diferente. Más linda (¿es posible?), relajada, con sentido del humor. Segura de sí misma, se anima a confesar que su ca rrera de modelo está "en el final" y que su nueva profesión "es la tele". Y el éxito total parece a la vuelta de la esquina. Está trabajando a full en Italia contratada por Media Set, un canal de Berlusconi. Hizo, durante el año, un programa todos los mediodías y la semana pasada fue la conductora de la gala de Nochebuena en Nápoles. Cien mil personas la ovacionaron en vivo durante la grabación del programa en el que presentó -entre otras figuras- a Lionel Ritchie.

-Arde Italia con vos.
-Fue impresionante ver la Plaza del Plebiscito de Nápoles con cien mil personas. Lionel Ritchie era el invitado principal. Empezó directamente cantando y cuando ya terminaba el primer tema, me vino a buscar. Entré en el escenario bailando con él para dar por comenzado el espectáculo. Había una orquesta de 70 músicos y el escenario era divino. Pero lo bueno es que se hizo en Nápoles, que tiene un público completamente diferente. La gente estaba como loca y gritaba. Obviamente, apenas empezó el espectáculo hablé de la Argentina. Les dije: "Yo sé que ustedes quieren mucho a los argentinos..." y ellos gritaban "Diegooo, Diegooo...".

-¿Cómo hiciste para entender el espíritu italiano?
-Yo miro mucha televisión. Durante mis años de modelo, viajaba sola y la televisión era una gran compañía. Aprendí mucho. Idiomas, lo que le gusta a la gente, de las cosas que hablan, los personajes de cada lugar. Entendí, por ejemplo, que en Italia es imposible hacer un programa sin música, sin una banda en vivo. Ese es el espíritu de ellos, son muy abiertos, dados y sociables. Les encanta cantar.

-Vos elegiste, pero ellos te aceptaron...
-Tengo diez años de carrera exitosa y me conocían de una manera muy parcial. El oficio de modelo es mudo. La gente tiene la imagen que das a través del producto que mostrás. La televisión me dio la posibilidad de darme a conocer como soy. Ellos dicen que descubrieron a una persona completamente diferente. Valeria les pareció un personaje. Cuando me dieron la posibilidad de hacer San Remo en el 96, descubrieron que tenía personalidad, era simpática y podía hacer otras cosas. A partir de ahí yo también le tomé el pulso a la tele y hoy tengo una respuesta muy positiva del público. La moda está rodeada de fantasía, glamour y distancia. La televisión es muy popular, rápida y más humana.

-Eras modelo, pero ya te preparabas para el futuro.
-Esa fue mi escuela de la calle. Tenía los ojos bien abiertos y todos los sentidos alertas. Recibía información. Mi carrera de modelo me dio la oportunidad de hacer cine, televisión y transformar mi nombre en una marca. Fui probando y eligiendo lo que más me gustaba hacer.

-¿Cómo te influyó ser mamá para buscar un cambio en tu profesión?
-Después de tener a Tiziano, dejé de trabajar. Estaba muy cómoda, pero algo quería hacer con mi profesión. Decidí volver a empezar. Siento que estoy como en los años 90, cuando me inicié como modelo. Todo es nuevo y tengo que aprender una carrera.

-¿Te imaginás viviendo en Italia?
-No está en mis planes. Lo bueno de trabajar en Italia es que las temporadas son cortas, de tres meses. Lo único que me obligará a instalarme definitivamente en un lugar es el colegio de mis hijos y ese momento se está acercando cada vez más. Donde sea que empiecen el colegio, tendré que quedarme. Balthazar ya empezó el jardín en la Argentina, y cuando nos fuimos a Italia, siguió allá. ¡Ya es trilingüe! Porque en Italia habla italiano y va a un colegio inglés.

-¿Te armaste una casa en Roma o estás como una gitana, de hotel en hotel?
-Desembarcamos como un familión, alquilamos una casa, un auto y armamos toda la infraestructura. A los tres meses desarmamos todo y nos volvemos.

-¿Cómo te sentís en esta etapa en la que las modelos con 23 años ya parecen "viejas" en el mundo fashion?
-Siempre fue igual... Las modelos tienen que ser jóvenes, flacas, altas, lindas...

-Pero vos llegaste a los 30 y seguís...
-Porque hice carrera. Más allá del lugar que tenga hoy, hay clientes que me siguen llamando. Pero es una transición. Estoy preparando un futuro diferente.

-Hay muchas chicas jóvenes y ninguna te reemplazó…
-Hoy en día, ni en la Argentina ni en el resto del mundo te dan tiempo para hacer carrera. Antes empezabas y de a poco ibas a Milán, a París. Preparabas un book y partías a los Estados Unidos. Armabas un nombre propio. Estaban las supermodelos -Linda Evangelista, Claudia Schiffer, Naomi Campbell, Eva Herzigova-, y yo entré en ese grupo, pero después hubo una muerte súbita. ¿De qué nombre te acordás hoy? Recién está apareciendo Gisele Bündchen, una grande después de varios años de chiquitas que pasaban y pasaban.

-¿Por qué la top models como vos no tienen sucesoras?
-Porque a fines de los 90 empezó esta onda más masculina, de modelos andróginas, y se rompió el encanto y el glamour de la moda.

-¿Hacés balance a los 30 años?
-Siempre lo hago. La vida me dio mucho más de lo que yo soñé. Nunca pensé en nada de lo que me pasó.

-¿Cuál era tu sueño de máxima cuando vivías en Entre Ríos?
-Casarme y tener hijos era lo top para mí. Después, era ser maestra. Trabajar con chicos. De chica ni siquiera fantaseaba con la fama o la tele. Como mucho, puse el disco de Rafaella Carrá y moví la cabecita de un lado para el otro. Eso fue lo más cerca del espectáculo que estuve. Lo que me ayudó mucho fue hacer deportes y aprender la disciplina y la responsabilidad. Fui abriendo puertas de a poco y creciendo y creciendo. Yo no fui un boom de un día para el otro. Estar lejos y sola me hizo crecer mucho. Ahora disfruto del beneficio de ese sacrificio para empezar otra carrera.

-¿Cómo te sentís físicamente?
-Muy bien, superjoven. Ya tengo dos hijos. No tengo ninguna asignatura pendiente. En lo físico, nunca me castigué, a los 19 años me acepté. Me hubiese gustado tener piernas más largas, pero no las tengo, más lolas y no las tengo. Mi fuerte es la cara. A partir de ahí muestro lo que está bien y guardo lo demás.

-¿Nunca se te ocurrió ponerte lolas?
-No. Durante los embarazos me vi más rellena y pensé que no estaría nada mal, pero después di de amamantar siete meses y se me pasó. No estoy en contra de las operaciones cuando son un tema estético importante. Pero ya hay muchas que lo hacen por deporte. Por ahí, cuando termine de tener hijos...

-¿Y cuándo vas a terminar?
-Dos más tendría... Seríamos cada vez más viajando en grupo. Nos divierte. Ni siquiera los dejamos cuando vamos por dos días a Nápoles. Al estar solos en Europa, nos sentimos mucho más unidos.

-¿Cómo es llevar una pareja con esta vida de viajes y aeropuertos?
-Con Ale lo planeamos todo. Nos gustan los desafíos. Sumamos la capacidad de cada uno para un objetivo común. El más importante es estar todos juntos.

-¿Vas a hacer tele en la Argentina?
-Me encantaría. Este año hablamos sobre un proyecto con Canal 13, pero no pudimos concretarlo por razones de tiempo. Ahora no puedo aceptar algo que dure más de dos meses.

-¿Cómo ves a las mujeres argentinas?
-Son divinas. Hay muy buenas modelos. Lo que les falta a muchas chicas para trabajar en el exterior es adaptación. Extrañan a las familias y a los novios. Ese tema influye a la hora de hacer una carrera.

-¿En Italia te preguntan mucho por la crisis?
-Todo el tiempo. Aparece mucho. Tucumán fue tapa en los diarios. La pobreza y el hambre de nuestro país son un tema.

-¿Y qué les decís?
-Que la Argentina es un país ciclotímico, que todo se arreglará. Esto lo aprendí hace poco.

-¿Hace poco?
-Sí, porque yo siempre escuchaba historias sobre las crisis del país, pero como empecé a trabajar en los 90 y llegué hasta el año pasado con una Argentina que crecía, iba para adelante y progresaba, cuando empezaron a decir que íbamos a perder la paridad pensé que era imposible. Eso era el pasado. Y ocurrió. La inestabilidad es lo único real.

-¿Te preocupa por tus hijos?
-Por mí, mis hijos, por todos. Lo peor es que esta crisis es moral y esa es más grave que la económica y la política. Me cuesta ver el futuro. No hay una luz. Es un dolor enorme y la única manera es empezar de cero

-¿Cómo?
-Hay que construir y todos tenemos oportunidad desde nuestro lugar. Yo estoy haciendo promoción turística. Hay mucha gente que quiere conocer la Argentina y eso es bueno económicamente para ellos y para nosotros. En mi programa se promociona todo el tiempo el sitio para enterarse de los lugares que pueden visitar. También hice una emisión especial para juntar plata y a los fondos los administra la embajada italiana aquí. Cuando pensás de manera negativa, tipo "Que se vayan todos", no sirve para nada. Quiero que se queden los que suman y se vayan los corruptos. El otro trabajo que hago es educar bien a mis hijos. ¿Sabés qué me encantaría?

-¿Qué?
-Preguntarle a cada uno de los hombres que deciden por qué ocupa el lugar que tiene. En algún momento habrá tenido un sueño y una ilusión. ¿Qué quiso cambiar? ¿Dónde le quedó la vocación de servicio tan indispensable para estar en ese lugar?

-¿Cómo te imaginás a los 50?
-Con todos los problemas que tiene esa edad. Habrá que ponerse anteojos y todo eso. No me haré dramas...

-¿Sos una buena ama de casa o el hecho de vivir viajando te impide -y te da la excusa- para que otros se ocupen de las tareas del hogar?
-No. La casa me gusta. En la nuestra, la cosa es así: del funcionamiento se encarga Alejandro. Paga cuentas, controla que el pasto esté cortado, que las cortinas corran, que las macetas y las plantas estén lindas. A él le encanta eso. Se dedica mucho. Yo me encargo de las compras y de cocinar, sobre todo cuando hay invitados. Me gusta ir al supermercado, pensar en la comida y prepararla.

-Y siendo una mujer de la moda, ¿te gusta comprarte ropa?
-Ahora más que antes. Pero, la verdad, eso nunca me importó. De chica andaba con una remera sucia y era feliz. Los años en el mundo de la moda para algo me sirvieron. Me importa. No compro casi nada, me regalan mucho. A los grandes eventos -como la fiesta de GENTE- voy con ropa que me dan. Son vestidos importantes que después no te ponés nunca más. Pero es muy raro que salga a hacer compras.

-Veo que sos muy cuidadosa con la plata.
-Muy discreta. No me gusta gastar. Menos mal que lo dijiste vos. ¿Se me nota?

por Teresita Ferrari
fotos: Santiago Turienzo
asistente: Gustavo Sancricca
producción: Sofía Delger y Florencia Maidana
maquilló: Regina Kuligosvky. Peinó: Diego Impagliazzo con productos Alpha Parf.
Agradecemos a Aída Sirinian y Trosman-Churba

A los 30 se siente superjoven, plena, sin cuentas pendientes y con ganas de armar su futuro: Después de tener a Tiziano, dejé de trabajar. Estaba muy cómoda, pero algo quería hacer con mi profesión. Decidí volver a empezar. Siento que estoy como en los años 90, cuando me inicié como modelo. Todo es nuevo y tengo que aprender una carrera. Me gusta el desafío".">

A los 30 se siente superjoven, plena, sin cuentas pendientes y con ganas de armar su futuro: "Después de tener a Tiziano, dejé de trabajar. Estaba muy cómoda, pero algo quería hacer con mi profesión. Decidí volver a empezar. Siento que estoy como en los años 90, cuando me inicié como modelo. Todo es nuevo y tengo que aprender una carrera. Me gusta el desafío".

En Italia aprendieron a quererla en los diez años en los que desfiló para los grandes diseñadores. Después de San Remo 96 descubrieron el personaje simpático y lleno de frescura que ella mostraba en la tele y la adoptaron para siempre.

En Italia aprendieron a quererla en los diez años en los que desfiló para los grandes diseñadores. Después de San Remo 96 descubrieron el personaje simpático y lleno de frescura que ella mostraba en la tele y la adoptaron para siempre.

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