“La unión es el secreto de este grupo” – GENTE Online
 

“La unión es el secreto de este grupo”

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El frío del fin de semana no fue excusa para el tenista que, con medio cuerpo afuera de la ventanilla de la camioneta, revolea su suéter al viento: “Oh, oh, Argentina, es un sentimiento, no puedo parar”, entona, ante el asombro de los que pasean por la noche de Palermo. Entonces el joven de cabellera rubia, con su tonada cordobesa, los invita a que se sumen: “¡Vamos, che, griten, que llegamos a la final!”. Ya no hay dudas de que, dentro y fuera de la cancha, David Nalbandian muestra sus condiciones de líder. Y, como se pone el equipo al hombro para jugar tres de los cinco puntos –en caso de que sea necesario para la definición de una serie–, también se calza la pilcha de caudillo a la hora de encabezar los festejos.

El sábado por la noche, cuando la Armada Criolla ya se había asegurado el triunfo ante Australia, se subió a una de las camionetas de la organización y salió a compartir su alegría por las calles de Palermo y Las Cañitas. “Es que no todos los días se llega a una final; por eso el festejo”, dice David el día después, cuando la Argentina ya había logrado el lapidario 5 a 0.

En el flamante polvo de ladrillo del estadio del Parque Roca, la Legión argentina volvió a demostrar ser invencible. Esta vez fueron los australianos –como lo había sido Suecia en la primera rueda–, con Lleyton Hewitt y todo, los que perdieron, y por paliza: “Hoy, llevarse un punto de Buenos Aires es un milagro para cualquier equipo”, comentó resignado John Fitzgerald, el capitán de los oceánicos, resignado frente al resultado que pone a nuestro país por segunda vez en la final en los 85 años que lleva participando en la Copa Davis. Del primero al 3 de diciembre, el equipo nacional tratará de superar lo que en 1981 lograron Guillermo Vilas y José Luis Clerc, cuando perdieron 3 a 1 y de visitantes contra el poderosísimo team de los Estados Unidos encabezado por John McEnroe –nada menos– y Roscoe Tanner. 

El domingo, después del quinto punto de la serie ante Australia y en un rincón de la carpa vip de la Asociación Argentina de Tenis, David Nalbandian, el arma más importante del equipo argentino, le confió a GENTE todas sus esperanzas para la final que se viene en Moscú: “Hoy no tengo dudas: tenemos equipo para ganarle a Rusia de visitantes”.

–Hace una semana decías que era mejor que viniera Hewitt, así no iban a tener excusas cuando perdieran, lo que hablaba de tu confianza. ¿Sentís que de locales son invencibles?
–No sé si invencibles, pero hace rato que no perdemos... Para cualquier equipo del mundo es muy difícil venir a jugar a Buenos Aires. Y lo demostramos este fin de semana. Arrasamos a Australia, un rival que trajo a todas sus figuras y que no pudo arañar ningún punto.

–¿Hablaste con Lleyton Hewitt después de la serie?
–¿De qué? (risas). No, ni me lo crucé. Nosotros hablamos jugando en la cancha, como dijo Maradona. Les ganamos bien y les demostramos que no necesitamos entrar en ninguna polémica para dejarlos afuera. Imagino que se habrá vuelto a su país bastante calentito, porque a nadie le gusta perder. ¡Y mucho menos 5 a 0..! (carcajadas).

–¿Te pusiste a pensar que, por tu condición de líder, hoy ocupás el mismo lugar que Guillermo Vilas hace 25 años?
–No lo pensé desde esa óptica, porque creo que hoy la figura es el equipo. Pero igual me pone contento que ustedes lo vean así. Claro que lo de Guillermo pasó hace mucho y nosotros tenemos que escribir nuestra historia personal. No nos vamos a quedar en los recuerdos ni a conformarnos con eso de: “Bueno, por lo menos llegamos a la final”. Tenemos equipo para ganarle a cualquiera. Estamos obligados a dar un paso más y ganar la Copa Davis de una vez por todas. Se lo merecen este grupo, y toda la gente que el fin de semana se c… de frío para alentarnos.

–¿Esa es la mentalidad con la que van a llegar a Rusia?
–Vamos a ir a Moscú pensando que esos cinco puntos serán los últimos de nuestras vidas. Como si después de ese partido ninguno de nosotros volviese a empuñar una raqueta. Dejaremos el alma, la vida, los h…, todo. Sabemos que ellos van a poner una superficie difícil, pero llegaremos con tanto hambre de ganar que, aunque juguemos sobre hielo, les vamos a dar pelea.

–Mentalidad ganadora, talento y unión. ¿Esa es la fórmula para ganar la Davis?
–Sin dudas. Un equipo necesita esas tres cosas para salir campeón. Sobre todo la última… Más allá del talento individual, lo más importante es que el grupo esté unido. Ya nos pasó eso de pensar que con uno o dos buenos jugadores podíamos ganar la Copa, y así nos fue. Por eso desde el masajista, pasando por el capitán y los jugadores, todos debemos unirnos si queremos ser los Número Uno.

–Ahora se vienen dos meses durísimos para vos. En noviembre debés defender el título en el Masters de China, para el que todavía no tenés asegurada la clasificación. Y diez días después, la final de la Davis en Moscú.
–Sí, va a ser muy difícil. Tengo que sentarme y planificar. Pero, sin dudas, los objetivos son claros: clasificar para Shanghai y estar bien para la final de la Davis. Para eso es indispensable hacer una buena temporada en los torneos previos en superficie super rápida, como la que nos van a poner en Moscú. Igual ya estamos acostumbrados y la cancha no va a ser excusa.

–¿Ya se imaginan volviendo a Buenos Aires con la Copa?
–¡Pará, pará! Vayamos por partes... Ahora dejános disfrutar de este momento maravilloso, uno de los triunfos más importantes de mi carrera. Para Rusia falta bastante, y para traer la Copa hay que ganar tres de los cinco puntos… ¡Qué lindo sería!

–Si vuelven con la Copa, van derecho al Obelisco a dar la vuelta…
–Sí, seguro... O mejor, si ganamos la Copa en Rusia, nos vamos con Diego al balcón de la Casa Rosada, como después del Mundial de México 86 (carcajadas).

–Hablando de Maradona, prometió que va a ir a Rusia a verlos. ¿Eso puede ser un incentivo extra?
–¿En serio dijo eso? ¡Qué bueno! Es un orgullo que Diego nos venga a alentar, porque él fue, es y será nuestro ídolo… ¿Ves? Por Diego también nos vamos a matar en Rusia… Por él y por todos los argentinos, que nadie tenga dudas.

Nalbandian y Acasuso celebran la clasificación en plena cancha. El cordobés fue clave: jugó singles y dobles junto a Calleri. El misionero, a su vez, se dio el gran gusto de su vida al derrotar a Lleyton Hewitt.

Nalbandian y Acasuso celebran la clasificación en plena cancha. El cordobés fue clave: jugó singles y dobles junto a Calleri. El misionero, a su vez, se dio el gran gusto de su vida al derrotar a Lleyton Hewitt.

El último punto del doble, el que le dio la clasificación a la Argentina: David remata con un smash imparable.

El último punto del doble, el que le dio la clasificación a la Argentina: David remata con un smash imparable.

Al ponerse difícil el partido, el Diez se convirtió en el líder de la hinchada. El sábado, la barra de los Maradona se agrandó, porque no sólo estuvo Claudia: también se sumaron Dalma y Giannina.

Al ponerse difícil el partido, el Diez se convirtió en el líder de la hinchada. El sábado, la barra de los Maradona se agrandó, porque no sólo estuvo Claudia: también se sumaron Dalma y Giannina.

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