El día contaba con un ingrediente especial, se realizaba luego de casi diez años un Censo Nacional. Sin embargo, el que parecía iba a ser el gran tema del día, quedó rápidamente opacado cuando alrededor de las 9.30 comenzó a circular la triste noticia: el ex presidente Néstor Kirchner había fallecido en su casa de El Calafate a causa de un infarto masivo.
La conmoción se propagó a lo largo y ancho del país, e incluso los principales periódicos del mundo se hicieron eco de la noticia. A pesar de las diferencias, todos los políticos, oficialistas y opositores, lamentaron lo sucedido y enviaron condolencias a Cristina Fernández de Kirchner, presidenta, esposa y compañera de Néstor.
El pueblo, invadido por la congoja, organizó de modo espontáneo una reunión en la Plaza de Mayo con el fin de despedir al ex primer mandatario y al mismo tiempo darle fuerza a Cristina. La manifestación se desarrolló sin complicaciones y aglutinó a miles de personas frente a la Casa de Gobierno.
Diversas son las opiniones acerca de Néstor Kirchner. Sin embargo, la gran mayoría coincide en describirlo como un político de convicciones, comprometido con la realidad social de su país. Se destacó su fuerte compromiso con los Derechos Humanos, que lo llevó a la derogación de las leyes de Obediencia debida y Punto final, y al enjuiciamiento de los militares que participaron de la dictadura militar de 1976.
El perseverante esfuerzo por alcanzar un país más justo y equitativo desgastó su cuerpo. Su prematuro fallecimiento a los 60 años es la consecuencia inevitable de una vida de lucha y así se lo recordará, como un gran luchador.
En la provincia de Santa Cruz, la tierra que lo vio nacer. Allí vivió hasta los 18 años cuando viajó a La Plata para estudiar Derecho.
Néstor y Cristina, una pareja unida por el amor y el compromiso social.
Junto a sus hijos Máximo y Florencia, el día que asumió como presidente.
