«La sociedad te empuja a estar flaca, pero a mí no me importa nada» – GENTE Online
 

"La sociedad te empuja a estar flaca, pero a mí no me importa nada"

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Cuando cruzó el umbral de la fama , Silvina era apenas una modelo anónima que le había puesto el cuerpo a un comercial de Slim. Una chica exquisita, pero como tantas otras. Sin embargo, en la casa de Gran Hermano acaparó la atención de todos por su voracidad ante la comida. Su cuerpo adquirió nuevas formas, engordó diez kilos, y ella lució orgullosa su incipiente panza frente a cámaras. Otra vez en libertad, recuperó su peso y transformó su estilo de chica real en el éxito que la llevó hoy a ser una de las nuevas diosas argentinas. Pronto le adjudicaron un romance con Antonio Banderas (N. de la R.: sólo la desmentida de aquella relación que nunca existió la llevó a España, en donde le pagaron 3.000 dólares por una entrevista). Regresó a la TV y, ya como actriz, fue partenaire de Guillermo Francella. Multiplicó sus trabajos como modelo y, apenas cubierta por plumas y lentejuelas, llegó al teatro de revistas. Poco después y "porque sí", Silvina entró a un quirófano y se hizo las lolas. El nuevo Canal 9 la fue a buscar y el 21 de octubre debutará como conductora de su propio programa, Yo te avisé. Sus ingresos hoy son tema de debate en los indiscretos sets de la televisión, en los que calculan que podría ganar unos 40 mil pesos mensuales (jamás confirmado). Su corazón es un verdadero misterio: tan sólo se sabe que hasta hace poco mantuvo un tórrido noviazgo con Federico Insúa, uno de los ídolos de este Independiente 2002 que anhela ser campeón.

Durante la entrevista, el teléfono de Silvina no para de sonar. Del otro lado, puede haber un señor encandilado o un empresario que la quiere contratar Ella no pierde la calma. Como los que saben lo que quieren. Tiene su camino bien marcado y, por el momento, no parece que se vaya a perder tan fácilmente.

-¿No te parece un sueño que en tan poco tiempo ya tengas ofertas para ser vedette o conductora de televisión…?
-No sé si llegaré a vedette, pero me divierte. Esto es un juego. Cuando voy al teatro me pinto, me cambio y me encanta, es como jugar. Todo esto es trabajo, pero yo no puedo hacer nada si no me divierte o me llama la atención. Quiero empezar a hacer una carrera. Estoy estudiando actuación, canto, voy a una fonoaudióloga. Quiero ser actriz.

-Después de haber estado tanto tiempo frente a las cámaras de Gran Hermano, ¿todavía querés que te vean?
-Desde chica me gusta la tele. Entré a la casa porque no sabía qué hacer de mi vida. Hacía laburitos como modelo y me estaba por ir a vivir afuera. ¿Qué me podía pasar si entraba? Ser más conocida, tener más trabajo. Pensé que no iba a aguantar el encierro ni dos semanas. Me salió todo al revés: me quedé cuatro meses y engordé 10 kilos.

-¿Por qué engordaste?
-Cualquier mujer hubiera engordado. Estábamos todo el día sin hacer nada y comiendo harinas. Todo el día pan y polenta.

-¿Qué te pasó cuando empezaste a verte gorda?
-Yo no lo notaba. Es más, cuando salí tampoco era consciente de lo gorda que estaba. Yo jugaba y bailaba con la pancita al aire, pero no me daba cuenta de cómo estaba realmente.

-Imposible: una mujer, cuando tiene dos gramos de más, enloquece. ¿Acaso no te deprimiste frente al espejo?
-Para nada, salí de la casa y seguía sin importarme. Nunca fui fanática de mi figura y recién hace unos meses empecé a hacer dieta. La sociedad y el laburo te llevan a estar espléndida, te empujan a estar flaca, pero a mí no me importa nada. Si estoy algo gordita, todo bien. Y si adelgazo, sin volverme loca, también vale. Jamás me mataría de hambre buscando el cuerpo superflaco por el que se matan muchas chicas. Yo siempre tuve cola y lolas. Y así me asumo: algo pulposa, algo redondita. No soy una obsesiva del llamado "cuerpo perfecto".

-Algo debe importarte: las lolas que tenés hoy no son naturales.
-Ahora no. Me puse más lolas para verme más pulposa. Pero recién en el último tiempo me propuse estar bien.

-Es decir que te daba lo mismo sacarte la ropa delante de un hombre que te gustaba muchísimo cuando tenías diez kilos de más que cuando lucías tu cuerpo de modelo.
-Me saqué la ropa… y no me importó.

-¿Y cómo fue?
-Igual que siempre. Yo estaba conforme, cómoda con mi cuerpo.

-¿No te dijo que estabas más gordita?
-Al contrario, ahora los hombres me dicen que les gustaba más cuando estaba gordita. "Estabas divina con los diez kilos de más", "Ahora estás muy flaca", "Nos gustaba mucho la pancita". Pero mi cuerpo volvió a su peso cuando empecé a comer normal. Porque soy una chica como todas: engordo, adelgazo, hay días que me veo bien, otros que no. Y la gente se da cuenta de que no tengo poses, que no busco el cuerpo perfecto, que tengo algún rollito, que debo hacer dieta y gimnasia para estar bien.

-¿No te habrás ganado esos kilos de más algo deprimida porque Pablo Heredia, tu compañero de Gran Hermano, te rechazó?
-Para nada... Que un hombre me rechace no hace que me coma todo.

-A propósito, ¿sos exitosa con los hombres o la típica mujer que le gusta el que no le da bolilla?
-Esa fue la única vez que no me dieron bolilla. Cuando me gusta alguien siempre le pasa lo mismo a la otra persona: le gusto. Tuve un solo novio (Juan Pablo) y terminamos hace dos años… Me enamoré mal de ese chico. Cuando nos peleamos, me fui a los Estados Unidos por dos meses y me quedé un año laburando de todo: barman, cocinera, publicidad.

-¿Y por qué te volviste?
-Porque Juan Pablo me pidió que volviera. Pero cuando llegué me enteré que estaba con otra chica. Me había ido para olvidarme de él, había dejado todo y al volver dejé todo lo que había comenzado en los Estados Unidos. Estaba a cero. Tenía que empezar de nuevo.

-En el amor también.
-Sí. Pasaron dos años y no me enamoré más.

-Deduzco entonces que no estás de novia.
-No.

-¿Y Federico Insúa, el ídolo de Independiente?
-Salimos, sí, pero nos peleamos hace dos meses.

-¿Lo habías encarado vos?
-No. Nos presentó una amiga en común.

-En todo tu relato aparecés como una mujer muy sola.
-Es que mi familia está en Rosario, y aunque tengo amigos en todas partes, a veces llego a mi casa y me quiero matar. Por eso trato de estar todo el tiempo haciendo cosas.

-Sos nueva en el ambiente. ¿Cómo manejás el tema de los lances?
-Viene bravo. No sé cómo consiguen mi número de teléfono y me dicen: "Te quiero conocer porque sos divina". Entonces les miento, les digo que tengo novio. ¿Cómo sé quién es el que me chamuya? No me gusta que me aborden por teléfono, tengo que conocer a la persona, que alguien me la presente. Igual, ahora tengo a alguien especial en la mira.

-¿Especial? ¿Un morochazo o un rubio?
-No me gustan los rubios. Estoy buscando a alguien para ponerme de novia. Quiero tener con quién compartir cosas, tener paz. Necesito un novio-amigo, que sea compañero y que me banque.

-Y tener buen sexo, imagino.
-Por supuesto, eso es fundamental. Es el otro alimento.

-¿Cómo viviste los tres meses de encierro sin ese "alimento"?
-Se hizo largo… El tema me pasaba por la cabeza, pero yo me resignaba. A los chicos les costaba más, me contaban que se les hacía insoportable despertarse a la mañana en esa situación. Era muy complicado.

-¿Te gusta despertarte con alguien a tu lado?
-Sí, mucho, aunque me aterra la rutina. Pero a los 26 años ya pienso en estar casada y con hijos.

-¿Cuál es el lugar más raro en el que hiciste el amor?
-En la Autopista Rosario-Buenos Aires. En la banquina, una noche muy oscura. Era con mi novio y volvíamos de visitar a mis viejos.

-¿Todavía tenés lugar para otras fantasías?
-Sueño con estar en una isla con mi chico, desnudos, y muchos días.

-¿Te reconocés una mujer creativa en el sexo?
-Sí, manejo yo, doy ideas, me adueño del momento.

-¿Cómo sabés si el señor con el que salís quiere estar con la sex symbol de hoy en lugar de la chica común que siempre fuiste?
-Me daba y me da miedo que me quieran para una noche y nada más. Si el tipo me gusta y empiezo a salir, tardo mucho en tener sexo. Me niego a ir a lugares en los que pueda haber prensa y nunca estoy de la mano o abrazada. No me gusta mostrar nada ni que se metan conmigo.

-¿Cuándo y cómo fue la primera vez?
-Con mi primer novio, en un hotel alojamiento, y muy bien.

-¿Y la última?
-¿Qué día es hoy?

-Domingo a la tarde…
-El jueves a la noche.

por Jorge Martínez Carricart, Pablo Procopio y Teresita Ferrari
fotos: Christian Beliera. Producción: Sofía Delger
(Agradecimientos: Class Life, Ricky Sarkany, Xtasis, Luna Garzón, guardería Sarthow, Uñas Buenos Aires, Curtis y Abelito. Peinó Sebastián para Gino Lozano con productos KMS).

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Silvina Luna luce su nueva figura en las arenas de San Isidro. "Nunca me importó mucho mi imagen. Ahora me veo tan bien como cuando salí de la casa con diez kilos de más".

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"Los hombres me dicen que les gustaba gordita. 'Estabas divina con los diez kilos de mas', 'Ahora estas muy flaca', 'Nos gustaba mucho la pancita', me gritan".

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