No fue amor a primera vista. Cuando Marcelo Tinelli (52) conoció a Guillermina Valdés (35) –¿fue bajo el sol de un concurrido almuerzo esteño?; ¿en un multitudinario cumpleaños?... los protagonistas ni siquiera lo recuerdan– ella era la mujer de su entonces socio, Sebastián Ortega (38), y él estaba casado con Paula Robles (44). No cruzaron más que un saludo cordial, matizado por la sonrisa amplia y fácil de los dos, y acorde con la relación de admiración y respeto mutuo que siempre manifestaron tener el conductor de ShowMatch y el hoy dueño de Underground.
Ninguno de los dos era el mismo cuando se reencontraron, hace tres semanas. Divorciado de Paula, Tinelli acababa de blanquear su ruptura con Sol Calabró (36) después de siete meses de romance oficial y más de dos años de amor. Guillermina había puesto fin a su matrimonio con Ortega en noviembre de 2011, tras 14 años juntos, tres hijos –Dante (11), Paloma (10) y Helena (7)– y varios intentos por salvar la pareja, y volvía a estar sola después de un corto noviazgo. Dicen que el nombre de la ex modelo y actriz surgió en una charla de amigos, y que el N° 1 de la televisión no dudó en arriesgar: “Me encanta. Es lindísima, pero además la siento con muy buena energía, como de buena persona”. La actriz Paula Kohan, íntima de Marcelo y Micaela (23, la mayor de las hijas) y también amiga de Guille, se ofreció como celestina: “Si querés, te la presento”. Organizaron algo casual y en grupo. Valdés acusó algo de “fiaca”, pero Kohan insistió. A regañadientes y con producción cero, la arrastró hasta el híper cool restaurante a puertas cerradas Treintasillas.
En la casona de Colegiales, abierta sólo para un selecto grupo de testigos entre los que estaban Connie Ansaldi y el PR Leo Mateu, se miraron por primera vez de otra manera. Se escucharon y se dieron cuenta de que la intuición de una energía común e intensa era real. Sintieron que podían llegar a compartir algo más que la mesa y el gusto por la buena comida. Como por algo se empieza, la segunda cita también fue entre amigos y en un restaurante. Guillermina fue nuevamente con Paula Kohan, aunque ya no fue necesario que la amiga insistiera. En el primer piso del exclusivo Tô, en Palermo, donde Marcelo tiene siempre su lugar reservado, se sumaron más testigos aunque a ellos pareció no importarles. “Se sentaron al lado y todo fluyó con naturalidad”. Hubo sushi, intercambio de pins y la certeza de que seguirían más encuentros.
Leé la nota completa en la última edición de Gente. 
Lunes 6, 2.15 AM. La pareja sale del edificio Le Parc donde viven Marcelo y sus hijos. El conductor había confirmado la relación el miércoles 1º, mediante un mensaje de texto a Jorge Rial.
Marcelo y Guillermina se conocieron cuando ella era la mujer de Sebastián Ortega, de quien se separó a fines de 2011 tras catorce años de relación y tres hijos en común. Aseguran que nunca cruzaron más que un saludo cordial. Hace un mes, la actriz Paula Kohan –íntima de Guille y muy amiga de Marcelo y Mica Tinelli– contó que había ido con Valdés a ver una obra de teatro al Complejo La Plaza. “Me encanta. Es divina, pero además la siento con muy buena energía”, le dijo el conductor. Siguió una presentación casual y en grupo. Enseguida llegaría el flechazo. El sábado 4 compartieron una comida con Kohan en casa de Tinelli.
Hace siete meses, Marcelo oficializó su relación de dos años con Sol Calabró (34) y se entregó a su primer verano en compañía desde su separación de Paula Robles. Nunca se refirió a Sol como “su novia”, sino como “la elegida”. Blanquearon su ruptura hace quince días, aunque llevaban más tiempo distanciados.
